31 noches (Ignacio Escolar)

Publicado el 11 mayo 2014 por Sandra Díaz @estantesllenos
Título: 31 noches
Autor: Ignacio Escolar
Editorial: Suma de letras
ISBN: 9788483653418
280 páginas
Precio: 12.00 €
eBook: 4.99 €
Empezaré por contaros que esta novela negra tiene un inicio que sin duda atrae y obliga a seguir leyendo:
«En la casa del colombiano encontraron dos pistolas, una escopeta recortada, un hacha de carnicero, una sierra, algo de cocaína, tres teléfonos móviles casi prehistóricos y 19.000 euros en siete fajos de billetes arrugados, escondidos tras un cajetín de la luz. Pero lo que más inquietó a Velasco, lo único que le alteró el pulso, fue una habitación sin ventanas, con todas las paredes, el techo y el suelo forrados de plástico, como el que se usa para proteger los muebles cuando se va a pintar. No había ninguna brocha en la casa. La habitación estaba limpia y completamente vacía, salvo por un cubo. El cubo estaba lleno de ácido sulfúrico».
31 noches es un mes de agosto que empieza y acaba en ese cubo, que está esperando un cadáver para disolver. Es una historia corrosiva, sumergida en las tripas de una discoteca, la sala Premium, donde un periodista se ve arrastrado en una trama de narcos, matones de discoteca y deudas pendientes en la noche de Madrid.
«Soy de los que dicen que no soportan la violencia, de los que se creen incapaces de hacer daño a una mosca. Aquel verano descubrí que no es verdad».
Sin duda alguna, una novela que me ha encantado. Se lee del tirón porque es cortita, tiene un ritmo estupendo y la historia me ha parecido de lo más interesante. Esta es la aventura de un periodista infiltrado en una investigación de narcotráfico de bajos fondos en las noches madrileñas durante un mes de agosto. Los personajes con los que mantiene contacto el protagonista (y narrador) son Aleksander, portero de la sala Premium, «una torre de dos metros, rapado y con acento polaco»; y Velasco, un policía corrupto al cual «lo que de verdad le mueve no es la pasta, sino el poder contarlo, como el sexo en la adolescencia».
La novela se compone de 31 capítulos cortos que sumergen al lector en una historia trepidante cuyo argumento atrapa desde la primera página. Es una novela negra breve pero intensa y muy bien contada. Desde el principio creo que el mayor interés del lector es descubrir qué ocurre finalmente con ese cubo lleno de ácido sulfúrico, una escena de lo más oscura. Por supuesto, tendrás que leer la historia para descubrirlo. Muy recomendable.