33 motivos por los que estoy viajando por el mundo

Por 21wonders @21Wonders

Un artículo diferente, más personal, más íntimo, con algunas respuestas, de esos que algunos me pedís, pero sobre todo con muchos motivos para viajar. Éstos son los míos, pero seguro que vosotr@s tendréis los vuestros.

1. Cumplir un sueño.

No creo que haya nada más bonito que poder cumplir tus sueños y si ése es el más grande que he tenido hasta ahora, la felicidad es absoluta.

2. Conocer las 21 maravillas del mundo.

El objetivo encubierto del viaje: hacer algo único y poder contarlo.

La maravillosa ópera de Sídney

3. Despertarme cada día con una sonrisa.

Si tu única preocupación es poner la alarma del reloj para emprender una nueva aventura, no te queda otra que ser feliz cada mañana y despertar con una sonrisa.

4. Poder ver por mí mismo lugares que había visto o leído.

Uno de los inmensos placeres de viajar es poder ver, conocer o sentir cosas de las que habías leído, visto o te habían contado mil veces, por ti mismo. Esa sensación es indescriptible.

Golden Gate en San Francisco

5. Decidir cuál es mi vida y mi ritmo.

Tu viaje, tus normas, tu estilo, tu vida.

6. Tener una oficina diferente cada día.

Sentir que tu trabajo es vivir tu vida y que tu oficina está dónde tu quieres. Puede ser una montaña, una playa, una calle, un parque nacional o incluso la habitación de un hotel.

Este artículo lo estoy escribiendo desde mi oficina de Hong Kong: un parque.

7. Aprender de las personas.

Punto clave y fundamental. El viaje lo hacen grande las personas y lo complementa la capacidad que tengas de aprender de todos ellos.

8. Degustar gastronomía del mundo.

Uno de los inmensos placeres de viajar en tantos países. Diferentes platos, estilos, sabores, olores, colores, pero en todos ellos he comido de maravilla. He aprendido mucho de cocina en estos meses.

Mercado en Vietnam

9. Mejorar mi inglés.

Una asignatura pendiente y que parece superada. Satisfecho, sobre todo, por “perder el miedo” a hablarlo dónde sea con quién sea. Ha sido clave viajar muchas veces con personas de habla inglesa.

10. Conocer otras culturas.

Tradiciones, vestimentas, comportamientos, religiones, muchas cosas diferentes, pero eso no quiero decir raro, ni malo, sino que debe ser un reto buscar la explicación a todo ello. Compartirlo o no, es otra cuestión.

11. Ver miles de atardeceres y siempre sorprenderme.

No será la primera vez que lo digo: los atardeceres son parte de mi vida.

Atardecer en el P.N. Bako (Kuching-Borneo-Malasia)

12. Buscar ideas y proyectos nuevos.

Otro punto estrella. Miles de ideas nuevas han llegado a mi cabeza desde todos los puntos del mundo, ahora tendré que ver cómo ordenarlas…

13. Descubrir por qué viajan otras personas.

Hablamos de motivaciones, de decisiones importantes, de situaciones. Conocer a las personas es conocer su vida y sus respuestas.

14. Conocer otros modelos de vida.

Se puede viajar 6 meses y trabajar otros tantos; se puede trabajar para seguir viajando; se puede viajar sólo en autostop; se puede estudiar y viajar; se puede sólo viajar… mil modelos y todos ellos sorprendentes.

15. Compartir con mis familiares y amigos mis vivencias.

No todo el mundo tiene al alcance de la mano poder viajar por el mundo, por eso también es muy bonito poder acercar mi viaje por medio de fotos, mensajes, artículos, vídeos… es acortar la distancia y qué viajen contigo.

El símbolo de la NASA

16. Ser mejor y aprender cada día.

Siento que viajar me ha hecho mejor, más paciente, más atento, más aplicado, con más ganas de aprender. Un humilde alumno del viajaprende.

17. Vivir la naturaleza de otra manera.

Muchos han sido los días de trekking y parques nacionales, contacto con la naturaleza en estado puro. Eso me ha acercado más a ella, a entenderla, a respetarla y a apasionarme con flora, fauna y paisajes que allí se encuentran.

Mono Proboscis en Bako

18. Ser feliz con muy poquito.

Esto es una máxima que ya aplicaba, pero viajando se hace más evidente. Con muy, muy poco, se puede ser feliz. Aplicabe a ti mismo y a las demás personas. Dejemos lo material, pensemos en lo espiritual.

19. Remarcar la importancia de los pequeños detalles.

Muy relacionado con la anterior, pero va más en la línea de aprender que todos los detalles son importantes, por muy pequeño e insignificante que parezca.

20. Ver cómo las fronteras son más mentales que físicas.

Lo puedes imaginar, pero lo vas a sentir. Cruzas fronteras y sí, todo cambia, países diferentes, separados por decenas de kilómetros, diametralmente opuestos. El caso más evidente: Vietnam y Laos.

21. Darle la importancia justa al dinero.

Sí, todo se mueve con dinero, pero se puede comer, dormir, transportar gratis en todos los lugares del mundo. La técnica más depurada: la sonrisa y los buenos gestos, lo demás surge sólo.

Playa en Tulum (México)

22. Valorar cada minuto como si fuera el último.

Y si todo acabara ahora… pues, como ya escribí en Navidad, habría que echar la vista atras y hacer balance; pero como no queremos pensar en eso, vivamos hacia el futuro, sintiendo cada minuto de vida, como el último, eso sí con los pies en el suelo.

23. Sentir el cariño más fuerte conforme más lejos.

Uno de los intangibles más importantes estando tan lejos. No se puede medir el cariño, pero sí se puede sentir y lo he sentido más fuerte conforme más me alejaba de casa. Curioso.

24. Descubrir quiénes son de verdad tus amigos.

Tus amigos no son todos los de la lista de Facebook. Hablamos de otra cosa, de personas que quiźas ni tengan FB ni Twitter, ni casi usen el móvil. Son aquellos que están cuando más se les necesita, que aparecen cuando deben y sientes tan cerca su cariño, que desearías estar allí para abrazarlos y darles un beso.

Esos son tus amigos, los que no usan el muro de FB para felicitarte, sino que te llaman o escriben.

25. Valorar a las personas por lo qué son, no por lo que parecen.

Una de las cosas más sorprendentes del viaje. Debemos dejar los prejuicios a un lado y conocer a las personas, nos llevaremos muchas sorpresas, en mi caso unas cuántas…

Señora en Chichicastenango (Guatemala)

26. Crecer como persona, ciudadano, amigo, hijo y pareja.

Esto tendrán que valorarlo otros, pero creo que ha habido un salto cualitativo en todos esos aspectos.

27. Buscar nuevas motivaciones.

La eterna pregunta: ¿ahora qué? Pues mucho y espero que bueno. Un viaje es fuente de inspiración y motivación. Mil ideas rondan mi cabeza.

28. Sentir que tengo el control de mi vida y no lo tienen “otros”.

Trabajar por cuenta ajena es lo que tiene, pero trabajar por cuenta propia, te devuelve el control.

29. Comenzar y terminar el día cuando te apetece, no cuándo debes.

No son relevantes las horas, sí las sensaciones. Los días pueden empezar y terminar cuándo tú decidas.

30. Conocer personas maravillosas.

Podría hacer una larga lista de personas que han llegado a mi vida y espero que se queden por mucho tiempo. Y ha sido en casi todos los lugares del mundo: Colombia, Argentina, Chile, México, NZ, Malasia, Vietnam, Laos…

Con Carri e Irene en Bacalar

31. Corroborar que las personas son buenas por naturaleza.

Esto te lo cuentan y no te lo crees, pero es real, muy real, tanto que abruma.

32. Vivir la vida qué quiero, no la que debo.

Más de 30 años, sin trabajo y viajando por el mundo. La sociedad española dice que debería estar casado, con hijos y con un trabajo estable. No me considero parte de esa sociedad tradicional… aunque sí tengo que adaptarme a ella.

33. Descubrirme a mí mismo.

Hacer cosas que nunca hubiera imaginado, vivir situaciones únicas, resolver asuntos complicados con calma, hablar con cientos de personas en inglés/español o con gestos o disfrutar del placer de comer sólo… son algunas de las cosas que me han ayudado a conocerme mejor y lo que he visto, me ha gustado

Contemplando San Francisco desde Twin Peaks

¿Y por qué 33 motivos?

La respuesta es sencilla. Ayer, 8 de Abril de 2015, cumplí 33 años y he decidido celebrarlo compartiendo esto con vosotr@s (*).

(*) La lista no tiene un orden predeterminado, ni es de mayor a menor, simplemente son los motivos expuestos de forma aleatoria.

Como bien dijo San Agustín:

El mundo es un libro y los que no viajan leen solamente una página.

Espero que os haya gustado.

Besos & Abrazos.

Alejo.