337.- "Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes."

Autor: Sylvester Stallone. La saga cinematográfica "Rocky", acabó derivando en una serie de secuelas sin pulso, con escaso talento y que sólo pretendían explotar el filón comercial del personaje tras la emocionante primera parte. Comprensible es el afán por estirar el éxito más allá de lo razonable, pero también una manera bastante habitual de estropear lo que resulta originalmente atractivo y que por la repetición de la misma fórmula una y otra vez se acaba convirtiendo en aburrido y previsible.
Haciendo memoria, digamos que "Rocky" es una película estadounidense del año 1976 escrita y protagonizada por Sylvester Stallone y dirigida por John G. Avildsen. La historia narra la vida de Rocky Balboa, una especie de fornido matón no demasiado inteligente, cuya ocupación principal es recaudar las deudas de un prestamista.
Rocky, con innato talento para el boxeo, tendrá la oportunidad única y producto del puro azar, de combatir por el título mundial de los pesos pesados. A partir de ahí, y consciente de que está ante el gran desafío de su vida, se preparará a fondo para intentar alcanzar su sueño y de paso, escapar de una existencia gris y bastante desoladora.
La película fue rodada en 28 días con un presupuesto, bastante modesto, de 1,1 millones de dólares. En sus primeras semanas llegó a recaudar más de 115 millones, sólo en Estados Unidos, y ganó además un total de tres Premios Oscar.
Os dejo para el final el diálogo de una de las escenas de la película y, como reflexión, la lección que nos deja la historia de Rocky: Nunca digas imposible, porque lo imposible es imposible.
“Voy a decirte algo que tú ya sabes: el mundo no es todo alegría y color. El mundo es un lugar terrible y por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si tú no se lo impides. Ni tú, ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes. Y no podrás estar diciendo que no estás donde querías llegar por culpa de él, de ella ni de nadie, eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres. Tú eres capaz de todo.”