Romero fue un mártir por denunciar al sistema capitalista y sobre todo, por denunciar a los opresores, a los militares, a los dictadores, a los oligarcas y a los que sabía que le iban a matar por defender al pueblo y los derechos humanos.
Oscar Arnulfo Romero fue un preclaro y valiente defensor de los derechos humanos, ya que lo hacía en el seno de la aterradora represión militar que masacraba a obreros, campesinos, estudiantes y maestros cuando se manifestaban pidiendo justicia y libertad por las calles de San Salvador.
En unos tiempos en los que la Iglesia Católica a través de sus más indignos representantes y jerarquías, no para de avergonzarnos a la mayoría de las y los creyentes de este mundo, da gusto recordar la palabras y obras de este hombre que siempre está resucitando “en cada brazo que se alza para defender al pueblo del dominio explotador”.
Para terminar, si se me permite parafrasear al Santo cambiando una sola palabra de su discurso, y dado que hoy estamos en la jornada de reflexión previa a las elecciones municipales y autonómicas en España, hago mía su frase más celebre y pido, con él «En nombre de Dios y en nombre de ese sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡cese la corrupción!»
Para saber más:
• San Romero de América, pastor y mártir en defensa de los pobres.
Y en este mismo blog:
• Romero también Resucitó en Albacete.
• Romero cambió. ¿Cambiará la iglesia?
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