Además se estaba preparando para entrar a la armada, y asumí que los grandes esfuerzos por lograr esa meta era lo que lo tenían así.
Pero a pesar de todo la situación cada día iba de mal en peor, rápidamente me di cuenta que era yo la que tenía que buscarlo, estaba ya tan irritable que ya me comenzaba a inspirar miedo contrariar alguna idea con él, discutíamos por cualquier cosa y hasta se atoraba con sus palabras en sus intentos por argumentar sus justificaciones, yo no podía hacer más que llorar en silencio.
Yo amaba a Martin con todas las fuerzas de mi alma, incluso llegue a considerar como oasis en nuestra relación los pocos y cortos momentos en los que solía ser igual a como era antes, solía llorar cuando aquello sucedía y el tiernamente me pedía que lo perdonara y que todo volvería a ser como antes.
Me aislé totalmente de él, nada era justificación para que reaccionase así con las personas que más amaba, lo desconocía. Torpemente creí que la distancia le haría valorar todo lo que estaba destruyendo. Pronto esos días se convirtieron en semanas, y prácticamente di por terminada toda relación con él. Yo, obviamente, estaba aniquilada.
Cuando entré vi a Martin pálido, sumamente delgado y con los ojos hinchados, no obstante me miró con aquellos ojos tiernos con los que solía mirarme. Corrí, lo abracé y lloramos juntos.
Mientras nos abrazábamos note un leve temblor en sus brazos, fingí no percatarme, cogí sus manos y comencé a besarlas. Fue para mi un gran consuelo saber, que aquel joven de ensueño que había conocido, había cambiado debido a una enfermedad.
- Señora, su hijo padece una extraña enfermedad llamada Corea de Huntington. Los síntomas en el carácter y en la capacidad motriz de su hijo son producidos debido a los daños cerebrales originados por el defecto de un cromosoma en especial.
Lamentablemente esta enfermedad no tiene cura y es progresiva, sin embargo existe medicación y tratamientos que detienen el empeoramiento de la enfermedad.
- Sin un tratamiento adecuado, los síntomas de su hijo empeoraran hasta que sus funciones vitales se vean comprometidas, allí la importancia para que la vida de su hijo y la de ustedes sea lo más normal posible, sin embargo el progreso, aunque lento por el tratamiento, no se puede detener. Por otro lado, la enfermedad es hereditaria, es decir, usted o su esposo tuvieron que transmitirle el gen defectuoso a sus hijos, solo el 10% de los casos en el mundo la han desarrollado sin un historial genético, y por lo visto este es uno de los casos, pues no hemos encontrado indicios que usted o el resto de personas de su familia la padezcan. Aun así continuaremos con las evaluaciones.
Siempre dije que él me había dado los años de noviazgo más hermosos que toda chica quiere tener, pero no supe si él consideraba mi relación hacia él de ninguna manera. Por lo menos desde ahora estoy dedicándome a darle los mejores años que en su vida pueda tener. Lo amo con todo mi corazón.