Ayer se cumplieron 38 años de la firma de los llamados Pactos de la Moncloa, 38 años en los que España ha ido ofreciendo oportunidades a las nuevas generaciones. A día de hoy se puede estudiar, hay libertad de expresión y España es un motor económico. Con crisis y con dramas como el del paro, pero en lineas generales, España se ha hecho mayor y ha mejorado mucho.
Los acuerdos firmados se firmaron entre el Gobierno de España, presidido por Adolfo Suárez y los principales partidos políticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, con el apoyo de las asociaciones empresariales y el sindicato Comisiones Obreras (excepto algunas secciones sindicales del mismo) y el rechazo de la UGT y de la CNT, con el objetivo de procurar la estabilización del proceso de transición al sistema democrático, así como adoptar una política económica que contuviera la gran inflación que sufría España, es decir, la crisis (la inflación era del 26%).
Lo más curioso de todo esto es que si analizamos los mensajes que la izquierda radical lanzaba al pueblo en 1977 (hace 38 años) ¡son los mismos que lanzan hoy!, idénticos mensajes sobre lo malo que es el capitalismo, lo malo que es la empresa, lo mala que es la Iglesia…38 años de progreso y ellos siguen pintando lo mismo en las paredes y llevando las mismas pancartas.
Basta como ejemplo la imagen que adorna este artículo, una pegatina de 1977 en la que se habla de que la culpa es del Capital. 38 años más tarde, con generaciones de españoles que han visto como sus vidas mejoraban, con una inmensa mayoría de la población con estudios superiores, con España a la cabeza de sectores como el textil, turismo o deporte. 38 años después vemos a la izquierda radical nacionalista o no nacionalista (son iguales) pegando las mismas pegatinas en los cajeros.
Algo no ha funcionado en la Transición, estoy de acuerdo, algo falló y ese “algo” es una izquierda antigua, retrógrada y hermética al progreso. Esa izquierda ha ocupado las calles de Madrid y ha realizado intentos de ocupación del Congreso de los Diputados. Esa izquierda gobierna ciudades como Madrid, Barcelona o Cádiz. Esa izquierda sigue en 1977, no avanza y por eso pone en peligro lo que todos nuestros padres y abuelos han conseguido.
Afortunadamente la inmensa mayoría ha sabido avanzar y esperemos que podamos decir algo similar dentro de otros 38 años, que España sigue creciendo y cada día está en mejor forma, pese a los baches y las dificultades.