Todo, todo, todo, absolutamente todo, por simple que parezca, que vaya en contra de los límites de tolerancia y convivencia laboral, y contra el respeto a la empresa, es absolutamente inaceptable.
__Hay conductas que se aprenden en la crianza del hogar, y que luego van a ser muy útiles incluso en el campo laboral. Por ejemplo recuerdo la vergüenza que me causaba cuando mi madre, en su afán de formar una adecuada escritura y ortografía, me reprendía por errores y trabajos deficientes. Pasados los años, compruebo luego que además de haberme sido muy útil su esfuerzo en mi formación académica, también llego a entender la utilidad de la vergüenza en la vida cotidiana, incluso en la esfera laboral. Es que sinceramente, hay cada caso cotidianamente real de empleados sin vergüenzas, que deberían reflexionar con qué cara miran a sus jefes, sus compañeros de trabajo, e incluso a su familia, y si les resultaría más DECENTE ocultar sus rostros "con lo que sea". Quiero acotar que cuando alguien observa una persona sin vergüenza, el comentario es semejante al siguiente: ¡Que caradura es ese tipo!, o algo como, ¿dónde podrá luego esconder su rostro ese sin vergüenza?, razón del paralelismo que hago entre ética y vergüenza, y es la justificación del título de este post, porque personalmente creo que la vergüenza es el rostro de la ética, simplemente porque personas sin ética son personas que han perdido la vergüenza, y no les importa que su rostro sea fiel reflejo del caradurismo. Lo anterior hace fácil entender que vergüenza y ética tienen un denominador común, y me refiero a la educación familiar, de manera que el individuo sin vergüenza, deja ver la escasa formación familiar que recibió. __ La vergüenza en primer lugar lo veo como una consecuencia del acatamiento a la autoridad. El hijo bien educado siente vergüenza ante la reprensión de sus padres, porque reconoce y es sumiso a la autoridad moral de quienes lo dieron todo por su formación. En la otra orilla, veo como mala crianza o ingratitud (o ambas) a aquellos hijos con conductas de falta de respeto ante sus padres, lo cual ni los inmuta, ni les preocupa, …¡ni sienten la más mínima vergüenza!. __ ¿Qué relación tiene con el tema laboral?. En concreto, en una empresa donde hay indisciplina y falta de respeto a la autoridad, hasta la vergüenza de hacer mal las cosas también se pierde, y en las líneas que siguen se recogen algunas ineficiencias operativas, que si bien son expresión de fallas gerenciales, también muestran claramente la pérdida de vergüenza de algunos empleados. __Actualmente hay muchos programas en la TV del tipo “Reality Show”, y en aquellos realizados para resolver conflictos con la mediación de un juez, que tienen mucha sintonía, son los mejores exponentes de la pérdida de vergüenza social, tanto familiar como laboral. __ Es que resulta impresionante la cantidad de casos abordados en esos programas, donde se ventilan casos de personas, con comportamientos exageradamente desconsiderados e irrespetuosos para con sus padres, y lo mismo aplica respecto a su comportamiento dentro de la empresa. __ Pero la realidad cotidiana, nos ofrece muchos casos que serían excelentes argumentos para esos programas, … y para los escritores de blogs. __ He visto a muchos empleados que sin la menor muestra de vergüenza, llegan reiteradamente tarde a sus empleos, e incluso tildan de adulantes o de gruñones a los supervisores que les llaman la atención. La impuntualidad laboral es tan grave como un desfalco de caja, o una agresión laboral, porque en cualquiera de los casos citados está el común denominador de traspasar los límites de convivencia laboral y de acatamiento a la disciplina y leyes internas de la empresa, y en ningún caso y sin excepción de personas, se justificaría traspasar los valores y estatutos de cualquier empresa. __Escribir este post lo inspira ser testigo de muchos casos insólitos. Quiero citar el ejemplo de un recepcionista de hotel que conozco que reiteradamente se equivoca en los informes para Ama de Llaves o en el inventario de entrega de controles de Tv, y su argumento permanente es “todos somos humanos y nos podemos equivocar”, y es cierto que nos podemos equivocar alguna vez, pero lo grave es que ocurra una y otra y otra y otra y otra vez, ¡sin la menor vergüenza!, lo cual me hace propicio formular la importancia de este tema, porque puedo preguntar ¿se justifica tanta falta de vergüenza profesional en un empleado con enésimos errores de desempeño?, ¿no representa esa falta de vergüenza un desacata a la autoridad del supervisor e incluso un menosprecio a la operatividad de ese hotel?. __ Les anticipo que la falta de vergüenza también la padecen personas con rangos de autoridad dentro de una empresa. En el caso del hotel, está el Ama de Llaves con enésimos olvidos, los cuales acarrean los indeseables reclamos de los clientes por deficiencias notorias en el servicio de habitación, y la falta de vergüenza se expresa en su rebeldía a reconocer y tratar de superar esos errores por causa de sus olvidos, e incluso, tildar en términos despectivos a los clientes que justificadamente reclaman las deficiencias en las habitaciones que reciben, lo cual hace que su desvergüenza se convierta intolerable desfachatez y falta de formación profesional. __Quizás ”el caso de falta de vergüenza que resulta más insultante es el de acoso sexual,” el cual no sólo se observa en Jefes acosadores de sus empleadas, sino también entre “compañeros” de trabajo que se extralimitan en la confianza que reciben de sus compañeras, y pretenden que se les acepte sus comentarios y propuestas de naturaleza indecente, llegando en casos extremos a querer llevar su acoso a tocamientos de partes íntimas de las féminas o acosándolas con miradas de pesada acidez morbosa. En la actualidad este tipo de acoso se ha trasladado a mensajes de alta carga de anfibología sexual en los mensajes de texto de celular o los Facebook de las mujeres, por supuesto, se trata de aquellas que carecen de la suficiente energía emocional para poner un freno a sus compañeros de trabajo que adoptan conductas de claro acoso sexual subliminal en los mensajes de celular o Facebook. __ Un elemento que parece insignificante en la pérdida de vergüenza es el desorden en el sitio de trabajo, porque parecen olvidar algunos empleados que la empresa no les va a contratar “cachifos personales” para que orden y limpien su área de trabajo, y como nunca falta la gravedad en los extremos cotidianos, sucede que muchos de esos desordenados lo que hacen es reírse de su desorden y hacer comentarios simplistas para restar importancia a su desorden. Quiero aclarar que el desorden está dentro de ese rango de “inaceptables” dentro de la empresa, porque no me imagino al dueño de una empresa que tenga que ir personalmente a arreglar el desorden de algún departamento, simplemente “es inaceptable e inconcebible”; y tal conducta displicente respecto al orden me hace conectarme a los términos de la introducción, en el sentido que me recuerda el caso de aquellos hijos que no quieren ni siquiera lavar sus platos, tratando a sus padres como cachifos personales, de modo que conductas desconsideradas del hogar se extrapolan a los sitios de trabajo. En definitiva, y enfatizando los inaceptables laborales: __También hay falta de vergüenza y notable ausencia de ética, en el empleado cuyos comentarios lesionan la imagen y prestigio de la empresa, y la gerencia permisiva de esta anomalía, no es menos sin vergüenza. Es que falta de vergüenza y falta de ética son una consecuencia de la falta de la otra. __Se observa falta de vergüenza en el vendedor que desatiende la clientela por estar hablando por su teléfono celular, mostrando la más absoluta indiferencia ante el descontento del cliente, esto es falta de vergüenza. __Hay falta de “vergüenza profesional” en los gerentes que se rezagan su proceso de actualización profesional, acarreando que sus conocimientos además de deficientes, sean muy distantes no sólo del perfil profesional del cargo sino incluso del legajo de conocimientos que exhiben sus subalternos que pueden saber mucho más que ese gerente por cuanto si están actualizados. __Por supuesto que también hay falta de vergüenza en algunos patronos, al no pagar justos sueldos, liquidaciones o utilidades, porque no se trata de dádivas sino de obligaciones contractuales legítimas para con los empleados. O también se ve falta de vergüenza patronal al tener empleados con uniformes descoloridos por descuido en la dotación de nuevos uniformes, a sabiendas que un uniforme es un elemento hablador de la imagen corporativa, y por tanto es una vergüenza para la empresa el tener empleados con uniformes en estado deplorable. __ La falta de vergüenza laboral, en cualquiera de las formas que se pueda ilustrar, lo que va a poner en evidencia es una lamentable pérdida de la autoridad y un viciado ambiente laboral de indisciplina. Traer este tema a este blog de corte laboral, es poner el alerta en aquellos elementos que van a resquebrajar la disciplina, y la falta o pérdida de vergüenza es uno de esos elementos nocivos, que por parecer insignificante, es obviado por Gerentes y textos de Gerencia, pero es altamente nocivo. __Cuando un Gerente habla, debe tener la suficiente autoridad para que sus órdenes sean acatadas, y los jueguitos, burlitas, etc no sólo son falta de vergüenza del empleado que se extralimita, sino también es una falta de vergüenza del gerente que no sabe mantener el respeto de los empleados hacia la empresa, porque el irrespeto al gerente es un irrespeto a la empresa a la cual representa. __Sin pretender insinuar modelos autocráticos, el Jefe debe hacer valer y hacer respetar sus requerimientos y órdenes de trabajo, y hacer cumplir el trabajo dentro de los límites y especificaciones que considere conveniente para la buena marcha de las operaciones de su Departamento, lo cual debe aplicar, “sin excepción”, con todos sus empleados, porque dejar manifiestas sus preferencias hacia algunos empleados es también una falta de vergüenza a la equidad y equilibrio laboral.