Contrariamente a lo que piensan los entrenadores que creen ser lo más importante del equipo, esos muchachos que entran a la cancha y que ya están bastante grandecitos para usar pantalones cortos, poseen un carácter semoviente, de modo que, para mantenerlos sujetos a un esquema táctico, será necesario clavarlos en el campo al mejor estilo de Vlad Tepes Draculea. Cosa que, por otra parte, es lo único que les falta a algunos entrenadores.
Después están los loros con micrófono, que para encausar el entendimiento general hacia el camino del buen no pensador, repiten todo cuanto los entrenadores amigos dijeran. Uno de estos muchachos me encontré hoy cuando encendí la tele para saber si el mundo había logrado su propósito de acabarse. El tipo decía, sostenía, y perjuraba, que el Real Madrid había usado un 4-3-3 que había "pasado por arriba" al equipo del Pep Guardiola. Bueno, no, no es verdad ni que usara un 4-3-3 ni que el Real Madrid pasara por encima del Barcelona, ni que el mundo se acabará. No es difícil demostrarlo, a ello voy:
Como puede verse en las imágenes, a los 30 segundos de partido, el Real de Madrid estaba parado con un 4-1-3-2, más el pobre Casillas al que nunca se lo incorpora al esquema y en Real Madrid es importantísimo. Más tarde, a los 38 segundos, el parado era 4-3-2-1 o 4-3-3. A los 42 segundos, 4-1-4-1, y ya pasados del minuto, 4-3-2-1. En menos de dos minutos de juego, el esquema había variado cuatro veces.
Resulta que lo que señala la característica de un equipo no es sino la característica de los jugadores. Si formo un 4-2-4 con los delanteros defendiendo y los defensores atacando, no voy a meter un gol ni jugando contra la selección del cementerio, y si pongo un 4-4-2, y los dos volantes que van por afuera son Ronaldo y Messi, y los dos delanteros son Distéfano y Romario, entonces seré ofensivo. Parece mentira tener que explicar cosas por el estilo en esta época, pero ahí siguen en Fox Insoports y en T y C sopor incurriendo en la psitacidánea actitud de repetir las palabras del hombro más cómodo.