4 de mayo, Pedro y Pablo ganan

Publicado el 30 abril 2021 por Tomasalberich

Sea cual sea el resultado, Pedro Sánchez y Pablo… Pablo Casado ganarán en las elecciones. Pero de diferente modo y con varios niveles de satisfacción.

Si Isabel D. Ayuso consigue revalidar la presidencia será por poco y pactando con Vox. Para Pablo Casado será una victoria, pero amarga, aunque lo venderá como un éxito suyo y un paso adelante hacia su triunfo en la Moncloa. Desde luego un gobierno PP-Vox no es el peor regalo que le puede hacer la presidenta regional. Para Casado lo peor sería una victoria o una derrota aplastante de Ayuso, que es un resultado prácticamente imposible que ocurra. Si es una victoria aplastante, Ayuso le empezará a mover el sillón a Casado de inmediato. Si es una clara y contundente derrota, el PP se queda sin su plaza más importante, lo cual desde luego no podrá venderse como positivo por el líder de la derecha. Mejor quedarse en lo mínimo por arriba o por abajo, que es el resultado más probable.

Sí pierde la presidencia por la mínima frente al bloque de izquierdas será porque Ciudadanos no entra en el parlamento regional, con lo cual le echará la culpa a Cs de que gobierne la izquierda y a Casado le servirá para continuar y terminar de absorber a Cs, finiquitando el partido. Y si gana Ayuso por la mínima Casado respirará aliviado, y también terminará de comerse a Cs.

En el caso de Pedro Sánchez las ventajas de esta contienda electoral son incluso mayores que las de Pablo Casado. Si ganan las izquierdas -mayoría absoluta de la suma de los tres partidos- Gabilondo será presidente, con lo cual nadie podrá dudar de que es una victoria compartida, más dada la implicación en la campaña de Sánchez y de la cúpula del PSOE y del Gobierno. Si este bloque no suma y continua Ayuso su victoria será por la mínima y lo que es más importante para Sánchez es que dará lugar a un gobierno de PP con VOX, esto no se puede dudar. Con lo cual Sánchez y su partido tienen casi dos años por delante para denunciar la radicalización extrema del PP, con la constitución de un gobierno tan importante como el madrileño como ejemplo de gobernar la ultraderecha compartida con la derecha extrema. La campaña de Vox como partido neofascista o posfascista, sin disimulos, ha abundado en esta situación. Así, de cara a próximas contiendas electorales, el beneficiado será el PSOE, especialmente en las Generales, que fácilmente se darán dentro de un año y medio, a finales de 2022. Y antes las andaluzas. La posibilidad de que el PP le quite votos por el centro al PSOE desaparecerá definitivamente.

Un breve paréntesis: la estrategia contra Vox no se puede basar solo en decir que son fascistas. Porque, primero, ellos rechazan este término. Han rechazado el término “fascismo” en mociones y propuestas concretas, y nunca lo utilizan como su referencia ideológica, aunque jamás han rechazado ni criticado el franquismo. La manipulación en el lenguaje político da para mucho. Un ejemplo: el sindicato que ha creado Vox se llama “Solidaridad” (recordando al de Polonia). Su nombre oficial es "Sindicato para la defensa de la solidaridad con los trabajadores de España” (SPDSTE). Se presentó a mediados del pasado septiembre, de la mano del líder de Vox, Santiago Abascal ¿Se imaginan que CCOO o UGT se hubieran presentado en público por el líder del PSOE o de IU? ¿Qué se diría de ellos? Vox se mueve en otra lógica y en otras redes de comunicación. Crean directamente un sindicato antisindical y no pasa nada. No se cortan, quieren volver a una sociedad franquista, simplemente. Lo más eficaz es denunciar sus mentiras en lo concreto, con datos. El posfascismose vende en base a un radical populismo que promete lo inexistente y lo imposible (además de horrible para la mayoría), pero hay que denunciarlo en lo concreto, no simplemente diciendo que hay que parar el fascismo. Quieren una España sin migrantes en un mundo globalizado, sin violencia ni delincuencia gracias a su mano dura -es decir en una dictadura-, sin diversidad sexual ¿prohibiéndola?, sin derecho al aborto, etc. Políticas tan fracasadas como las de Trump.

Si Ciudadanos consigue representación Ayuso seguirá de Presidenta

La única posibilidad, la única posibilidad de que no gobierne Ayuso en Madrid es que Ciudadanos saque muchos votos y se quede justo por debajo del 5%, es la única, claramente. Si supera el 5% aunque sea por un voto, hará a Ayuso presidenta de nuevo. Lo han dicho incluso públicamente. Si obtiene un resultado exiguo, por debajo del 3%, significará que sus votos se han ido masivamente al PP. Es de las pocas contiendas electorales donde la Ley electoral y el injusto tope del 5% no perjudica a las izquierdas. Por una vez la legislación beneficia el cambio a la izquierda.

Sorprendentemente todavía hay gente, poca pero haberlas haylas, que piensa que sería positivo que Ciudadanos “como partido de centro” tenga representación. Que es positivo que exista un partido de centro en España, entre otros motivos para reducir la extrema polarización, la crispación. Esto podría ser cierto si Cs fuera un partido de centro.

Pero ¿cuándo y en qué ha realizado Ciudadanos políticas de centro? políticas centradas. Prácticamente nunca. Alguna excepción que confirma la regla: votar a favor de la ley de la Eutanasia. Pero su política ha estado centrada, nunca mejor dicho, en la defensa a ultranza de la economía neoliberal ¿Se puede ser radicalmente ultraliberal en lo económico, españolista en lo territorial, partidario de las privatizaciones de servicios públicos y autodenominarse de centro? Y la bajada de impuestos, Estado social el menor posible, defensa de la patria-nación española como única e indivisible, etc.

El espacio liberal y de centro en España ha estado ocupado por el PSOE. Y lo sigue estando en buena medida. Veamos un par de ejemplos. Se anunció hace unos días más de ocho mil despidos en CaixaBank, fruto de la fusión-absorción de Bankia. Cuando anteriormente se había anunciado esta fusión los ministros de Unidas Podemos fueron los únicos que mostraron sorpresa y desacuerdo. Solo los sindicatos también mostraron algún reparo. Ningún partido nacional dijo nada. El PSOE a favor, de hecho tenían que tener información que no compartieron. “Es fruto del mercado, la banca se fortalece… Los de UP no están de acuerdo porque son unos antiguos…”. Ahora vemos el resultado de la operación auspiciada-autorizada por el PSOE: miles de despidos. Y, junto a esto, lo más grave es permitir y arropar la creación del mayor banco nacional: tan grande que no podrá caer. Se sigue sin querer aprender de lo ocurrido en la crisis de 2008. Una de las enseñanzas de esa crisis es que si permites que un banco crezca enormemente y después entra en números rojos, el Estado no podrá permitir que caiga, sería un problema nacional su desaparición. Si quiebra será el dinero público, masivamente, el que tendremos que aportar todos para que ese banco siga existiendo. Así ocurrió con Bankia en esa crisis y el Estado tuvo que aportar miles de millones de euros para reflotarlo. Como única consecuencia positiva el Estado era propietario de una parte sustancial de Bankia. Con la absorción por Caixa Bank esa parte pasa a ser un porcentaje mínimo, insignificante, del nuevo banco.

De nada sirve llorar ahora los despidos cuando desde el Gobierno se ha permitido la creación de ese monstruo económico que es la nueva CaixaBank.

Por otra parte, las necesarias subidas de impuestos a las grandes fortunas, a las grandes empresas, sobre el patrimonio y sucesiones -herencias de más de un millón de euros, etc. Se congelan para más adelante. Y Gabilondo diciendo que no se subirá ni un euro a ningún madrileño si él gobierna. Una más de centro-derecha. Y así nos va.

Tomás Alberich (sociólogo) http://tomasalberich.blogspot.com/