4 detalles en la primera cita a los que deberías prestar atención:

Por Odellera

La primera cita:

Quería saber qué se cuece por la Red cuando se habla de la primera cita y... ¡Oh sorpresa! Todos los post son para darnos consejos a NOSOTRAS: cómo debemos comportarnos en la primera cita, qué ropa debemos ponernos, qué tenemos que decir...

Me he cabreado. Mucho. A mí que me perdonen, pero lo que nos interesa saber a las mujeres, acerca de las primeras citas, es, sobre todo, si el tipo con el que hemos quedado es "solomillo de primera" o "chopped" disfrazado de solomillo.

Partiendo de esta base, espero poder iluminar el camino de todas aquellas mujeres que tienen, o han tenido, la osadía de adentrarse en el peligroso mundo de las "citas a ciegas", donde te la cuelan más rápido que Tarzán bajando de las lianas untadas en vaselina.

1. Dime cómo lleva los zapatos y te diré quién es:

Hace años iba a una peluquería en la que la dueña (soltera), mientras peinaba, se dedicaba a explicar sus salidas nocturnas. Recuerdo poco de lo que contaba, a verdad, pero hubo algo que me llamó la atención. Fue cuando dijo:

Nunca salgo con alguien que no lleve los zapatos relucientes. La peluquera

Cuando veo a un hombre, es en lo primero que me fijo. ¡Joder! Es la frase de una maestra del ligue. Un consejo como ese no te lo da ni el mejor maestro Shaolin. Lo sé, lo sé... más de una pensará que son las palabras de una maniática. ¡Nada más lejos de la realidad! Cuando un tipo tiene su primera cita contigo, y aparece con el calzado poco cuidado, está hablando sin abrir la boca.

1. Si no se ha molestado en estar 100% impecable para ti, ya vas mal.

2. Si piensa que los zapatos, como están ahí abajo, nadie se fijará en ellos, va a seguir esa misma lógica con todo. "Nadie me ve los calzoncillos. ¡Qué más da si los llevo cagados!" "Me la he ligado. ¿Para qué voy a seguir currándomelo?" y así sucesivamente.

3. Si le da palo agacharse para lustrar el calzado, no esperes que en la cama se esfuerce. Como mucho conseguirás que te folle en postura misionero, con cuatro sacudidas "conejiles", y sanseacabó. Palabra. Vuestros encuentros íntimos serán más breves que el vocabulario del Correcaminos. ¡Y no sabes la de cosas que te vas a perder con un tipo así! Ni más ni menos que todas las que cuento en mi post "¿Es que no se puede follar "normal"?".

Podría seguir citando puntos a tener en cuenta, pero creo que con estos 3 ya estás más que avisada.

2. Por la boca muere el pez:

Si el tipo lleva los zapatos más relucientes que Fred Astaire, ha pasado el primer filtro en vuestra cita. Pero no cantes victoria. Ni bajes la guardia. Todavía te queda un arduo camino hasta decidir si puedes darle luz verde para que te ponga mirando 'pa Cuenca. La fase de conversación es de las más importantes. Pero también de las más complicadas. No seas demasiado dura con él. Si el chico está más cortado que la toalla de Eduardo Manos Tijeras, paciencia. Si te suelta alguna gilipollez, debida a los nervios, calma... Ahora bien, si te habla sobre su ex, su madre, o su perro. ¡Enciende todas las alarmas!

Una relación con él será más peligrosa que un Gremlin bajo la lluvia. Si te habla de su ex, vas a tener que compartir su amor con ella. Si te habla de su madre, seréis 3 en la cama. Y si te habla de su perro... una combinación de las dos anteriores.

3. Pequeños detalles hacen grandes diferencias:

En una primera cita un hombre no te va a contar la Biblia en verso acerca de él; fanfarronadas como mucho. Pero si estás atenta a los detalles, puedes averiguar secretillos.

Primera regla: importantísimo ver cómo se sienta. Dependiendo de cómo lo haga, sabrás con qué tipo de persona te has citado. ¿Abre las piernas? Si se sienta despatarrado. ¡Cuidado! Seguramente lo hace en cualquier situación. Cuando viaja en el transporte público, también. Eso dice mucho (o muy poco) sobre esa persona. Ya lo conté en el post "Manspreading o despatarre masculino: un problema de huevos". Abrirse de piernas es su manera de reafirmar quien manda. Y ya sabes lo que dicen: donde manda patrón, no manda marinero. Si te gustan los hombres dominantes, que utilizan sus partes íntimas (dicen que no cierran las piernas por miedo a que se les gangrene el pito) para justificar su falta de educación. ¡Enhorabuena! ¡Has encontrado el amor de tu vida! Si no, a otra cosa mariposa. Hay más peces en el mar.

Segundo detalle. Si va al baño, cronometra el tiempo que tarda. Menos de un minuto: no se lava las manos. Más de un minuto: no es garantía de que se las lave, pero puedes concederle el beneficio de la duda.

Nota: si lleva los zapatos sucios, no hace falta que cronometres: no se las lava. Aunque hay gente para todo.

Tercer detalle, y no por eso menos relevante. ¿Cómo come? El acto de comer puede revelarte más cosas de las que piensas, pues lestá muy ligado a la personalidad.

* Si come despacio: le gustará controlar las situaciones.

* Si come rápido: irá por la vida acelerado.

* Si pide algo exótico para comer: será aventurero.

* Si es quisquilloso con la comida: será tocapelotas en otros terrenos.

* Si separa la comida ("el segregador"): será alguien orientado a los detalles, disciplinado. Terminará una tarea antes de empezar otra.

* Si come como un cerdo: Imagina cómo se comportará en la cama. ¿hace falta que te lo cuente?

4. (A)paga y vámonos:

El otro día estaba leyendo en un foro una discusión acerca de si abrir la puerta a una mujer era machista o caballeroso. Aluciné pepinillos al darme cuenta de hasta qué punto de idiotez puede llegar el ser humano.

Algunas personas aseguraban que si un hombre nos abría la puerta, era porque estaba pensando que no podíamos hacerlo por nosotras mismas. Y eso era machismo. Claro, claro... Machismo es cuando vienen un par de tíos a casa, a hacer alguna reparación, y te lo dejan todo perdido, dando por supuesto que tienes que limpiar tú.

Para mí, la regla que define la caballerosidad es la siguiente: cualquier atención, por parte de un hombre, que no me denigre como ser humano, y que no sea en contra de mi voluntad. Me gusta que me traten como a una princesa. ¿Qué problema hay con las princesas?

Dicho esto. Vamos al tema que nos ocupa: la primera cita. ¿Quién de los dos debe pagar? Los animales lo tienen claro:

El macho es el que debe seducir a la hembra y, en el ritual de apareamiento, es él el que se lo curra.

Algunos animales danzan para atraer a la hembra, otros exhiben sus majestuosos plumajes, hay aves que incluso adornan el nido para su amada y ¿qué hacen los machos humanos? Pagar fifty-fifty.

Oye, que será muy moderno y todo lo que tú quieras... Pero menos erótico que la música de psicosis. Un tío que no paga, en mi caso, tiene menos futuro que un vampiro mellado.

También es verdad que las interpretaciones varían según la persona y el país de origen. En el Reino Unido, por ejemplo, no está bien visto que sea él quien pague la cena en la primera cita. Porque si lo hace, quiere decir que espera que el postre esté bien depilado. No sé si me explico.

En cualquier caso, no olvides elegir bien las bragas, no se de el caso que tu primera cita pase los 4 filtros y te encuentres en la misma tesitura que Bridget Jones 😉

Deja tus comentarios o cuéntame tus experiencias en la primera cita. Gracias.

Sobre la autora

Olga

Autora de novelas chick lit adicta al chocolate. Soñadora empedernida. Me dedico a escribir por placer historias de amor para mujeres con humor.

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