Aunque parezca sorprendente sólo tengo un chupete para cada uno desde hace meses. Alguna noche nos hemos vuelto locos buscándolo, metiendo escobas debajo de la cama, mirando entre las sábanas...pero siempre aparecía. También es fácil tenerlos localizados porque ellos saben que es sólo para dormir y cuando se levantan por la mañana me lo dan para guardarlo en el chupetero.
Pero hace 4 días uno desapareció durante la noche. Hizo su maleta y se fue de casa, el señor chupete decidió dejarnos y su dueño no se dio cuenta, lo que me sorprendió mucho. Al tercer día al ver que sus hermanos lo pedían lo pidió, como todavía estaba vistiendo a su hermano, le di un libro y se quedó leyendo en la cama, y se le olvidó. Ayer no preguntó tampoco, así que para mi Gordito doy por zanjado el tema del chupete. No sé si quizá me lo vuelva a pedir, puede ser, intentaré explicarle a ver si me entiende, que ya es mayor. Pero esto es difícil si ve a sus hermanos con él. Como duermen todos en el mismo cuarto si les oye pedirlo se acuerda, así que lo que hago es darles a los otros dos el chupete rápidamente para no darles tiempo de pedirlo.
La siguiente será mi Niña, que yo creo que también está preparada. Lo que pasa que últimamente algunas noches se despierta llorando sobre las 5,30 a veces una o dos veces más después de esta hora, no se por que, simplemente voy le pongo el chupete, le tapo bien, le acaricio un poco la cara y se vuelve a dormir. Hoy me he acostado con ella un par de horas porque se despertaba cada 10 minutos. No sé porque le pasa esto, no parece estar mala, no se si serán pesadillas o algo. Pero mientras esté con estas noches malas no puedo quitarle el chupete porque le ayuda a volver a coger el sueño.
Mi Flaquito está muy lejos de dejarlo. Entra en su ritual de dormir y lo pide muy insistentemente si no se lo doy, junto con su pañuelo, su Pocoyó, su Maya y algún que otro muñeco, a veces un libro. No le veo preparado para dejarlo y no pienso forzar la situación, ya que es sólo para dormirse.
En la próxima entrada os contaré como vamos con la operación pañal, si Dios quiere ¡que ya hemos empezado!