4 pasos para cambiar tu vida con éxito

Por Falcaide @falcaide

Decía Rafa Nadal, número uno del tenis mundial: "Si crees que no puedes mejorar, no sabes nada de la vida ". No se puede expresar mejor. Siempre es posible cambiar porque siempre es posible mejorar; y siempre es posible mejorar porque siempre es posible aprender.

A pesar de ello, son pocas las personas que inician (y muchas menos las que finalizan) los procesos de cambio con éxito y la mayoría se queda a mitad, cayendo en la frustración y en la resignación. Abundan las personas 'gaseosa', que inician con mucha fuerza una actividad (clases de baile, inglés o gimnasio) y al poco tiempo se desinflan.

En Tu futuro es HOY (Alienta, 3ª edición) analizamos esta cuestión con detalle en el Capítulo 5 titulado: ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar y cómo puedo aprender a gestionar el cambio?

Pero hoy me gustaría detenerme en qué aspectos son críticos para afrontar los procesos de cambio con éxito. Aquí van estos cuatro pasos clave:


1. RECONOCER LA NECESIDAD DE UN CAMBIO.

Y hay una forma de saberlo: mirando los resultados de tu vida. Los resultados no mienten. Si tu vida no es como te gustaría que fuese hay algo que no sabes o no estás haciendo bien. Y es bueno mirar a la realidad a calzón quitado y no autoengañarse (algo muy fácil). Aquí escribimos un post titulado La mejor alternativa es no tener alternativas. Allí decíamos:

"Si nos diesen a elegir entre estar medianamente mal (renqueantes) y estar fatal (crisis), casi todos elegiríamos lo primero. Pero entre ambas situaciones, la primera es la más peligrosa. Cuando estás renqueante, la insatisfacción no ha tocado fondo, y no tocar fondo es equivalente a no hacer nada para mejorar, porque la situación, aún siendo difícil, sigue siendo llevadera [...] En cambio, las crisis que tanto tememos son más territorio amigo que enemigo. Son insostenibles y eso las convierte en trampolines hacia el éxito, ya que precisamente por suponer una situación intolerable, hacemos lo necesario para ponerle fin y producir el cambio que conduce al periodo de bonanza".

Dicho de manera resumida: El problema de mucha gente es que sus problemas no son suficientemente grandes.Casi siempre, la costumbre pesa más que el deseo de mejorar. En nuestras manos está no tener la necesidad de llegar a una situación crítica, porque a lo mejor esa situación nunca llega y vamos languideciendo poco a poco sin darnos cuenta.

2. VISUALIZACIÓN DEL NUEVO CAMBIO.

Todo cambio implica amenazas, pero también oportunidades. A menudo, ponemos el foco en lo segundo y nos olvidamos de lo primero. Por ejemplo, si tienes que dar una charla en público puede que tengas miedo de no decir cosas interesantes, a quedarte en blanco o a que te hagan preguntas incómodas. Pero también es cierto que cada vez que se habla en público es una ocasión de impactar y de que nuestra marca personal mejore, y por tanto, de vender y tener mejores ingresos.

Para cambiar es importante tener una mentalidad de apertura ante la vida. Un actitud positiva es esencial para ver las oportunidades que nos ofrece la vida. La actitud no es otra cosa que nuestra respuesta emocional ante todos los acontecimientos de la vida: fracaso, rechazo, problemas, retos. ¿Cuál es la diferencia entre un obstáculo y una oportunidad? Nuestra actitud. Elige tu actitud y elige tu vida. Elige aprender y crecer o elige resignarte.Vicente del Bosque, ex entrenador la selección nacional de fútbol y campeón del mundo, decía cierta vez:

"Cuando nació nuestro hijo Álvaro (síndrome de down) nos preguntamos: ¿por qué a nosotros? Poco después, nos preguntábamos: ¿y por qué no? Ahora y desde hace mucho tiempo, nos preguntamos: ¿cómo podríamos vivir sin él?"

El poeta persa Rumi decía con gran sabiduría: "A medida que comienzas a andar fuera del camino, el camino aparece". No puedes descubrir 'nuevos' mundos con ojos 'viejos'. Si no dejas atrás el pasado, el pasado te persigue. No puedes encontrar tus propias riquezas si caminas por donde siempre has caminado. Es dar vueltas en círculo. Más de lo mismo. Rumi añade: "Debes derribar partes de un edificio para restaurarlo y lo mismo ocurre con una vida que no tiene espíritu".

Para ello tienes que enamorarte de la incertidumbre y confiar. Poner punto y final a ciertas cosas para dejar espacio a otras. Hay que estar dispuesto a abandonar lo que uno es ( Dejar ir) para convertirse en lo que puede llegar a ser. Soltar lastre. No te aferres a tiempos pretéritos. Ábrete a la vida, y no te inquietes, ni apresures. Ten paciencia y todo se irá encajando. El escritor portugués Fernando Pessoa decía:

"Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado siempre al margen de nosotros mismos".

Si te atreves, siempre creces, aunque duela. Si no te atreves, retrocedes, aunque no quieras. No hay término medio. La decisión es tuya, te pertenece (siempre)

4. CONSOLIDACIÓN DE LA SITUACIÓN.
Los procesos de cambio no son automáticos, sino graduales, llevan tiempo y exigen constancia y paciencia en una dirección determinada. Nunca se producen tan rápido como desearíamos. Además, hay que ser extremadamente disciplinados para cumplir el Plan de Acción y no saltárselo ningún día, porque el ser humano tiende siempre a lo cómodo. Jim Rohn, uno de los personajes de referencia de Aprendiendo de los mejores (Alienta, 12ª edición) decía: "El éxito no es otra cosa que la aplicación diaria de la disciplina. En esta vida tienes que pagar uno de estos precios: o pagas el precio de la disciplina por luchar por tus sueños o pagas el precio del arrepentimiento por no luchar por tus sueños. El dolor de la disciplina pesa kilos, pero el dolor del arrepentimiento pesa toneladas".


Las tentaciones para no hacer lo que tiene que ser hecho siempre existen en los procesos de cambio, y hay es donde debemos demostrar voluntad para controlar las circunstancias o ser víctimas de ellas, ya que si flaqueas una vez, flaquearás más veces. Aquí también nos sirve de referencia el número uno del tenis mundial, que cuenta en Rafa, mi historia de John Carlin:

"La verdadera prueba se produce esas mañanas que despiertas después de haber trasnochado mucho y lo que menos deseas es levantarte y entrenar sabiendo que vas a tener que trabajar muy duro y que vas a sudar a mares. Es posible que por un momento se establezca un debate en tu mente: ¿Y si me lo salto hoy, sólo por esta vez? Pero no escuchas el canto de sirena que suena en tu mente, porque sabes que de ese modo acabas cayendo por una pendiente peligrosa. Si flaqueas una vez, flaquearás más veces".