No es sencillo ir a trabajar o mantener nuestro ritmo de vida usual cuando existe algo que está afectándonos a nivel sentimental. Ya sea un corazón roto, un duelo por la pérdida de una persona cercana, o alguna situación similar, las emociones tienen la capacidad de interferir con nuestro estado de ánimo, cambiándolo e incluso logrando que no demos el 100% de nuestra capacidad.
A pesar de que tengamos control de nuestras emociones gracias al uso de la inteligencia emocional, eso no quiere decir que dejemos de experimentar sentimientos que en ocasiones pueden ser paralizantes. Para saber un poco más acerca de la inteligencia emocional y cómo ponerla en práctica, mira este artículo de Gananci.
El meollo del asunto es que a pesar de que tengamos todo el derecho de experimentar toda la gama de emociones que nuestro cerebro nos permite, lo más saludable es no engancharnos en las negativas. Cuando lo hacemos, estas dejan de ser emociones y se convierten en estados de ánimo por los cuales nos regimos, es decir, se vuelven parte de nuestra conducta, lo que es peligroso cuando los estados de ánimo son negativos.
También debemos destacar que el miedo a que las emociones se instalen y se conviertan en estados de ánimo no es razón para que reprimamos los sentimientos, ya que al final de cuentas eso puede dar el resultado contrario a lo que queremos. Lo mejor es dejar fluir las emociones, pero con equilibrio y tomando consciencia de las cosas que nos convienen.
“Lo mejor es dejar fluir las emociones, pero con equilibrio y tomando consciencia de las cosas que nos convienen”Twitéalo
Si en este momento no sabes cómo recuperar ese equilibrio, o las emociones negativas están evitando que te desarrolles a tu máximo potencial debido a una situación reciente que te haya marcado, este artículo para ti.
Cuando dejas que sea la tristeza la que te embargue y esta empieza a tomar terreno en otros aspectos de tu vida, como el profesional, necesitas hacer algo. Si dejas que estas emociones sigan desarrollándose y creciendo más aun, las mismas serán como una bola de nieve que afectarán todo a tu alrededor, haciéndote caer en un peligroso ciclo.
Para que eso no te ocurra, mira a continuación algunas recomendaciones apra que no debas sacrificar tu productividad aunque te sientas emocionalmente afectado:
1. Hablemos de los tiempos
Esto es lo primero que debes tomar en cuenta ya que si se trata de una situación demasiado reciente, lo más probable es que debas permitirte entrar en un estado parecido a una hibernación. En él te permites estar triste y ahorras energía debido a que los químicos de tu cerebro se encuentran un poco austeros.
El tiempo de recuperación no es el mismo para todas las personas y también dependerá de la gravedad del asunto, por eso no podemos decirte que si luego de 3 días, una semana o un mes debes salir a enfrentar el mundo como si nada. Cada persona tiene sus propios procesos y deben ser respetados.
Pero si ya ha llegado el momento en el que dices que es suficientey no quieres que la manera en cómo te sientes afecte directamente tu ejercicio profesional, ya es momento de tomar acción. No será sencillo, pero valdrá la pena.
2. Recuerda que todo es temporal
Este pensamiento te dará consuelo y fortaleza para seguir adelante debido a que, aunque creas que tus sentimientos son muy pesados y te cuesta sobrellevarlos, el ser humano tiene esa maravillosa capacidad de adaptación, por lo que eso que te está abrumando ahora, será cosa del pasado más adelante.
Nada dura para siempre, así que vívelo porque lo que en este momento te está afectando se desvanecerá cuando menos lo esperes.
3. Divide las actividades en tareas más pequeñas y realizables
Cuando haces eso te das la oportunidad de ir parte por parte. Cada pequeña tarea realizada es un logro que puedes celebrar así sea para ti mismo y que te dirá que sí eres capaz de hacer lo siguiente que tengas pautado.
Algo que también puede ser útil para ti es mantener el pensamiento positivo, estas frases motivacionales de Gananci pueden hacerte reflexionar al respecto.
4. Ve en contra de tu primer instinto
Cuando nos sentimos tristes, nuestro comportamiento va a ser poco enérgico y las ganas de realizar las actividades que normalmente hacemos sin mayor esfuerzo, ahora lo requerirán. Lo que importa acá es que no te dejes llevar por ese primer instinto que es el de ahorrar energía, sino que intentes y vayas más allá dando el extra que necesitas para lograr tus objetivos.
Cuando esa temporada pase y quede como un recuerdo quizá amargo o quizá del que lograste obtener un aprendizaje, evitarás tener arrepentimientos por el trabajo acumulado y el tiempo desperdiciado.
Cada vez que lo hagas serás capaz de dar más y más. Además, el hecho de mantener ocupada tu mente te ayudará a sanar. En caso de que esto no pase, no está de más buscar ayuda profesional para descartar depresión y sus terribles efectos o tratarla, en caso de estar sufriendo de esa enfermedad sin saberlo.
Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.