Cuando estamos comenzando un negocio, estamos ansiosos por pedir consejos. ¿Cómo podemos estar entonces seguros de que estamos tomando las decisiones correctas?
Aunque nos convenga pedir consejos, hay momentos en lo que debes empezar a confiar en ti mismo para orientarte. El problema es que siempre habrá otro libro del que te puedas beneficiar. Siempre habrá otro artículo online que te ayudará y otra persona con la que puedas contar.
Te darás cuenta de que estás confiando en las mismas fuentes para que tomen las decisiones por ti.
Muy temprano en mi carrera, desarrollé productos para diversas industrias. Cuando se trataba de marketing, consultaba a mi esposa, ya que ella tenía un título de marketing de la Universidad de Northwestern y estudios en Standford. Además, había trabajado en numerosas empresas de productos de consumo y se convirtió en la vice presidenta de marketing en E. & J. Gallo Winery. Es bastante obvio decir que tenía más experiencia que yo en el tema.
Cuando sufría para tomar una decisión de marketing, le pedía ayuda y un consejo. Ella era mi bastón aunque me estaba apoyando demasiado. Era fácil culparla cuando en realidad algo me detuvo. Debía tener total confianza en mi habilidad para tomar decisiones si quería avanzar. Empecé a tomar mis propias decisiones y para mi deleite, eran muy buenas. Como resultado no sólo crecí como emprendedor, sino también como persona.
Para aquellos que están paralizados con miedo y buscan desesperadamente a alguien en quien apoyarse, escuchen. En algún punto, tarde o temprano, vas a empezar a tomar tus propias decisiones como emprendedor. Aquí hay unos tips para tomar las mejores:
1. Lee tanto como puedas, luego deja de hacerlo. He conocido a muchos emprendedores que usan los libros como muleta. Siempre buscan el siguiente para leerlo. A mí me gusta leer libros de autoayuda, pero hay mucha información allá afuera. Puede ser paralizadora, no te excedas y aprende con la práctica.
2. Dale importancia a buscar diferentes perspectivas. Cuando hablamos con las mismas personas, en particular con gente que nos quiere, tenemos un punto de vista limitado. Si de verdad estás interesado en aprender de otros, busca deliberadamente a aquellos con una perspectiva diferente.
Es fácil (y aburrido) escuchar a gente compartir tu punto de vista. Tomarás mejores decisiones si te obligas a pensar sobre nuevos aspectos de los mismos problemas. Ninguna decisión es blanca o negra y tu pensamiento tampoco debería de serlo.
3. Sé flexible. La única manera de seguir tomando buenas decisiones como emprendedor es teniendo la mente abierta. Es un hecho que si algo no va acorde al plan las cosas cambian y ser un emprendedor significa estar dispuesto a tomar ese riesgo.
Si aún estás obsesionado por escuchar lo que salió "mal" o con la creencia de que tu plan original va a funcionar, puedes terminar fallando al perseguir una opción emocionante y diferente para ti y tu negocio. Deberías tener un plan de juego, pero ese es más probable que termine viéndose como zigzag que como una línea recta.
4. Sé dueño de tus decisiones. Son tuyas y de nadie más. Si algo sale mal, no culpes nadie sino a ti mismo. ¿Cómo vas a aprender de la experiencia si abdicas la responsabilidad?
Parte de lo que disfruto de ser un emprendedor es el hecho de que tomo mis propias decisiones. Al final del día, ya sean buenas o malas, todas son mías. Si eres como yo, la realidad es aterradora, maravillosa y totalmente provechosa.
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