Han pasado exactamente 40 días desde las elecciones del 20-D y los líderes políticos españoles siguen sin entender el claro mensaje que han dejado las urnas: Negocien, pacten, hablen, consensúen, cedan, pongan programas encima de la mesa, atiendan el interés general, construyan, no destruyan, piensen en positivo, solucionen problemas, bajen a la calle, aparquen el macarrismo político, sepan estar y callar, sean discretos, hagan política de altura…
Pero nada. Llevamos 40 días de patio de colegio en los que sólo hablan de sillones, grupos parlamentarios, ministros, presidentes, expresidentes, vicepresidentes, gallineros, imputados, mordidas… 40 días de espera y siguen erre que erre sin hacer caso a lo que dijo la calle y grita el sentido común. 40 días sin reunirse y ganando boletos para que definitivamente no nos creamos que ha llegado la nueva política. Frustrante futuro.
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