Familia innu en 1898
McCord Museum - Fuente
Una gran celebración el 18 de abril pondrá fin a una larga marcha que se ha prolongado durante más de cuatro mil kilómetros. El pasado invierno del año 2009, Michel Andrew, apodado “Gigante”, inició esta particular travesía con el objetivo de denunciar la situación de su pueblo, la comunidad innu que habita en las regiones de Quebec y de Labrador, en Canadá. Uno de los grupos indígenas que, en la actualidad, se está viendo más afectado por los procesos derivados de la industrialización y el progreso sin respeto al medio ambiente y a las comunidades que tradicionalmente habitaban esos territorios.Los innus de Canadá
Grupo de innus en 1920
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“Gigante” ha logrado cruzar los cuatro mil kilómetros que atraviesan Nitassinan, el territorio ancestral de la comunidad innu en el este de Canadá. Cargando un equipo mínimo, ha realizado esta marcha en solitario, sólo acompañado al final del trayecto por otros cuarenta innus. Con esta acción, “Gigante” pretende denunciar la angustiosa situación de su pueblo, azotado por la diabetes, por el alcoholismo y con una tasa de violencia y de suicidio especialmente alta y, por lo tanto, alarmante.La llegada de la industrialización a los territorios tradicionalmente ocupados por los innus supuso el desajuste de sus formas de vida ancestrales. Este pueblo era nómada, dedicado como actividad principal a la caza del caribú, especie migratoria. Sin embargo, las autoridades canadienses impusieron programas de sedentarización que han abocado a los innus a perder sus formas de vida. Entre las consecuencias más palpables de estas políticas se encuentra la alta tasa de diabetes, que llega a alcanzar un 9 por ciento, y de alcoholismo.Michel Andrew “Gigante” considera necesario que su pueblo vuelva a “nutshimit”, la naturaleza, para poder recuperar las formas de vida ancestrales y la dignidad del pueblo innu.
La minería supone una grave amenaza
medioambiental para los innus
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Survival Internacional ha denunciado al Gobierno de Canadá por su política respecto a los innus. Sus territorios han sido ocupados por las explotaciones mineras, las grandes centrales hidroeléctricas y las carreteras, acabando con toda posibilidad de que este pueblo siga viviendo de los recursos naturales, la caza, la pesca y la recolección, como había hecho hasta entonces. El 21 de diciembre de 2011 Survival denunciaba la dramática situación de los rebaños de caribúes en la zona, cuyas poblaciones, en situaciones extremas, se habían visto reducidas casi en un 92 por ciento.Como ha declarado el director de Survival International, Stephen Corry: “Esta hazaña ha generado autoestima y orgullo colectivo de ser innu, algo que el Gobierno y la Iglesia trataron por todos los medios de erosionar. Muestra que, a pesar de las injusticias y tragedias de los últimos años, el excepcional espíritu innu sigue siendo fuerte”.Luis Pérez Armiño