444.- "Desde que me cansé de buscar he aprendido a hallar."

Por Ignacionovo
Autor: Friedrich Nietzsche. No conocía la madera de sándalo, pero le habían hablado mucho al respecto de sus inagotables propiedades y múltiples virtudes. Tanto le habían hablado, que nació en él un fuerte deseo por poseer un trozo de esa madera tan apreciada y reconocida.

Decidió escribir a sus amigos con el fin de pedirles que le enviaran una muestra, aunque tuvieran que emplear para ello todo el esfuerzo del mundo e incluso, si para conseguirla tenían que pagar una desproporcionada cantidad de dinero. Él les compensaría más tarde con largueza.Personalizó cada una de las cartas y empleo días, semanas y meses completos en ello, hasta tenerlas todas perfectamente redactadas.Una vez hubo terminado el duro trabajo, llamó a su sirviente y le pidió que distribuyera la correspondencia entre sus muchos amigos repartidos por todo el país.

- ¿Puedo hacerle una pregunta señor?, le dijo el asistente.- Claro. Dime amigo: ¿qué es lo que te preocupa?- ¿Qué puede ser tan importante como para que haya empleado tanto tiempo y esfuerzo?Él procedió a contarle el motivo de las cartas y la petición expresa que trasladaba en cada una de ellas a sus amigos.El sirviente abrió los ojos confundido y no ocultando su sorpresa, le contesto:-Señor, si me hubiera contado antes el motivo de su empeño y sacrificio, yo le hubiera dicho que la madera del lápiz con el que ha estado escribiendo cada una de las cartas a sus amigos, es del mejor y más oloroso sándalo que hay en el país. Yo mismo me he encargado de la compra y puedo asegurarle que no hay sándalo mejor en toda la comarca, que el de su propio lápiz.

Muchas veces tendemos a pedir lo que ya tenemos y a buscar lo que nunca hemos perdido. Demasiadas veces vamos en pos de una felicidad que ya poseemos o que no se encuentra en otra parte que no sea en nosotros mismos.
La felicidad, presumo, no es algo lejano e inalcanzable, y no depende, como solemos pensar, de las circunstancias. Los objetos y los eventos no son sus causas. Es una parte inseparable de nuestra conciencia que está oculta, cubierta por nuestros pensamientos, interminables deseos y constantes preocupaciones.
Hay que desapegarse de lo que ocurre fuera de nosotros, que a veces será positivo y otras veces negativo. Ser integro y no dejar que nuestros sentimientos estén influenciados por cada pequeño golpe del viento. Si podemos convencernos de que estar relajados y tranquilos en todas las situaciones, es la mejor manera de enmendarlas, habremos dado un paso crucial.
Cuando la habitación de la mente se llena de deseos, invitamos a entrar a la preocupación o al miedo de no lograrlos, sin entender que muchas veces conseguimos lo que anhelamos, no cuando vamos tras ello incesantemente y sin desmayo, sino cuando nos despreocupamos del resultado y simplemente seguimos haciendo lo que debemos hacer, ya sin tensión y sin angustia. Cuanto más corremos hacia algo, quizá más lejos estamos de lograrlo.
Reflexión final: La felicidad está dentro de ti y no es necesario esperar a que venga,. Una mente tranquila y distante, es la puerta a la verdadera felicidad. Y la forma de pensar es siempre nuestra elección.