489.- “Se buscan hombres para viaje peligroso”

Por Ignacionovo
Anuncio publicado en “The Times” en 1914: “Se buscan hombres para viaje peligroso. Salario bajo, frío agudo, largos meses en la más completa oscuridad, peligro constante, y escasas posibilidades de regresar con vida. Honores y reconocimiento en caso de éxito.” (Sir Ernest Shackleton)
¿Quién hubiera, en su sano juicio, respondido a anuncio de estas características? Salario bajo, frío, oscuridad, peligro de muerte…, aparentemente lo más parecido a un viaje al infierno y sin garantía de retorno. Pues más de cinco mil personas contestaron a tal propuesta suicida y solo se necesitaban cincuenta y cinco tripulantes.
Ernest Shackleton, explorador irlandés, tuvo una vida de leyenda y pasó a la historia como un líder genuino capaz de agrupar y cohesionar a un equipo y prepararlo para soportar, hasta el extremo, las peores condiciones y las mayores adversidades.
En aquella época, principios del siglo XX, el interés de los exploradores se centraba en el Antártico. Más concretamente en alcanzar el Polo Sur; hazaña lograda por Roald Amundsen en 1911. Esto, que debería haber puesto punto y final a las expediciones antárticas, no hizo más que avivar el interés por las mismas, lo que permitió a Sir Ernest Shackleton financiar y armar una nueva expedición: la Imperial Trans-Antártica.
El barco de Shackleton, "Endurance", que partió de Inglaterra el 8 de agosto de 1914, empezó a tener problemas en enero de 1915, cuando el buque quedó atrapado en el hielo invernal. Pasaron los meses y la situación se agravó, lo que llevó a Shackleton a dar la orden de abandonar definitivamente el barco, llevándose los botes salvavidas y preparándose para resistir el más duro ejercicio de supervivencia al que se podía enfrentar un ser humano por entonces.
Durante dos meses permanecieron sobre un bloque de hielo, a la deriva, esperando que las corrientes les acercasen a alguna isla. Como tal cosa no sucedía, zarparon en los botes salvavidas para llegar  tras un viaje de siete días, a la inhóspita isla Elephant; batida por incesantes lluvias y vientos, fuera de toda ruta marítima y con escasas fuentes de alimento.
Tras unos meses más de estancia en aquel infierno, Shackleton toma conciencia de que debe formarse un reducido grupo de hombres que emprendan una de las mayores locuras de la historia: navegar mil trescientos Km., a mar abierto, en un bote de siete metros, en mitad de olas gigantes y vientos huracanados, hasta la isla de South Georgia. Consiguen, pese a todo, su objetivo de alcanzar zona habitada, pero los intentos de Shackleton de regresar a la isla para rescatar a sus hombres, no fueron sencillos. En agosto de 1916 el explorador consiguió arribar a la costa de la isla Elephant donde, contra todo pronóstico, pudo finalmente rescatar a los veintidós miembros de su tripulación. Ni uno solo de ellos murió.
Reflexión final: "El hecho de triunfar no consiste en vencer siempre, sino en nunca caer en el desánimo." (Napoleón Bonaparte)