El rey del soul sin duda fue, es y será Otis Redding (en dura pugna con Sam Cooke), su habilidad para transmitir emociones y su tremenda voz, dulce en las baladas y desgarrada y visceral en las marchosas, quedan ya para la historia, pero ojo, sin olvidarnos de que también llevaba y de qué forma muy dentro el rock and roll. Tal día como hoy fallecía en un accidente de aviación a los 26 años, del que sólo sobrevivieron 2 miembros de su grupo de acompañamiento, Bar-Keys (James Alexander y Ben Cauley).No me quiero ni imaginar todo lo que hubiera dado hasta hoy de haber seguido vivo, una locura con toda probabilidad, ya que su amplitud de miras y sus grandes influencias le concedían una evolución fantástica.
La música popular perdía a uno de los mejores cantantes de la historia, un artista total que le había dado un esplendor maravilloso al soul, y que por si fuera poco se encontraba en su momento más álgido cuando se fue para siempre. De hecho, al poco de morir, Sittin' on the dock of the bay alcanzaba el número 1 en 1968. La gran estrellaza de la música negra no podía ver como aquella pieza, descrita por él mismo como una composición de folk-soul (influenciada por los Beatles y su Sgt. Peppers), se convertiría en su mayor éxito, y de hecho era su trampolín definitivo al mundo del pop.Hoy me centro en el disco de 1966 Complete & Unbelievable-THe Otis Redding Dictionary of soul, uno de sus mejores trabajos (realmente no tuvo ninguno menor), y que comenzaba con el temazo Fa-Fa-Fa-Fa-Fa (Sad Song) que os pongo hoy, delicia absoluta, un medio tiempo que hacía como si fuera fácil y con esos vientos de acompañamiento portentosos y su voz rota... bufff.
Os dejo con esa maravilla de tema que es Fa-Fa-Fa-Fa-Fa (Sad song).