La madre abandona al bebé y Madeleine, tras intentar, con escasa fortuna, que alguien lo adopte, decide quedarse con él.
El corazón del niño, Jack, es frágil y Madeleine le da tres consejos:1º.- No toques las agujas de tu corazón.2º.- Domina tu cólera3º.- Y más importante, no te enamores jamás de los jamases. Si no cumples estas normas, la gran aguja del reloj de tu corazón traspasará tu piel, tus huesos se fracturarán y la mecánica del corazón se estropeará de nuevo.
Este es, en síntesis, el argumento de un libro delicioso: “La mecánica del corazón”, del autor francés Mathias Malzieu.
Detengámonos en el “[…] y más importante, no te enamores jamás de los jamases”. Hay personas que se sienten tan vulnerables ante el amor que se prometen (con evidente candidez) no volver a enamorarse nunca más. Sufrieron tanto, que el solo hecho de plantarse de nuevo ante la posibilidad de repetir todo aquel ciclo de éxtasis/dolor, se les hace insuperable.
Incluso navegando por internet he dado con instrucciones, no sé si demasiado efectivas, para evitar los enamoramientos. En ellas se recomienda, por ejemplo, comparar a la posible pareja con otra persona mejor, de tal manera que el candidato/a salga perdiendo en la equiparación. También se aconseja analizar las actitudes del posible amor desde un punto de vista negativo; siempre se encontrarán razones para el rechazo. Pensar en uno mismo/a y en las restricciones de tiempo que podría significar la relación. Comparar su mundo con el nuestro: tal vez demasiado lejos, tal vez demasiado cerca. Revisar las veces anteriores que te enamoraste; parecía muy bonito al comienzo, y mira como terminó. Reflexionar sobre el hecho de que es probable que no te estés enamorando de esa persona, sino que sea una excusa para escapar de la soledad...
Afortunadamente, cuando el amor llega de verdad nada de lo antedicho funciona y nadie puede evitar, conscientemente, el proceso mágico que desencadena. Solo cabe desear que esta vez salga bien y que sea la definitiva…
Reflexión final: “Muéstrale tu verdadero corazón, es el único truco de magia posible. Si ella ve tu verdadero corazón, tu reloj no la va asustar.” (La mecánica del corazón)