A partir de ese día ya nunca volveríamos a ser los mismos.
Embarcarme en esta aventura dio sentido a este blog y con el paso del tiempo terminó dando sentido a mi vida, ya que durante todos estos años he seguido manteniendo ese espíritu que se pedía como requisito para participar en el programa de becas ICEX, estar dispuesto a viajar y a dejarlo todo por la experiencia de vivir en otro país. Pasar un año destinado en el exterior me hizo ver las cosas de forma distinta. Me hizo darme cuenta de que vida sólo hay una y no podía desaprovecharla viendo pasar los días encerrado en un minúsculo rincón de este vasto planeta. Viajar, ver mundo y descubrir otras culturas, todo ello despertó en mí un sentimiento de felicidad nunca antes conocido. Me hizo sentir vivo. Desde entonces, ya no concibo la vida sin viajar y sin moverme por diferentes lugares.
Para muchos de mis compañeros aquel no fue simplemente el mejor año de nuestras vidas sino que la vida misma nos cambió por completo. Algunos regresaron completamente enamorados de su destino, algunos se habían marchado sólos y volvieron a casa acompañados de alguien que habían conocido en tierras exóticas, algunos decidieron no regresar a España y hacer de aquel país extraño su nuevo hogar, algunos retornaron pero tarde o temprano su inquietud les llevó a hacer las maletas de nuevo y comenzar otra etapa como expatriados.
En cualquier caso, ninguno sabíamos lo que nos esperaba por delante y todos recordamos aquella primera semana de Octubre de 2007 en la que embarcábamos rumbo hacia lo desconocido, con un nudo en el estómago, sin saber las muchas experiencias que viviríamos y hacia dónde nos llevaría la decisión que habíamos tomado.
Hoy se cumplen 5 años de aquel histórico momento y esta semana entra en servicio la vigésima y última promoción de becarios ICEX de Informática. El programa desaparece para siempre y con él se entierra el sueño de vivir una gran aventura para muchos jóvenes. Hoy más que nunca, cuando ya tengo decidido regresar al destino del que me enamoré, me siento muy afortunado por haber sido partícipe de esta experiencia junto al resto de mis compañeros, con muchos de los cuales todavía mantengo una estrecha amistad. Soy lo que soy gracias al programa de becas ICEX.
Va por vosotros, compañeros.