5 argumentos contra la captura y almacenamiento de carbono (CCS)

Por Pistachez

Los científicos recomiendan que las medidas para arreglar el desbarajuste climático empiecen ya, y no en 5-10 años. Por este motivo, SOS Clima os presenta 5 razones por las cuales la tecnología de la captura y almacenamiento de carbono (CAC) desaparece de la lista de soluciones genuinas para abordar el cambio climático.

Hipoteca ambiental para las generaciones venideras: la captura y el almacenamiento de carbono es un proceso consistente en la separación del CO2 emitido por grandes fuentes puntuales de la industria, su transporte a un lugar de almacenamiento y su aislamiento de la atmósfera a largo plazo inyectándolo en cierto tipo de formaciones geológicas (el vertido al mar es descartable por la acidificación que causa).

Sigue promoviendo la adicción al carbono: el almacenamiento de CO2 es una baza para los grandes contaminadores, eléctricas y cementeras sobre todo, más por su capacidad de desactivar la preocupación de la opinión pública que por su efectividad para paliar el cambio climático. Su desarrollo futuro ha sido muy promovido por el sector del carbón, como justificación para la construcción de nuevas centrales eléctricas con ese combustible.

Sólo va a beneficiar a las grandes empresas: su viabilidad todavía está investigándose, y cabe pensar que si el almacenamiento de CO2 sólo es útil para grandes centro emisores puntuales y no para sectores difusos, ¿porqué ha de encargarse el Estado de liderar el desarrollo de esta tecnología que es para el beneficio de grandes empresas?

Dudosos beneficios y 'vampiro' de las renovables: es muy dudoso que el almacenamiento de carbono rinda beneficios netos para frenar el cambio climático, pero en cambio es seguro que absorberá financiación que debería dirigirse a renovables y eficiencia y que fomenta la construcción de nuevas instalaciones de carbón.

Herramienta de mitigación errónea: cuando observamos el panorama completo y no una sola planta en un momento puntual, es obvio que la CAC no funciona. Instituciones como la Agencia Internacional de Energía deberían revisar sus planteamientos. En la lucha contra el cambio climático, el presupuesto global de carbono es muy pequeño. Según la ciencia, nuestras emisiones deben empezar a decrecer antes de 2015. Cualquier herramienta de mitigación debe considerarse desde esta perspectiva, de manera que la CAC no tiene sentido, primero porque es imposible que pueda comenzar a tiempo y segundo porque la CAC será ineficiente y extremadamente costosa.

En el mapa del Centro Escocés para el CAC podemos ver los proyectos de este tipo de planta en el estado español, uno en El Bierzo (León), y otro en Perales de Tajuña (Madrid), para 2045 y 2017 respectivamente.


CAC-CCS en España – Artículo en SOS Clima


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