Para ser un buen escalador con la bicicleta de montaña no es suficiente con estar muy bien entrenado y pesar poco. Aunque es cierto que esos dos factores son fundamentales y muy importantes, no son los únicos que van a entrar en juego para realizar buenos ascensos.
Sube de forma progresiva
Este consejo es válido para aquellas ascensiones que tengan una cierta longitud. Es mucho más eficaz afrontar un ascenso yendo de menos a más que comenzando a tope. Si comenzamos a tope corremos el riesgo de acabar agotándonos cuando aún no hayamos terminado de subir.
Con la bicicleta de montaña es más efciaz subir sentado que de pie. Si nos ponemos de pie corremos el riesgo de que la rueda trasera nos patine, sobro todo si nos estamos enfrentando a una subida que tenga el terreno muy suelto.
Para ascensiones que tengan pendientes muy pronunciadas es recomendable sentarnos en la punta del sillín y adelantar todo nuestro tronco. De este modo estaremos desplazando nuestro centro de gravedad hacia abajo y hacia adelante.
Así las ruedas tendrán una mayor tracción y evitaremos que la rueda delantera se levante y pierda contacto con el terreno.
Presión en los neumáticos
La presión en los neumáticos es crucial en el ciclismo de montaña. Generalmente tendemos a llevar presiones altas porque tenemos el concepto de que la bicicleta correrá más.
Pero es un error, ya que presiones demasiado altas harán que perdamos tracción. Por lo tanto para afrontar ascensos, sobre todo con terreno suelo, es más recomendable que la presión sea más bien baja, siempre adaptada al peso de cada ciclista.
Una ascensión nos va a demandar un esfuerzo extra de nuestro organismo. Por lo tanto es recomendable comer antes de comenzar la ascensión para que esa comida la pueda metabolizar nuestro organismo antes de comenzar a subir.
Para subidas cortas y explosivas es recomendable tomar algún gel energético, ya que su metabolización es muy rápida. Sin embargo, si la subida es larga podemos optar por las barritas, que nos van a proporcionar energía a largo plazo.
Psicología
En las ascensiones largas es muy importante la . Si por ejemplo nos vamos a enfrentar a una ascensión de 10 km no podemos ir pensando desde que comenzamos a subir que nos quedan 10 km, ya que nos podemos venir abajo psicológicamente.
Por ello es recomendable marcarse pequeños objetivos, que puede ser una curva, un árbol, una señal. De este modo la subida se nos hará mucho más llevadera y nuestro rendimiento será superior y conseguiremos ser un mejor escalador.