Londres es una ciudad enorme donde además de caminar muchísimo si quieres hacer buen turismo, debes sumarle que constantemente tienes que estar subiendo y bajando escaleras, el metro, el bus, edificios, puentes… Es cierto que es una de las ciudades más “baby friendly” que te puedes imaginar ya que en cuanto a tiendas, museos, restaurantes… piensan siempre en los pequeños y tienen rincones adaptados a ellos en casi todas partes. Pero para moverse por la ciudad, la cosa cambia.
En general, las distancias son muy largas y no es fácil compaginar los horarios de nuestros hijos (sobretodo si son bebés) con el frenesí que se respira en esta ciudad. El volver a casa para comer o hacer la siesta se vuelve casi en misión imposible, o si lo hacemos, perdemos parte del día desplazándonos.
Así que esta semana os traemos 5 consejos, vividos en nuestra propia piel, para ayudar a esas familias que estáis pensando venir a Londres:
ALOJAMIENTO CÓMODO Y EN ZONA 1: Este punto es muy importante, parece una tontería pero el hecho de estar en zona 1 quiere decir que te encuentras a tiro piedra del centro con lo que te puedes desplazar de una forma relativamente rápida del centro a casa y viceversa. Lo mismo se agradece que sea un lugar cómodo. A veces vale la pena gastar un poco más de dinero pero estar en un apartamento o hotel con todas las facilidades (posibilidad de cenar ahí, camas cómodas, baño privado con todo lo necesario,…) que no gastar menos y acabar una habitación diminuta donde tus hijos no tengan ni espacio de moverse o jugar si lo necesitan.
SEGUIR SU RITMO: Imagino que este punto lo sabemos todos, sobretodos aquellos que somos padres, peor a la gran mayoría se nos olvida cuando se trata de ir a un lugar nuevo de vacaciones. Y es que es tan importante, o más, que cuando estamos en casa. Seguir el ritmo de nuestros hijos es lo que les da seguridad y tranquilidad, con lo que si respetamos sus horarios de comida y sueño, nuestras vacaciones serán mucho más llevaderas que si les cambiamos todo. Evitaremos niós enfadadas y de mal humor.
MOVERSE EN BUS O ANDANDO: Este punto va enfocado sobretodo para aquellos papas que lleváis el cochecito. El metro en Londres esta genial, pero hay muchas paradas que no disponen de ascensores e incluso algunas, no tienen ni escaleras mecánicas. Así que para evitar cargar con el cochecito lo mejor es el bus, entras y sales sin problemas. Sino, la otra opción, es caminar. Como he dicho antes, si podéis estar en zona 1 tendréis cualquier punto del centro a tiro piedra, a´si que os daréis largos paseos pero también disfrutaréis de la ciudad como nadie.
NO PIERDAS A TU HIJO DE VISTA NI 1 SEGUNDO: Este punto es super obvio, pero me gusta remarcarlo por si a caso. Londres es tan grande que a la que te descuidas hay 50 personas pasando entre tu y tu hijo, así que lo mejor es llevarles cogidos de la mano constantemente. En el caos de los niños de 1 a 3 años la cosa se complica todavía más, incluso me atrevería a decir que lo mejor en estas edades son los arneses de seguridad para niños, soy muy anti de utilizarlos pero en una ciudad como Londres la idea no es del todo descabellada. Si no te gusta la idea, deberás tener a tu hijo siempre en brazos o sino en su cochecito, nada de caminar solo a no ser que estéis en una zona tranquila y dedicada a ellos.
VISITA OBLIGADA A HAMLEYS Y DISNEY STORE: Hay muchísimas actividades dedicada a los niños en Londres, incluso hay museos increíbles como el de la Naturaleza o el de la Ciencia, pero nada mejor que estás dos tiendas para hacerles perder la cabeza. Después de tanto museo, caminar, edificios, fotos, los niños se saturan y que mejor que dedicarles una tarde y llevarles a 2 tiendas que no querrán dejar jamás. Hamleys (situado en Regent’s Street) es una tienda de 5 plantas enormes con todo tipo de juguetes, desde peluches, pasando por las clásicas muñecas, camiones, trenes y llegando a los Lego y las video consolas más modernas. En cambio la Disney Store (situada en Bond Street, justo delante la parada del metro) es ideal para vivir la magia de Disney. Ahora por ejemplo esta todo ambientado en el gran film de Frozen, y te puedo asegurar que cualquiera que entra no se va sin comprar alguna cosita.
Viajar con niños no es fácil, pero no olvides que tampoco lo es para ellos. Así que intentemos adaptarnos al máximo posible para intentar que la escapa sea de lo más placentera para todos. Y seguro que respetando nuestros tiempos y dedicando un poquito de tiempo a cada uno de la familia el viaje será mucho más divertido!
¿Tienes algún otro consejo que te gustaría compartir? Estamos deseando escucharlo!!