Todos los que me leáis un poquito sabréis que no soy uno de los mayores entusiastas de la quinta temporada de Juego de Tronos, la misma que tan injustamente ganó este año el Emmy, esos premios gringos que entregan los cuñaos especializados del mundo de las series. Y es que las cosas hay que decirlas claras: Juego de Tronos es una serie excepcional en muchos sentidos, pero lo que también resulta excepcional es lo sobrevalorada que está y la facilidad con que recibe tantos halagos gratuitos.
La sexta temporada tiene mucho que demostrar, ciertos errores muy graves de la quinta que subsanar, y aquí van 5 puntos que considero que Juego de Tronos debe corregir con urgencia en los episodios venideros:
1) No más violaciones gratuitas: A los guionistas de Juego de Tronos les encanta crear polémica. Como las novelas de George R.R. Martin no tienen suficientes violaciones (nótese el rancio sarcasmo), parece que los productores de la serie de HBO sienten la imperiosa necesidad de incluir aún más. Muy comentada fue la violación (lo fue con todas las letras, no seamos cínicos) de Jaime a Cersei en la cuarta temporada, y aún más debatida ha sido la terrible experiencia de Sansa durante la quinta temporada.
No me malinterpretéis: aunque sea desagradable, creo que es necesario contar estas historias. Es una forma efectiva de hacer crítica y hacernos reflexionar sobre un fenómeno que es una auténtica lacra social -porque no hace falta remontarse a tiempos medievales para hablar de violaciones a mujeres, basta con abrir los ojos hoy día-. No obstante, Juego de Tronos ha planteado estas violaciones de tal forma que se sienten gratuitas, como si fueran un golpe de efecto más que una historia realmente profunda. ¿Dónde están las consecuencias de la violación a Cersei? Y, vistas tantas violaciones, ¿era realmente necesario que le sucediera eso a Sansa? ¿Ha merecido la pena la historia que nos han contado? Yo creo, vista con perspectiva, que no.
2) Dejar de destrozar buenos personajes: Y estoy pensando en ti, Stannis.
Sus neuras
Stannis Baratheon nunca ha sido uno de mis personajes favoritos (de hecho, me parecía un coñazo a ratos), pero resulta admirable la forma en que parecía amar a su hija. La consideraba una Baratheon, la heredera de su linaje. Sin embargo, en la quinta temporada Juego de Tronos planteó otro torpe golpe de efecto: que Stannis la sacrificase para conseguir la victoria. Y esto puede parecer muy dramático, muy "molón", ¿pero tiene sentido que un señor de cincuenta años mate de esa forma a su única heredera? ¿No sería más prudente retirarse y planear mejor el ataque? Mientras que en las novelas nos encontramos con un Stannis complejo que nunca llegó a sacrificar a su hija, con inteligencia, en la serie tenemos, en cambio, un pelele manipulable que con esta acción contradijo todo lo que se nos había contado acerca de él previamente. Pero todo sea por hacer el drama de reglamento en el noveno episodio, por supuesto.
3) No solo vale el paisaje; hay que idear buenos arcos argumentales: La quinta temporada fue muy especial para los españoles, y es que fue la primera que Juego de Tronos decidió rodar parcialmente en España -algo a lo que parece haberlo cogido el gusto, ya que para la sexta tendrá localizaciones en nada más y nada menos que cuatro regiones-. Es por eso que resulta especialmente humillante que el arco argumental de Dorne fuese una mala sitcom. Parece que Juego de Tronos se embobó con la espectacularidad del paisaje y el Alcázar de Sevilla y se olvidó de idear guiones y tramas inteligentes. ¿Ha habido un introducción más decepcionante que la de las Serpientes de Arena? Mientras que Oberyn Martell fue fascinante, su reino, Dorne, fue todo lo contrario. Esto no puede pasarse por alto.
Las culebrillas del chino Dorne
4) Que se vaya de una vez Juan de las Nieves: Pero parece que no me darán el gusto, después de todo. Efectivamente: Juanico mordía el polvo (por fin) en el final de la quinta temporada, y ahí estaba yo, aplaudiendo en cada puñalada. No obstante, todos los rumores apuntan a que Jon Snow volverá... de una manera u otra, lo cual me parece una auténtica traición a la propia esencia de la serie. Juego de Tronos lleva diciéndonos cinco temporadas que cualquier personaje podía morir, y cuando por fin cae una pieza del tablero que realmente parecía clave y trascendental... ¿van a revivirla? Venga ya. Menuda trampa. De nuevo, nos encontramos ante un golpe de efecto completamente hueco.
5) Más y mejor protagonismo para quien lo merece: Juego de Tronos maneja un reparto extraordinariamente coral, y hasta ahora lo ha llevado con más o menos acierto. No obstante, la quinta temporada también se sintió más torpe en ese sentido. Para los próximos episodios, espero que tengan más protagonismo personajes tan fascinantes como Margaery y Olenna Tyrell, Brienne de Tarth, e incluso Tyrion Lannister, que esta quinta temporada ha estado muy desaprovechado. Ese encontronazo entre él y Daenerys Targaryen, después de todo, no fue tan espectacular como habría cabido esperar.
¿Qué opináis vosotros? ¿Le mandáis deberes a Game of Thrones?
Isidro López (@Drolope)