El lenguaje es uno de los ámbitos de desarrollo que más preocupa a las madres y padres, debido a que resulta muy visible y altamente clarificador del nivel de desarrollo cerebral que poseen l@s niñ@s. Y no es para menos; si bien es cierto que un nivel de lenguaje normativo en función de la edad de l@s peques puede indicarnos que todo va bien, cuando éste ámbito del desarrollo presenta dificultades, puede ser momento de acudir al pediatra para poder realizar algún tipo de valoración. Si no sabes cómo hacer para conocer, a groso modo, el nivel de lenguaje de tu hij@, te invito a leer la entrada que publiqué hace algún tiempo «¿Qué debe decir mi hijo/a según su edad?» siempre teniendo en cuenta que el desarrollo de cada niñ@ es diferente y todos necesitan sus tiempos.
Sea como sea, y especialmente en esos niños en los que el lenguaje anda un poco cojo, siempre viene bien trabajar esta área con profesionales y en casa, siempre a través del juego. Las terapias del lenguaje permitirán desarrollar habilidades útiles y potenciarán el aprendizaje de los diferentes ámbitos del lenguaje. En casa, por nuestra cuenta, también podremos reforzar lo aprendido en terapia y adoptar estrategias muy útiles para darle, al lenguaje, ese empujoncito que siempre va bien. Eso si, sin forzarles ni obsesionarnos demasiado. Las siguientes estrategias os servirán para poneros manos a la obra e intentar mejorar aspectos tan importantes como la pronunciación, la pragmática y el aprendizaje de vocabulario.
5 estrategias para mejorar el lenguaje
1-Favorece momentos de conversaciones con tus peques
En nuestro día a día encontramos muchísimas oportunidades para mantener conversaciones con la gente que nos rodea. En general, solemos hablar con nuestros amigos siempre que estamos con ellos, pero cuando estamos con nuestr@s hij@s, suelen producirse muchos momentos de silencio. Cada uno de ellos es una oportunidad perdida de poder conversar y reforzar el área del lenguaje.
Da igual cuantos años tenga nuestr@ hij@; siempre podemos hablar con él/ella. Un niño, por pequeño que sea, es capaz de comunicarse adecuadamente; no solo con sus palabras, sino con sus gestos.
Además, la escucha que realiza el niño/a de aquello que le decimos crea imprentas en su cerebro, registra palabras que pasarán a convertirse en familiares, aumentando su vocabulario aún cuando todavía no sepa reproducirlo.
Por eso, HABLALE siempre que puedas, aunque no pueda contestarte aún, aunque pienses que de poco sirve. ¡SIEMPRE SIRVE!
2-Verbaliza todas las acciones que puedas
Y que tus hij@s te escuchen. De esta manera, reforzarán su vocabulario con tu ejemplo, se familiarizarán con las estructuras de las frases, procesarán su significado y poco a poco te entenderán un poco más.
Además, verbalizar acciones en las que están involucrados tendrá un efecto muy positivo en su desarrollo, pues les aportará seguridad acerca de lo que va a pasar.
3-Limita las pantallas
Está demostrado: los niños y niñas sometidos a largas horas de pantallas (tanto televisión como móviles y otros dispositivos electrónicos) presentan, en mayor medida, problemas en el lenguaje. Ante esta evidencia, saco dos conclusiones:
- Resulta importante apartar a l@s más pequeñ@s de estos dispositivos, limitándolos y favoreciendo un uso adecuado.
- Cobra más fuerza el impacto que causa que la familia le hable al niño/a, que invierta en tiempo de conversación y que le haga caso.
4-Estimular al niño/a
No solo hablarle directamente, sino también jugar con él/ella, y aprovechar el juego para introducir vocabulario. Para ello, podéis usar las 5 actividades para estimular el lenguaje de las que os hablaba el otro día; podéis realizarlas en cualquier momento ¡y son gratis!
5-Llamar a las cosas por su nombre
Durante años se han usado onomatopeyas como conceptos o nombres a la hora de hablar con los más pequeños. Por ejemplo, llamar a los perros «guau guau» o «chicha» a la carne. Estas palabras son reproducidas por los más pequeños en cuanto aprenden a hablar, pero en realidad no están haciendo un uso adecuado del lenguaje; más bien están perpetuando un uso incorrecto del lenguaje, que seamos sinceros, no les sirve para nada.
Si un niño/a es capaz de aprenderse la palabra «guau guau» asociada al perro, es también capaz de aprender su concepto correcto. Lo mismo ocurre con la «chicha» y con otros muchos ejemplos más que aún hoy se encuentran a la orden del día.
Llamar a las cosas por su nombre es el primer paso para potenciar el aprendizaje de un lenguaje adecuado en nuestr@s peques.
Estas 5 estrategias permitirán mejorar el lenguaje desde casa de manera natural, a través de la cotidianidad del día a día. Además, potencian la comunicación y favorecen una relación positiva entre familiares y niñ@s.
Como sabéis, el lenguaje es uno de los principales indicadores de sospecha en much@s de los trastornos de mayor incidencia actual, como el Trastorno del Espectro Autista. En nuestro caso, fue uno de los factores que nos permitieron sospechar el Retraso Global del Desarrollo de mi hijo, y posteriormente, el diagnóstico TEA. Recibe terapia del lenguaje dese que mi hijo tenía poco más de 2 años, y actualmente sigue manteniéndola a los casi 7 años. La seguirá manteniendo durante largo tiempo porque, aunque ha mejorado mucho, aún es el área más atrasada que posee. Aunque posee un nivel de vocabulario fabuloso, muestra muchos problemas para expresar sus sentimientos y entender frases hechas, aspectos que también forman parte de esta área de desarrollo (y que me hicieron sospechar el TEA de mi hijo). En casa también trabajamos mucho para que mejore; es, sin duda, una carrera de doble fondo que parece no tener fin.
Como os digo, mejorar el lenguaje es una carrera de fondo que no parece tener fin. Recibir apoyos profesionales es la clave para notar una mayor mejoría. Reforzar nosotros en casa, con estas estrategias, también. No son las únicas; existen otras muchas estrategias, como cantar y contar cuentos, entre otros, que ya os comenté en mi entrada «5 actividades para estimular el lenguaje de nuestr@s hij@s«. Tómalo en cuenta y ponte a trabajar hoy mism@ para mejorar el lenguaje de l@s más peques de la casa.