5 fantasías femeninas que pocos hombres están dispuestos a cumplir

Publicado el 26 mayo 2017 por Glangocomve @glangocomve

Las fantasías sexuales son un componente de la sexualidad femenina bastante importante. Gran parte de los orgasmos que las mujeres tenemos es gracias a los pensamientos. Nosotras a diferencia de los hombres necesitamos llenar nuestra mente de muchos más componentes eróticos durante el sexo.

Las fantasías en las mujeres varían conforme a sus preferencias sexuales y la experticia que tengan en materia sexual. Por eso, para algunas, una fantasía será tener sexo con alguien menor que ellas, mientras que otras más osadas asumirán como fantasía sexual ser parte de un trío.

Cuando las fantasías sexuales femeninas empiezan a ser un poco más osadas, son pocos los hombres dispuestos a cumplirlas. Hoy les hablaré sobre las 5 fantasías sexuales femeninas que pocos hombres están dispuestos a cumplir. Lo mejor es que lo piense y se le mida cumplírselas a su pareja.

Es la práctica sexual donde un hombre es penetrado analmente por su pareja mujer con un arnés. El arnés es un prototipo adaptable a la cadera que sujeta con firmeza un consolador, estos consoladores pueden ser realísticos y de grandes tamaños, o pueden ser pequeños. Si el sexo anal es una fantasía en la mayoría de los hombres, en las mujeres también los es, pero son pocos los hombres dispuestos a explorar de estos placeres.

Los tríos son seguramente la fantasía sexual más común y cualquier hombre diría que es una fantasía fácil de cumplir. Sin embargo, cuando la fantasía requiere de dos hombres para una mujer, son pocos los hombres dispuestos.

No es una fantasía muy común. Pero sí que es difícil encontrar un hombre que esté dispuesto a realizarla. Esta fantasía implica que el hombre se vista de mujer y actué como tal, la idea es intercambiar los roles completos, desde el preámbulo hasta el propio coito. Pocos hombres están dispuestos a recrearla porque se sienten homosexuales.

Que la pareja las vea teniendo sexo con otro hombre

Es una fantasía sexual común. Sin embargo, en relaciones largas y serias, es una fantasía que pocos hombres están dispuestos a cumplir. Suele hacérseles difícil el compartir a la mujer que aman, termina no ser algo divertido para la pareja, termina siendo una tortura para él.

La sumisión es un tema que por años han venido contemplando las parejas en sus relaciones sexuales y que se experimenta de varias formas. En la actualidad, ser dominado es un tema fácil de asumir para algunos. Pero cuando a la sumisión se le suman la apropiación de roles, son pocos los hombres dispuestos a recrearlas.

En este tipo de fantasías las mujeres quieren verlos convertidos en su mayoría en animales (gatos, perros) o en bebés, los visten como tal y los tratan como tal. En el caso de los animales, ellos no pueden hablar, deben tomar leche y gatear. En el caso de los bebés, ellas les ponen pañales y los cuidan. La recreación de esa fantasía tiene como recompensa sexo salvaje, pero ¿se animaría usted a gatear por un rato para conseguir sexo salvaje?