5 formas de conseguir un baño sin plástico y zero waste (o algo muy parecido)

Por Yve Ramírez @ecocosmopolita

El baño es uno de los espacios en los que mayor cantidad de residuos de plástico generamos. Entre los envases de cosméticos y otros productos de higiene, y los productos desechables o de corta vida, la cantidad de basura generada en un típico lavabo de hoy suele ser significativa. Sin embargo, con unos sencillos consejos, podemos tener un baño sin plástico y casi zero waste o algo muy cercano. ¡Lo prometo!

Ahora, antes de entrar en esos consejos, quiero hacer una reflexión básica:

Antes de comenzar a comprar productos nuevos,
es importante analizar qué necesitamos.

No me canso de decirlo. El primer paso hacia una vida zero waste es consumir menos. Y en el caso de los productos cosméticos y de higiene personal, esto deberíamos escribirlo con MAYÚSCULAS.

Me encanta la cosmética natural. 

Me flipan las texturas, los aromas naturales.

Tengo la piel muy seca y sé que las necesidades de mi rostro no son las mismas que las de mi hija adolescente.

Pero también sé que no necesitamos un producto distinto para cada milímetro de nuestra piel, y seguramente tampoco necesitamos champú para cada miembro de la familia.

Así que, sin profundizar mucho más, porque cada persona es un mundo, si quieres tener un baño sin plástico y tan zero waste como sea posible, intenta seguir estas recomendaciones:

  • Analiza los productos que utilizáis en casa y piensa si podrías prescindir de algunos cuando se agoten.
  • Saca  todos los productos que seguramente tienes a medias en el fondo de algún armario y disponte a agotarlos (o regalarlos a alguien que vaya a aprovecharlos) antes de comprar nada nuevo. Aunque no sea un producto ideal, no pasará nada porque lo uses por un tiempo limitado y normalmente no hay nada más sostenible que lo que tienes en casa.
  • De nuevo, cada vez que vayas a comprar un cosmético nuevo, detente y piensa si realmente lo necesitas.

Una vez sepas qué necesitas y que no, deberás escoger una alternativa sin plástico, bajas en residuos y con el menor impacto ambiental posible.

Es algo que puedes lograrlo de 5 formas distintas, que puedes combinar a tu antojo para reducir muchos residuos en tu rutina de higiene personal:

1. Compra a granel tus productos de cuidado personal

Cada vez hay más tiendas de productos de higiene personal y del hogar a  granel. Si tienes suerte y cuentas con alguna tienda así, ¡aprovecha!

Son una solución para geles de baño, champú y acondicionador, a veces incluso para cremas o aceites corporales, porque te permiten rellenar un mismo envase muchísimas veces, sin generar residuos.

Algunas consideraciones antes de que vayas a comprar productos de higiene a granel:

  • Lleva un envase vacío (lo ideal es el del producto que se te ha terminado) por cada producto que quieras comprar.
  • Infórmate sobre los ingredientes productos de higiene personal que venden. Que sea a granel, no quiere decir que sea ecológico. Es tu decisión qué quieres comprar pero sea una decisión informada. Yo te recomiendo asegurarte de que no tienen componentes sintéticos derivados del petróleo.
  • Indaga sobre el origen del producto y su forma de trabajar. Si tienes varias alternativas, prefiere aquellas de proximidad y que reutilizan sus propias garrafas al reponer.

Si estás en España, puedes buscar tiendas  a granel en el directorio tiendasagranel.com, que es un proyecto impulsado por Patri y Fer de Vivir sin Plástico.

En Barcelona, además, contamos con el mapa de BCN+Sostenible, con una sección de productos a granel. Si no sabes cómo organizarte, revisa antes estos consejos para hacer tu compra a granel.

2. Pásate a los sólidos

En mi Venezuela natal, lo normal siempre ha sido usar pastillas de jabón para el cuerpo, en lugar de geles. Confieso que, ya en Barcelona, en mi ducha muchas veces había un ejemplar de cada cosa, porque me debatía entre la costumbre de casa y el placer táctil de su versión líquida.

Pero pronto me di cuenta de que ese cambio se traducía en más envases de plástico desechados  y un mayor gasto para mi bolsillo.

  • Los jabones y otros cosméticos sólidos no necesitan plástico en su envase. De hecho, realmente no necesitan ningún envase.
  • Como pesan menos y ocupan menos volumen, tienen menor huella de carbono.
  • Como duran mucho, evitas más de un bote por cada pasilla y reduces aún más la huella de CO2.
  • Al ser tan duraderos, además suelen significar un importante ahorro de dinero.
  • Si escoges un jabón puro o un champú ecológico, también tendrán menor impacto en la calidad del agua y en tu salud, porque están libres de derivados del petróleo, que por ejemplo, pueden ser disruptores endocrinos..

Y estas ventajas no están reservadas a los jabones, porque ahora es posible encontrar alternativas sólidas  para muchos productos de higiene personal en formato sólido:

  • Para comenzar, hay una amplísima variedad de champús sólidos. Doy fe de los disponibles en nuestra online zero waste Usar y Reusar, porque los he escogido –y probado- personalmente. Y para complementarlos a la perfección, también hay acondicionadores sólidos. Te recomiendo seguir estos consejos de cómo usar el champú sólido para sacarle el máximo provecho.
  • También hay barras hidratantes para cuerpo y rostro, hechas con mantecas y aceites vegetales, que van muy bien. Se comercializan con varias marcas, pero además son muy fáciles de hacer. ¡En cuanto pueda hago un post con una receta!
  • Es posible comprar pasta dental en barra, aunque esto yo no lo recomendaría compartir, por un tema de salud bucal. En cambio hay otra opción muy similar pero más higiénica y muy funcional, que estamos usando en mi casa y también en casa de Tere: es el dentífrico o pasta dental en tabletas.
  • Otro buen ejemplo son los desodorantes en barra, como el desodorante Blue de Banbú, que se utiliza exactamente igual que un jabón, aplicándolo directamente sobre la piel. Te prometo que funciona mejor que muchos desodorantes convencionales.
  • Para terminar, un jabón cremoso como el jabón africano de Maison Karité, acompañado de una brocha de afeitado como la de toda la vida, puede sustituir la crema de afeitar.

3. Escoge envases más sostenibles

Además de los productos sólidos o a granel, hay otros envases libres de plástico, o que lo reducen en gran medida, que también pueden ayudarte en tu objetivo de reducir residuos.

Me gustaría dedicarle unos minutos a algunos de ellos:

  • Las latas. Es mi preferido. Sobre todo en este formato plano de tapa de rosca, que luego se puede reutilizar para guardar muchísimas cosas según su tamaño: como pastillero, jabonera, para guardar pequeñas joyas, botones o, claro está, para guardar algún cosmético que prepares en casa. Un ejemplo son la manteca de Karité de Maison Karité y sus derivados, como el bálsamo labial, el bálsamo pintalabios. También hay desodorantes en crema que vienen en lata y van genial, como el Persian Lime de Ben & Anna.
  • Los tubos de cartón. No es una alternativa ideal, porque acaba en la basura, pero en algunos casos puede ir mejor que otras alternativas. Por ejemplo, para quienes buscan un desodorante más similar a los desodorantes en barra.
    También se usa para labiales o en la barra protectora solar de Sol de Ibiza. Además de que no son reutilizables, debes saber que tienen una fina capa de plástico.
    En el caso de los dos productos usados en los ejemplos, hay una capa de un bioplástico que representa menos del 1% del peso del producto. Además, al sumergirlo en agua se separa fácilmente del cartón y los fabricantes aseguran que no afecta el reciclaje del cartón.
  •  Los tarros de vidrio. Pueden tener tapa de metal o de plástico, algunas veces de madera. Y como son muy resistentes, también pueden ser reutilizados cuando se acaba el producto. Un ejemplo son las cremas faciales de Maison Karité.
  • Envases de plástico reciclado. Es la opción seleccionada, por ejemplo, por la cosmética de Sagú para sus máscaras de pestañas  y para sus pintalabios. De paso, te recomiendo darle un vistazo a esta marca, que está especializada en cosmética natural y de menor impacto ambiental. Tengo tiempo usando estos dos productos, más su máscara y me encantan.

4. Escoge grandes formatos

Según dónde vivas, es posible que comprar a granel conseguir un champú sólido de calidad no sea una alternativa. Sin embargo, seguramente puedas reducir los residuos que produces repasando el primer consejo: repensar y reducir el número de productos que usas, y comprando grandes formatos. Sí, aunque sea envasado en plástico.

Comprar 1 una botella de champú de 1 litro genera menos residuos (en peso y en volumen) que comprar 5 de 200m. De hecho, es un principio que se aplica por igual a una botella de zumo o al detergente de la ropa. Además, también se traduce en un ahorro de dinero y en menor huella de carbono por transporte.

5. Sustituye los productos de higiene personal de plástico y desechables por alternativas más sostenibles.

Es un principio básico. Los productos de usar y tirar son un mal invento, porque vivimos en un planeta de recursos finitos y porque la basura ya ha llegado mucho más lejos de lo debido.  

Por eso vamos a hacer un repaso breve de varios productos reutilizables que podemos sustituir por reutilizables, y otros que podemos sustituir por alternativas de menor impacto ambiental.

  1. Papel higiénico: Yo recomiendo utilizar bidet y si no tienes, siempre puedes instalar un bidet de ducha. Después de lavarte, usa toallitas de pequeño formato y evitarás muchos residuos y el plástico del envase.
    También puedes comprar papel higiénico de origen reciclado, con sello FSC que garantiza un origen sostenible y envasado en papel. Cada vez hay más alternativas. En casa ahora estamos comprando uno del supermercado Bonpreu (viene en papel y tiene unos rollos que duran muchísimo, pero es blanqueado) o el papel reciclado Ismax.
    Tip: También puedes hacer tus propias toallitas húmedas para bebés.
  2. Discos desmaquillantes y toallitas limpiadoras: Puedes utilizar una toallita de algodón o discos reutilizables para desmaquillarte. Simplemente tienes que lavarlos después de cada uso y puedes utilizarlos infinidad de veces. Evitarás los discos, el packaging y el desperdicio de recursos que representa comprar un paquete tras otro.
  3. Esponjas de baño: Hay muchas alternativas biodegradables y compostables, de origen natural. Mi preferida es la esponja de luffa, que es la estructura fibrosa del fruto de la planta del mismo nombre. Se ablanda mucho al humedecerla. También hay esponjas tejidas en sisal, incluso en forma de bolsas en las que guardar el jabón.
    A mí no me gustan las esponjas de mar. ¿sabías que se consideran animales?
  4. Cepillos dentales: Si hay que sustituirlos cada 3 meses aproximadamente, no tiene sentido que sean de plástico. En este artículo te explico por qué considero que los cepillos dentales de bambú son la alternativa más ecológica.
    Otra alternativa, si no te gustan los cepillos de dientes de bambú, es escoger un cepillo dental de cabezal reemplazable, lo que reduce la cantidad de residuos generados de forma significativa.
  5. Hilo dental: Mi recomendación es volver a la seda dental de toda la vida. Ahora hay alternativas magníficas, envasadas en vidrio. Lo mejor es que puedes comprar solo las recargas de hilo para las siguientes compras.
  6. Productos de higiene menstrual: Puedes sustituir los tampones y compresas de tela por una copa menstrual, un set de salvaslips reutilizables y compresas de tela,  o un set de bragas menstruales. Es muy frecuente usar una combinación de todas estas alternativas menstruales reutilizables, según cada ocasión. En este post hablamos de las ventajas y desventajas de la copa menstrual y en este despejamos dudas sobre las compresas de tela reutilizables.
  7. Afeitadoras: Las maquinillas de afeitado clásico, combinadas con un buen jabón de afeitado y, si hace falta, una brocha de afeitado de toda la vida es la alternativa lógica y simple. Un gesto sencillo que reduce un montón de residuos de plástico a unas pocas y pequeñas cuchillas de acero, que además son infinitamente más económicas.
  8. Bastoncillos para los oídos: Son de plástico y acaban con demasiada frecuencia en el mar y nuestras playas. Cada vez existen más alternativas de bastoncillos reutilizables, pero si no te gusta esta solución, pásate a unos compostables. Por ejemplo, con base de bambú, papel o madera.
  • discos-desmaquillantes-reutilizables-

Como habrás visto, todo esto también dependerá de las alternativas que tengas disponibles y en algunos casos, de tu presupuesto. No te agobies si no encuentras todas las alternativas que te propongo y, más que como una lista de compra, piensa que este post es un catálogo de posibilidades, que poco a poco podrás ir incorporando en tu día a día, siempre que en tu caso en particular tenga sentido.

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