En la modernidad las relaciones sex-uales se han normalizado al grado de concebirse como un encuentro casual, sin mayor significado ni importancia en nuestra vida, y sin efectos en nuestra mente o nuestro cuerpo. Sin embargo, cada relación que mantenemos tiene consecuencias en nuestro ser. Algunas pueden ser muy sutiles, como un intercambio de energía, y otras muy evidentes, como reacciones físicas en el cuerpo.
Cuando no estamos preparados o con la mejor disposición para una relación sexual el encuentro puede ser tenso y un poco incómodo, incluso puede ser doloroso si nuestro cuerpo no se siente listo para compartir la intimidad que implica una relación se-xual.
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Existen algunas preguntas y algunos cambios en la mente y el cuerpo de las personas que pueden ayudar a suavizar y a hacer más placentero un encuentro. Aquí te contamos cinco formas en que puedes prepararte para disfrutar una relación se-xual.
- Ten claras tus intenciones
Es natural si durante o después de las relaciones se-xuales nos sentimos confundidos, sobre todo en casos donde el nexo con la persona con la que estamos no nos queda claro o no nos gusta. Si vas a tener sexo casual, ten clara tu intención; pero si prefieres hacerlo cuando existe un vínculo entre tu pareja y tú, entonces no te sientas presionado a cambiar tu idea.
- Siéntete cómodo con tu decisión
Está bien tener sexo casual si te gusta, y también está bien preferir el se-xo con parejas estables. Lo importante es que sea tú decisión y no la de alguien más, y que siempre te sientas cómodo con lo que haces.
- Aprecia tu cuerpo y disfruta el del otro
En muchas ocasiones el se-xo es incómodo porque nos sentimos inseguros de la forma en que luce nuestro cuerpo o de si estamos haciendo las cosas de la mejor manera posible. Sin embargo, esta costumbre tan arraigada sólo nos impide disfrutar el placer y disfrutar la compañía. Olvídate de los prejuicios e inseguridades, ¡goza!
- Centra tu atención en sentir
Para reducir el ruido de las inseguridades, centra tu atención en sentir todo: cada caricia, los besos, los olores; simplemente disfruta y diviértete. No pienses de más y aprovecha la relación para desconectar al ego y despertar al cuerpo.
- No hagas nada que no quieras hacer
Está muy bien la idea de apagar el ruido y disfrutar los sentidos, pero nunca olvides que tú decides los límites de tus preferencias. Por mucho que tu pareja o la persona con la que mantienes la relación sexual quiera realizar alguna práctica en particular, si a ti te resulta incómoda, expresa tu opinión y respeta la del otro. No hagas nada que no quieras hacer, ni obligues al otro a hacer algo que no desea. Mientras exista el respeto a las preferencias personales, el se.xo será mucho mejor.
Fuente: harmonia.la