¿Cómo te va por la vida? ¿La estás disfrutando o simplemente la soportas? Si has elegido la segunda opción como respuesta es hora de reflexionar. Empieza hoy a cambiar determinadas cosas que te están haciendo daño.
Aquí te traigo 7 fuentes de estrés que forman parte de nuestro día a día:
“Fórmula antiestrés: primero no preocuparse por las cosas pequeñas y segundo recordar que casi todas las cosas en esta vida son pequeñas.”
Adam J. Jackson
1) Tus intentos por cumplir con las expectativas de los demás.
No puedes basar tu idea de éxito y felicidad en las opiniones de otras personas. No estamos aquí para cumplir con las expectativas de los demás, estamos aquí para seguir nuestra propia intuición y hacer nuestro mejor esfuerzo. Al borrar las expectativas de otras personas, o las cosas clásicas que se “supone” que quieren, se crea el tiempo necesario para dar pasos hacia nuestros verdaderos objetivos.
Bruce Lee dijo una vez:
“Yo no estoy en este mundo para vivir de acuerdo con tus expectativas y tu no estás en este mundo para satisfacer las mías.”
2) Tratar con personas difíciles.
No dejes que la negatividad de nadie te impida ser feliz. Aprender a ignorar ciertas personas es uno de los grandes caminos para la paz interior. La vida es más fácil cuando te alejas de las personas tóxicas.
3) Tu propia negatividad innecesaria.
Quejarte no va a cambiar el resultado de los acontecimientos. Lo de que verdad marca la diferencia es una actitud positiva. La vida es demasiado corta como para tener una guerra constante contigo mismo. Practica la aceptación y el perdón. No dejes que pequeñas cosas absurdas rompan tu felicidad.
La verdadera riqueza es la capacidad de experimentar y apreciar lo que vale cada momento. No es lo que te sucede, sino cómo responder a los acontecimientos. Tómate los acontecimientos con humor, es la medicina más barata.
4) La picazón de viejas heridas del pasado.
El primer paso para vivir la vida que deseas es dejar la vida que no deseas. Dejar atrás el pasado es el primer paso hacia la felicidad. Deja de ser un prisionero de tu pasado. Conviértete en el arquitecto de tu presente y futuro. Aprende de tus pesares, pero no te castigues con ellos. Vive más allá de tus mezquinos temores fugaces.
5) La excusas para procrastinar.
Deja de poner excusas para evitar lo que tienes que hacer. Deja de hablar de lo que has hecho o lo que vas a hacer. Solo hazlo y deja que tus acciones hablen por sí mismas. La mayoría de las grandes cosas de la vida no suceden por casualidad. Nunca sabes de lo que eres capaz hasta que corres el riesgo de averiguarlo.
Recuerda que siempre es mejor mirar hacia el futuro. Al final, solo hay una cosa que hace que tus sueños y metas sean totalmente imposibles de alcanzar: tu falta de acción.
Espero que hoy sea el primer día del resto de tu nueva vida.