el jueves, diciembre 12, 2013 Todos tenemos nuestros secretos. A veces, son habilidades, que sin ser tan espectaculares como las de un mutante de Marvel, no dejan de ser únicas. Quizás, cuando intentas explicarselo a un amigo, no te entiende al no haberla experimentado o puede que no sepas como describirla. He aquí 5 cosas que los humanos somos capaces de hacer, aunque no todos lo sepan.
Moscas flotantes o miodesopsias
Qué mejor que empezar con la más frecuente. Son aquellas huidizas figuras alargadas y traslúcidas que suelen aparecer cuando miras al cielo, por ejemplo. Con la edad, se pueden volver más opacos. Son depósitos suspendidos en el humor vítreo, el gel localizado entre la lente y la retina.
Son visibles especialmente cuando se mira una superficie monocromática. Son muy comunes y generalmente no son un problema a menos que su número y opacidad aumente hasta hacerse demasiado molestos.
Las miodesopsias se engloban dentro de los fenómenos entópicos, que son efectos visuales cuyo origen es el propio ojo. Un ejemplo de ellos son los fosfenos, producidos por estímulos en la cornea o la corteza visual. Suelen verse cuando se presiona el ojo, como cuando nos lo frotamos al notar mucho sueño.
Fenómeno de Scheerer
Estos puntos son los glóbulos blancos o leucocitos, que a diferencia de los rojos, no absorben la luz azul del cielo. Aunque los glóbulos rojos o eritrocitos proyectan una sombra, como suele ser habitual, el cerebro adapta la imagen y no la percibimos.
Cepillo de Haidinger
Los humanos, a diferencia de otros organismos, no podemos distinguir los distintos tipos de polarización, aunque gracias al dicroísmo del pigmento xantófilo de la mácula (después de leer esto, entenderás que haya colocado los enlaces), tenemos la capacidad de distinguir distintos estados de polarización.
Este fenómeno, que se puede percibir al mirar al cielo, es llamado cepillo de Haidinger, en honor al físico austriaco que lo describió. Se percibe como una barra amarillenta de bordes difusos perpendicular a la polarización de la luz que además rota al inclinar la cabeza. En las pantallas de LCD se ve en posición diagonal. Con práctica, se podemos verlo con más facilidad.
Músculo tensor del tímpano o mayo
Hasta aquí, todos podemos realizarlo. Sin embargo, algunos afortunados, quien sabe si superiores al resto, pueden contraer el músculo voluntariamente. El sonido producido tiene una frecuencia de entre 30-70 Hz y puede oírse aquí, aunque en realidad es un sonido más sordo.
Escupir
Claro, todos saben escupir, pero pocos pueden "disparar" saliva desde debajo de la lengua como aquel dinosaurio de Parque Jurásico que escupía veneno. Gracias a una contracción de la lengua, se puede comprimir la glándula sublingual y expulsar saliva a distancia.
Quien sabe para qué te puede ser útil esta habilidad. Puede que necesites cazar insectos como el pez arquero o cegar a un enemigo. Si eres capaz de disparar saliva, lo único que te puedo decir es que quizás, en algún momento de tu vida, el dominio de la técnica te pueda salvar la vida.
Fuente:Polarization, InfPlusPlus,