La vida tiene sus propias maneras de manifestarse.
La vida tiene sus propias maneras de manifestarse, pero con cierta frecuencia, ocupados como estamos en vivir de otra manera, no la escuchamos. Es paradójico, en efecto, pues si nos tomamos un momento para reflexionar nos daremos cuenta de que en ciertos ámbitos de nuestra existencia nos esforzamos extrañamente por ir en contra o de la propia vida o nuestros deseos, del curso que quisiéramos dar al tiempo que pasaremos en este mundo.
A continuación compartimos 5 de esas formas en que la vida en sí se manifiesta, las cuales es recomendable no ignorar, pues son como indicaciones en el camino, que nos orientan al mismo tiempo que nos hacen llamar nuestra atención sobre determinados aspectos de la manera en que vivimos.
En cada uno de los puntos compartimos un artículo que puede ayudar a profundizar sobre el mismo.
Imagen: pixabay.
- Sincronicidad
Estar en el lugar correcto, en el momento correcto: no ocurre a menudo y por eso mismo es al mismo tiempo una señal que debe escucharse y una oportunidad que debe tomarse. Su manifestación suele ser un evento que resuena o coincide francamente con una búsqueda que realizamos en ese momento de nuestra vida.
- El reflejo en otros
Con cierta frecuencia la vida hace coincidir en nuestro camino a personas en las que es posible mirarnos a nosotros mismos en al menos dos tipos de cualidades: aquello que nos gusta y aceptamos fácilmente de lo que somos, y aquello que nos disgusta y que se nos dificulta comprender como parte de nuestra identidad. En ambos casos, esas personas están ahí para ayudarnos a observar y crecer, sobre todo en el caso de eso que nos cuesta abrazar de nosotros mismos.
- Intuición
La intuición es quizá la brújula más precisa que puedes tener para tu propia existencia. Las famosas “corazonadas” es la manera que tiene tu voz interior de hacerse oír. ¡Escúchala! Existe una buena probabilidad de que si sigues tu intuición termines no en el lugar que siempre soñaste, pero sí en el que, sin saberlo bien a bien, querías estar.
- La adversidad
Los tiempos difíciles son llamadas de atención que la vida nos hace para al menos dos propósitos: fortalecernos y reflexionar sobre la manera en que conducimos nuestra existencia. Como sabían los estoicos, la adversidad templa el espíritu, como el metal en la forja, y es una circunstancia que al tiempo que nos permite conocernos mejor, descubrir el grado de nuestra fortaleza y la talla de nuestra humanidad, también nos devuelve más compasivos con respecto a nosotros mismos y a los demás. En otro aspecto, pasada la tormenta, nos hace preguntarnos cómo fue que llegamos ahí y en casi todos los casos nos hace ver que es necesario replantear siempre los principios bajo los cuales experimentamos la vida.
- Resistencia
Contrario a lo que a veces se dice, la resistencia no es siempre una invitación a poner más empeño. Con mucha frecuencia cuando una situación se resiste a resultar como queremos es porque, simplemente, no existen las circunstancias para que ocurra el efecto que buscamos. Un proyecto laboral o profesional, una relación amorosa, otro tipo de intención personal… hay algo de tu vida que aún no está preparado para eso o quizá, como dice un proverbio común en la lengua inglesa, estás “ladrando al árbol equivocado”. Más que oponer resistencia intenta fluir, como el agua y como la existencia en sí, navega ese río y con la atención puesta en lo que te sucede quizá descubras una o dos cosas útiles para tu propia vida y tus propósitos.
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Fuente: pijamasurf.com