5 mentiras viajeras que no deberías repetir

Por Verónica Marmolejo

A lo largo de esta vida viajera he escuchado y me han contado una serie de aventuras!! Con decirles que creo más un cuento de vaqueros. Algunas personas son muy dadas a buscar la vía corta (no siempre la permitida o legal) para llegar al objetivo; y por otra parte, también hay quienes se inventan sus propias historias, las divulgan y existe quién se las cree y las replica. De esas, saqué cinco y se las cuento a continuación.
Brincarse las reglas. No entiendo por qué, si nos dan un reglamento, instrucciones o similares, no falta quienes tienden a intentar evadirlas. Mi más reciente ejemplo fue durante mi pasada visita a Walt Disney World en Orlando, Florida, donde desde hace meses se han comenzado a prohibir los selfie sticks dentro de los parques por motivos de seguridad; entonces yo difundí esta nueva regla y una seguidora me pregunta “¿tú que ya entraste a los parques crees que haya alguna forma de que pueda esconder mi selfie sticks para entrar con él al parque?”. ¿¿¡¡COMO!!!?? Casi me infarto ante actitudes como ésta. 
Vuelas a Cancún y de ahí a Europa. Este es un consejo que muchos dan porque ven que los vuelos desde Cancún a muchos destinos en el extranjero son relativamente baratos. Sin embargo, debemos considerar que el vuelo desde el interior de la República no siempre es muy económico, además de que habrá que agregar otros gastos. Para ser concretos, si encuentras un vuelo Cancún-Paris en 750 dólares es excelente precio, pero a eso deberás añadir gastos cómo: 3 mil pesos de vuelo redondo desde tu ciudad, quizá una o dos noches de hospedaje porque será difícil que coincidan los horarios de vuelo y tampoco deberías arriesgarte a llegar a pocas horas de que salgas para Europa, porque al no ser una conexión, si tu primer vuelo se retrasa perderías el que va a Europa; además de taxis y comidas en un destino que es bastante caro. Sin contar con el tiempo, porque quizá esto haga que tu debas agregar uno y dos días a tu viaje. Por lo tanto, el vuelo ya te salió en unos 1,100 dólares o más, que es la tarifa que podrás encontrar desde tu ciudad de origen y sin tantos malabares. Pero si coincide que andarás en Cancún por alguna razón y te es posible volar desde allá sin hacer gasto extra, lograrás un ahorro. 
La prima de un amigo. Cómo nos gusta asegurar algo como si lo hubiéramos vivido en carne propia, aunque suene a vil mentira. Hace poco me dijeron: “una amiga andaba en EUA y pasó a Canadá por carretera, es mexicana y no le pidieron la visa de Canadá”. ¿Sinceramente alguien lo puede creer? Según ella, fue porque no estaba viajando desde México, pero la realidad es que siempre que pasas por una frontera te van a pedir pasaporte y si la nacionalidad del mismo es de un país al que se le requiere visa, te la van a pedir. En todo caso, si esa persona tiene doble nacionalidad el otro pasaporte le podría servir para ingresar sin visa, pero siendo solamente mexicana, definitivamente no es creíble ese cuento. 
Llegué como en 2 horas. No les ha pasado que le preguntas a alguien que ya fue a alguna ciudad y te dice “llegas rapidísimo, como en dos horas”. Entras a Gloogle Maps y marca el recorrido de 5 horas y media; luego te lanzas al viaje y termina siendo un trayecto de más de 6 horas. Regresas, le cuentas a quien te dijo que se hacían dos horas y te responde “Si, bueno… quizá no eran 2 horas, pero unas 4 sí y no es tanto”. Pero qué afán de echar mentiras!! 
No digas en el hotel que son 4 en lugar de 3. Uno de los peores consejos que puso alguien hace tiempo en mi fan page, fue “si no dices al reservar que son 4, te dan tarifa de habitación para 3 y al llegar, pues los convences de que te dejen que el hijo menor se quede ahí sin pagar”. ¿Por qué ese afán de hacer trampa? Quizá en algún momento convenció a un hotelero, pero eso no ocurrirá siempre y en todo caso, el hotel está en todo su derecho de cancelar la reserva si no quiere pagar la persona extra o si no cuenta con disponibilidad de habitaciones cuádruples. 
Viajar con responsabilidad también implica respetar normas y condiciones, sin mentir ni intentar hacer trampa.