5 observaciones del triunfo de los Seahawks sobre los Cowboys

Publicado el 02 noviembre 2015 por Primeroydiez @Primeroydiez

1. El regreso de Dez Bryant a la acción

Dos atrapadas y 12 yardas fue la producción que pudo acumular durante la tarde. El QB Matt Cassel lo buscó en otras ocasiones pero en la mayoría de esas ocasiones tenía al CB Richard Sherman enfrente en excelente posición.

Ante la imperiosa necesidad que el equipo tenía de involucrarlo en el partido y haber fallado durante la primera mitad, buscaron una muy mala manera de lograrlo; lo alinearon en el slot y le lanzaron un bubble screen. Terrance Williams hizo un patético intento de bloquear a Sherman y la jugada resultó en una pérdida de tres yardas.

Un poco más adelante, Cassel lo buscó en un pase largo por la banda cuando tenía cobertura personal de Sherman, el pase fue al lugar y con aire, algo que normalmente Bryant habría atrapado saltando por encima del defensivo y entrando a la anotación; esta vez el balón pasó de largo. Crédito a Sherman por la buena posición que tenía en la cobertura, sin embargo Dez, en otra situación habría atrapado ese balón.

Lo positivo para el ataque de la Estrella Solitaria es que en su segunda recepción se le vio seguro al cortar, correr con el balón y poner peso sobre su pie lastimado.

2. El patético passrush de los Cowboys

Para un front seven que presumía que con la llegada de Gren Hardy, el regreso de Randy Gregory y Rolando McClain sería temible, su actuación fue realmente patética. A pesar de que Hardy estuvo cerca del QB, Russell Willson durante buena parte del partido los Cowboys no registraron ni un solo sack. Esto ya de por sí es malo, pero si pensamos que tenían enfrente a la peor línea ofensiva de la liga (por lo menos en cuanto a sacks permitidos), eso lo hace aún peor.

La actitud que Hardy le ha inyectado al cuadro defensivo es de llamar la atención, sin embargo no se puede depender de lo que sólo él pueda hacer. DeMarcus Lawrence tuvo algunos destellos en labor de contain en contra del elusivo Willson, pero salvo intercepción de ya mencionado Hardy, la defensiva nunca pudo generar una jugada importante.

3. Ataques incompetentes

Los Seahawks, desde que son relevantes desde hace algunos años, nunca se han destacado por tener grandiosos y espectaculares ataques, en realidad su fórmula es bastante probada y efectiva, sin embargo, cuando anotas un solo touch down en todo el partido y el resto de tus series ofensivas se ven frustradas (5 de 12 en conversiones de tercer down) o acaban en 3 puntos, tienes que estar preocupado.

Le estoy dando un TD, porque aunque claramente el TE, Luke Willson claramente no anotó en esa jugada, es muy probable que eventualmente hubieran acabado en la zona de anotación unas pocas jugadas después.

Afortunadamente para ellos, lo que saben hacer muy bien, es cerrar partidos. En esta ocasión con un drive final que consumió la mayor parte del tiempo en el reloj de juego y eliminó prácticamente toda posibilidad de un comeback de su rival. De no ser porque el RB Marshawn Lynch se sale del campo cuando no debía, la serie ofensiva habría sido perfecta.

Del lado contrario, los QBs de los Cowboys parecen ser egresados de la escuela Alex Smith; constantemente lanzado pases detrás de las cadenas y arriesgando poquísimo en situaciones que requerían de mayor ímpetu.

En repetidas ocasiones leí durante el partido que el problema era el play-calling y probablemente lo sea (tendría que ver el coaches tape para comprobarlo), pero de primera impresión creo que el problema es la ejecución, el ejemplo perfecto se lo encuentro en la primera serie de la segunda mitad, cuando en 3ª & 15 lanza un pase al recién llegado RB Rod Smith, que estaba dos yardas delante de la línea original de golpeo y pase fue incompleto al ser desviado en la ínea. Ejecuciones tan deficientes como esta, se dieron en repetidas ocasiones durante el partido. Soy de la idea que si vas a morir, debes hacerlo intentando.

Con cero TDs y un paupérrimo 28% de efectividad en conversiones de tercer down, esta ofensiva no está aportando absolutamente nada para conseguir victoiras.

4. El pésimo arbitraje.

Normalmente no me gusta hablar del arbitraje de los partidos de NFL con un enfoque de si éste benefició/perjudicó a un equipo o al otro, ya que pienso que las malas decisiones arbitrales terminan por compensarse y por tal un equipo debe jugar por encima del nivel del arbitraje.

Independientemente de esto, desafortunadamente este partido tuvo una serie de malas decisiones que pusieron a los Seahawks en una buena posición y no las puedo dejar de señalar, por mencionar algunas: El TD fantasma de Luke Willson, por lo menos dos ‘pick plays’ con interferencia ofensiva, el doble tiempo fuera que les concedieron para evitar un castigo de 12 hombres en el campo, manejo de reloj deficiente al no detenerlo cuando Lynch salió del terreno de juego en el último cuarto y obligar a los Cowboys a pedir un tiempo fuera, la marcación de fumble ante un claro pase incompleto de Cassel (que finalmente enmendaron), et. al.

Lo único bueno de esto es que en este partido ningún receptor se vio envuelto en una jugada que llevara al ahora clásico debate de si fue o no una atrapada.

5. ¿Demasiado tarde?

Con los Seahawks instalados en un récord de 4-4 se colocan en tercer lugar de la NFC West, a dos partidos de distancia de los Cardinals, el líder de su división. Este equipo está entrando en posición para luchar por la postemporada, su principal problema es que los Rams les llevan medio juego de ventaja y ahora tienen un margen de error muy pequeño. No creo que sea demasiado tarde para ellos.

Por parte de los Cowboys, a pesar de lo mal que lucen y de haber perdido cinco partidos en fila, el campeonato de la división Este de la NFC no está del todo perdido gracias a las inconstantes actuaciones de los otros tres equipos. Odio pensar en esta posibilidad, pero el año pasado un equipo calificó a postemporada con récord perdedor y esta temporada podría repetirse.

Con 4-5 para la semana 9 este equipo podría estar en forma para repetir el título divisional. Después de todo, está completamente demostrado que su éxito está atado a la presencia del QB, Tony Romo, ya que con él en el campo pueden ganarle a cualquiera, pero sin él pueden perder contra quien sea.

Puede que matemáticamente no sea demasiado tarde todavía y hayan logrado prolongar su vida una semana más, pero siendo realistas, estamos frente a un mal equipo.