5 proyectos científicos que transformarán al mundo

Publicado el 28 julio 2016 por Juan Ricardo Castro Lurita @pepoflex

Cada mañana al despertar Facebook y otras redes sociales acompañan nuestro desayuno; llevamos mucha información a nuestro centro de estudio o labores a través de las pequeñas memorias USB; si se nos hace tarde usamos alguna app de nuestro teléfono móvil para solicitar un taxi de inmediato, o bien para pedir algún delivery durante el almuerzo; almacenamos datos en la nube; hablamos con gente que quizá ni conocemos y que vive en otro país, etc.

Nuestra vida cotidiana, por más ordinaria que nos pueda parecer, es un sueño lleno de innovaciones que nuestros abuelos o bisabuelos nunca habrían concebido. Y lo mejor es que cada año, sin que nos demos cuenta, nuestro día a día se va volviendo mucho más sorprendente en términos tecnológicos. Casualmente, para todas esas innovaciones futuras que podrían integrarse a nuestra cotidianidad como seres individuales y como especie humana, existe el instituto británico Royal Society que destaca los proyectos más prometedores.

Este año han sido anunciados cinco proyectos que revolucionarían el curso del desarrollo humano y también parte de nuestras vidas individuales. Los conoceremos a continuación:

1- Barrenderos de basura cósmica:

El tema de la basura espacial es algo que se viene tocando desde hace años sin que se haga algo al respecto. Partes vacías de cohetes, satélites en desuso, trozos de vidrio, etc, están flotando en el espacio alrededor de nuestro planeta. Y aunque parece exagerado, se ha demostrado que estos fragmentos si entran en órbita pueden viajar a una velocidad que podría ocasionar desastres. No es un problema a largo ni mediano plazo, es algo actual y 100% real.

Para remediarlo, se usaría una red espacial que atraparía la basura y la arrastraría de vuelta a la Tierra por medio de una nave. Al cruzar nuestra atmósfera la mayor parte de los desechos serían desintegrados por el calor, quedando el resto como objetos a tratar con cuidado cerca del Océano Pacífico.

"Esto no es ciencia ficción, es un verdadero problema. Finalmente, toda la basura espacial caerá por la misma gravedad pero algunos de los pedazos están a 1.000 kilómetros de altura sobre la Tierra y a esa distancia les tomará unos 1.000 años. No disponemos de todo ese tiempo, tendremos 10 o 20 años antes de que problemas serios empiecen a suceder", declaró Jason Forshaw, doctor del equipo RemoveDebris.

2- Rastreador de mosquitos:

El problema de los mosquitos aqueja la vida cotidiana de la gente desde los principios de la humanidad. Y claro, aunque ahora existen buenos repelentes nocturnos, aún poco se puede hacer frente a las especies exóticas y peligrosas que transmiten enfermedades tras su piquete. Por desgracia e ironías de la vida, la inmunidad a los insecticidas es mayor en países en donde estos insectos son más terribles, por eso se necesita otra solución para hacerles frente.

Actualmente se están usando cámaras infrarrojas para registrar las trayectorias de los mosquitos al ingresa a un mosquitero, y así monitorear el tiempo que necesitan de reposo en la malla venenosa antes de morir. Los resultados ayudarían al diseño de mosquiteros más efectivos y con insecticidas más eficaces.

"Es necesario que toquen la malla para que el insecticida surta efecto y un contacto breve no es suficiente. Parte de nuestro trabajo es determinar cuánto tiempo deben posarse en ella para morir", declaró Josie Parker, investigadora de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool.

Si tenemos en cuenta que actualmente la mitad de la población mundial es vulnerable a la malaria, no minimizaremos la importancia de estas investigaciones.

3- Sincrotrón de Rayos X en 4D:

El nombre es tan complejo como la maquina misma, puede penetrar objetos hasta limites insospechados ya que su potencia de brillo es diez millones de veces mayor a la del sol. Gracias a ello se podrían revolucionar varias áreas del desarrollo biológico humano debido a que se conocerán las estructuras más diminutas y complejas.

"Utilizamos una técnica llamada tomografía de rayos X computarizada, que depende de una luz muy brillante y tan poderosa que nos permite revelar la estructura interna de los materiales en tres dimensiones. Podemos mirar adentro de cualquier objeto: la gama de aplicaciones es enorme", dijo Kamel Madi, experto en sincrotrones de la Universidad de Manchester.

La cuarta dimensión que no se menciona en la explicación del doctor es el tiempo, factor que permitiría a los científicos recrear las condiciones de las estructuras con la variedad existente de temperaturas y presiones atmosféricas, observando así los posibles cambios en los cuerpos. De esta manera se revolucionaría el sistema de producción de alimentos, aparatos y, desde luego, la medicina.

4- Arañas trabajadoras:

No es novedad que las arañas, esos invertebrados que nutren las fobias y pesadillas de millones de personas alrededor del mundo, son cruciales para el equilibrio de los ecosistemas e incluso para el control de plagas en las cosechas y las casas. Tampoco es nuevo el valor que la humanidad viene encontrando en las telarañas, pero lo que sí es nuevo son los descubrimientos en torno a ella que podrían beneficiarnos directamente.

La telaraña tiene un potencial mil veces más eficiente que los mejores plásticos modernos, se puede usar para elaborar implantes que restauran cartílagos, para fabricar pegamentos espaciales y fibras de uso práctica con una capacidad de estiramiento deslumbrante. La aplicación de esta maravilla, que supondría una revolución total en la fabricación de productos y la medicina, solo tiene un obstáculo más a superar: hacerlo económicamente viable. Algo que solo es cuestión de tiempo.

5- Huesos artificiales:

El trabajo con células madre es visto como una luz al final del túnel en los terrenos médicos. Las últimas investigaciones y experimentos aseguran que dichas células pueden convertirse en células oseas gracias a la tecnología Nanokick. "Estamos imitando la biología del hueso que vibra naturalmente unas mil veces por segundo", declaró el profesor Matthey Dalby, uno de los miembros del equipo de desarrollo.

Gracias a la creación de estas células se podrán reconstruir huesos dañados sin necesidad de invadir considerablemente la parte afectada, e incluso podría ser posible transplantar huesos completos, lo que marcaría un sorprendente hito en la medicina.