Adquirir una vivienda es el sueño de muchas personas que, o bien quieren encontrar un hogar en el que construir una familia
Adquirir una vivienda es el sueño de muchas personas que, o bien quieren encontrar un hogar en el que construir una familia, o bien quieren cambiar las condiciones de su vivienda actual.
Por eso, si bien es una tarea que puede resultarnos dificultosa y cuya decisión debe ser bien meditada, el resultado y el significado de este proceso es muy especial. Decimos que no suele ser una decisión tomada a la ligera porque supone un desembolso económico importante para muchos bolsillos e implica también ciertos trámites burocráticos que pueden provocar estrés a todo aquel que no esté familiarizado con el mundo inmobiliario.
Dificultades como esta pueden ser resueltas fácilmente si nos ponemos en manos de profesionales como la inmobiliaria quiero casa. Además, existen otros aspectos que debemos valorar a la hora de la compra.
En general, cuando estamos interesados en una vivienda tenemos dos opciones: recurrir al alquiler o invertir en su compra. Aunque la decisión responde al caso particular de cada persona o familia, lo cierto es que la tendencia en nuestro país oscila hacia la compra.
De este modo, los datos muestran cómo en el 73% del conjunto habitacional de todo el estado mexicano residen sus propios propietarios.
El alquiler es la opción elegida por tan solo un 14% de la población mexicana, lo que deja a esta vía muy por detrás de la primera. Sin embargo, bien sea compra, bien alquiler, cuando buscamos un departamento existen 5 aspectos imprescindibles para que dicha búsqueda sea efectiva y rápida.
- ¿En qué zona queremos residir? Este aspecto suele resultar muy importante para las familias y puede variar mucho en cada caso. Muchas personas deciden elegir una u otra zona según la distancia a la que se encuentre del trabajo, otros por la seguridad que ofrece y otros por la cercanía que guarda con puntos estratégicos como pueden ser el colegio de los niños. Lo ideal es ordenar nuestra escala de prioridades, de la más a la menos importante.
- ¿De qué presupuesto disponemos? Este aspecto está intrínsecamente relacionado con el anterior. En el tendremos que hacer constar no solo la fluidez que tenemos en ese momento, sino intentar realizar una cierta previsión de los ingresos y gastos paralelos que deberemos afrontar en los meses y años siguientes.
- ¿Qué tamaño tiene nuestra familia? La cuestión guarda relación con el espacio que queremos o necesitamos que ese departamento tenga. Y no solo la familia lo condicionará. También el uso que queramos darle. Por ejemplo, si necesitamos un cuarto dedicado a ser despacho o un cuarto de invitados.
- ¿Qué prioridades tenemos en el entorno? En un departamento no solo es importante el interior, sino también el exterior. La seguridad de la zona o la oferta de comercios, centros hospitalarios, colegios... son aspectos clave. De nada nos sirve un departamento casi diseñado para nosotros si después no disponemos de los servicios que necesitamos alrededor.
- ¿De qué contactos disponemos? Saber cómo conseguir ese departamento es un aspecto muy importante. Recurrir a profesionales del sector nos permitirá tener mayor seguridad y confianza, además de acceder a un abanico de posibilidades que no tendríamos de otro modo.