Para mejorar practicando cualquier deporte es fundamental entrenar, y muchos se afanan en entrenar duro para conseguirlo. Evidentemente es la única forma de mejorar el rendimiento, pero tampoco hay que pasarse. De hecho el sobreentrenamiento tiene una serie de consecuencias negativas que harán que el rendimiento en lugar de aumentar disminuya.
Vamos a ver 5 posibles síntomas que nos pueden indicar que estamos sobreentrenados.
Fatiga muscular y tirones musculares
Este es uno de los síntomas más evidentes que pueden indicar que nos estamos pasando. Si fatigamos al organismo con entrenamientos demasiado largos e intensos nuestros músculos lo terminarán pagando, y en lugar de incrementar el rendimiento estaremos consiguiendo todo lo contrario.
En caso de encontrarnos fatigados o hayamos tenido tirones o lo mejor es tomarse unos días de reposo total hasta que desaparezcan, ya que de lo contrario podríamos acabar lesionados.
Desmotivación
Si llega un momento en el que no nos apetece salir a entrenar con la bicicleta puede que nos esté indicando que estamos sobreentrenados. Simplemente es un aviso de nuestro cuerpo, que nos está diciendo que nos estamos pasando.
Dolor de espalda y cuello
Aunque este síntoma puede ser también debido a una mala posición sobre la bicicleta, es también un indicativo del sobreentrenamiento. Por muy bien que vayamos posicionados en nuestra bicicleta, si hacemos sesiones de demasiadas horas al final nos pasará factura y será muy normal encontrarnos con este tipo de dolores.
Aumenta el apetito
Si nos apetece comer como si no hubiera un mañana también puede ser un síntoma de estar entrenando demasiado. Es una reacción fisiológica de nuestro organismo que nos está pidiendo una gran cantidad de nutrientes para reparar los músculos y reponer el glucógeno muscular.
Cuantas más largas e intensas sean las sesiones más agotados estarán nuestros depósitos de glucógeno y más se tendrán que reparar nuestra musculatura.
Si aparece este síntoma lo ideal es comer hidratos de carbono de con un índice glucémico alto, para que la energía se vaya liberando poco a poco en nuestro organismo y así se vayan reparando nuestros músculos y llenando los depósitos de glucógeno.
Si dormidos demasiado poco o por lo contrario dormimos mucho más de lo habitual también es una señal que nos está enviando nuestro organismo diciéndonos que está demasiado fatigado y necesita parar.