El Apartamento es un ejemplo irrefutable de lo que es una gran película. Cine clásico de primera categoría que cumple nada más y nada menos que 50 años manteniendose igual de brillante y firme como una de las grandes películas del siglo XX y una de las destacadas del genial Billy Wilder. Posiblemente la clave de que esta película haya perdurado cinco décadas en la memoria es su frecura, El Apartamento nos hace reir y llorar (y casi siempre al mismo tiempo) como el primer día. La historia de cómo C.C. "Woody" Baxter, un oficinista sin ambiciones presta su apartamento a sus superiores en el trabajo para que puedan verse con sus amantes hasta que se enamora de una de esas mujeres puede que sucediera en 1960 pero podría haber pasado ayer mismo o dentro de otro medio siglo.
Los temas que sobrevuelan El Apartamento son tan actuales a dia de hoy como hace 50 años. El amor, la soledad, el éxito o las apariencias son temaas que nos siguen preocupando en pleno siglo XXI. Es muy fácil identificarse con el bueno de Woody (impecable Jack Lemmon) o con la alegre señorita Kubelick (cándida y luminosa Shirley McLaine). El Apartamento consigue poner una sonrisa en la cara al espectador a partir de un intento de suicidio, a pesar de recrear la soledad y amargura de unos personajes encerrados en sí mismos, que gritan en silencio su necesidad de ser amados.
El Apartamento ganó cinco Oscars de la Academia en 1960. Es una de las pocas comedias que se han alzado con la estatuilla a la mejor película y la última película en blanco y negro en conseguirlo hasta La Lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993). También recibió estatuillas al mejor director, guión original, edición y diseño artístico. La pareja protagonista tuvo que conformarse con nominaciones al premio.