Ayer tocaba partido grande en el Vicente Calderón, de esos que uno sueña poder ver y al que nos está mal acostumbrando nuestro Atleti. Nos jugábamos el honor de ser campeones de invierno ante el todopoderoso F.C.Barcelona. Como no podía ser de otra manera el Calderón lució sus mejores galas con todo el papel vendido y el Frente Atleti realizó un tifo simplemente espectacular ¡¡¡APLASTA ATLETI !!!. Sin ningún tipo de duda es la mejor grada de animación del mundo. Aunque todos teníamos en mente partidos históricos ante los cules, con goleadas por los dos bandos, jugadas mágicas y remontadas épicas... ambos técnicos tenían en su cabeza un partido completamente distinto al esperado por el aficionado. En definitiva, y siendo fríos, aún quedan 19 jornadas de liga o 57 puntos en disputa, como lo quieras ver, y eso es mucha tela que cortar... Cada equipo estaba más preocupado por parar las virtudes de su rival que de explotar las suyas propias. Hubo mucho respeto por ambos lados y eso, viniendo del Barça es como para estar orgullosos y dice mucho del grandísimo trabajo del Atleti.
El encuentro fue tan táctico que Martino prefirió dejar de salida a Messi y Neymar en el banquillo para seguir explotando el gran momento de forma de Pedro y Alexis Sánchez. Empezamos el encuentro muy intensos intentando meter un gol rápido que obligará al Barcelona a ir a por el partido y dejar huecos para nuestras contras. Así, nada más empezar el choque, Ardá hizo un jugadón por la banda derecha que casi acaba en gol. El turco realizó un partido impresionante y fue el que más peligro generó por nuestro lado. Al poco, otra muy buena jugada del equipo acaba en remate a puerta de Costa, aunque el tiro no era muy peligroso. Para mi gusto la mejor ocasión vino de un corner sacado por Koke, peinado por Miranda al segundo palo y Diego Costa no llega por muy poco. Al cabo de un rato y para evitar el desgaste físico, el Atleti se hecha atrás y empezó el recital táctico del Cholo. La defensa del Atleti estuvo impresionante empezando por Villa y Costa cuyo trabajo impidiendo sacar el balón jugado por parte de Pique y Mascherano fue fundamental ya que permitió a Tiago y Gabi estar concentrados en la batalla con Xavi y Busquets por evitar pases al hueco.