Revista Coaching

507.- "El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro"

Por Ignacionovo
507.- miedo compañero fiel, jamás engañado para irse otroAutor: Woody Allen. ¿Es bueno tener miedo? No padezco, al menos que sepa, ninguna patología que nuble mi consciencia, pero la respuesta es sí. Nos convenceremos si tratamos, simplemente, de asimilar que el miedo es un mecanismo de respuesta fundamental cuando nuestra integridad física y emocional está en peligro y el hecho de no sentirlo implicaría estar indefensos ante amenazas legítimas. El miedo nos alerta y nos prepara para sobrevivir en situaciones extremas. Entonces, y vistas sus bondades, ¿celebramos el miedo y amamos experimentarlo? Tampoco es eso, claro está.
El problema no es tanto el miedo en sí, sino sentirlo, como ocurre demasiado a menudo, en situaciones que de ninguna manera son de a vida o muerte. Por ejemplo, sentir temor ante lo que, bien visto, son apenas contratiempos de la vida o terror ante un negro futuro presentido o por traumas que una vez nos dejaron marcados y que nos incapacitan para tratar de experimentar de nuevo lo que ya una vez nos hizo sufrir… Este tipo de miedo no es ‘legal’, sino una suerte de angustia vital que nos impide vivir en plenitud.
Según las encuestas las fobias más extendidas son: el pánico a las arañas, a las serpientes, a las alturas, al agua, a los espacios cerrados, a los túneles y puentes, al rechazo social, al fracaso, a hablar en público… y no hay medicinas, no nos engañemos, para estos miedos, como dice un proverbio escocés, acaso sí un remedio universal que siempre consigue aplacarlos, cuando no extinguirlos: enfrentarlos.
El miedo comienza cuando aceptamos que no somos capaces de hacer frente a una situación de crisis. Los que tienen confianza en su capacidad para negociar los tiempos difíciles y resolver los problemas de frente; los que creen que poseen la prudencia necesaria, y la fuerza para superarlos, son los más calificados para desterrar con éxito todos los miedos imaginarios de sus mentes y sentirse aliviados. Si hay miedo, solo cabe el coraje.
En una ocasión un león se aproximó hasta un lago de aguas transparentes para calmar su sed y, al acercarse a las mismas, vio su rostro reflejado en ellas y pensó: "¡Vaya!, este lago debe ser de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él!" Atemorizado se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó al poco.Y allí estaba otra vez ese león. (Qué hacer! La sed lo devoraba y no había otro lago cercano). Retrocedió de nuevo.
Unos minutos después volvió a intentarlo y esta vez abrió las fauces amenazadoramente, pero al comprobar que el 'otro' león hacia lo mismo, sintió terror. Salió corriendo, ¡pero era tanta su sed! Lo intentó varias veces, aunque siempre acababa huyendo espantado.
Como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago, sucediera lo que sucediese. Así lo hizo. Y al meter la cabeza en el agua, ¡el 'otro' león desapareció!
Reflexión final: "El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal." (Sigmund Freud)


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