513.- "El mal es siempre posible. La bondad es una dificultad"

Por Ignacionovo
Autor: Anne Rice. Resulta pavoroso, aunque esclarecedor, ser conscientes de que en nuestra naturaleza existe la capacidad cierta de ser crueles sin tasa y que el hecho de no comportarnos así, es simplemente porque no se reúnen las circunstancias apropiadas para ello. Es decir, dadas determinadas condiciones, todos seríamos capaces de cometer iniquidades que jamás pensamos seríamos capaces de perpetrar.
Es lo que el profesor Philip Zimbardo llamó "Efecto Lucifer." La posibilidad latente de que 'gente buena' haga 'cosas malas.' Este concepto sobreviene de un famoso experimento desarrollado en la Universidad de Standford en el año 1971. Un grupo de estudiantes, todos hombres, se ofreció voluntario para experimentar una simulación de una prisión en el sótano de la universidad. La mitad de los estudiantes quedaron definidos como los presos y la otra mitad como los guardias. Los 'prisioneros' fueron acusados de robo a mano armada y arrestados y encarcelados con un procedimiento muy similar al que ocurre en la realidad. Los 'guardias' fueron equipados con porras y uniformados convenientemente.
La vida en la prisión simulada se documentó y todos los participantes en el experimento estuvieron sometidos a una estrecha vigilancia. Resultó que pronto los 'guardias' se convirtieron en tiranos crueles y abusivos. Por contra, los 'prisioneros' se comportaron de acuerdo con las normas que se imponen comúnmente a los reos de un presidio. Es decir, tratando de obedecer y ejerciendo presión sobre los miembros díscolos del grupo que ponían en peligro al grupo. A los pocos días era posible distinguir el daño psicológico causado a los 'prisioneros', que se reflejaba, entre otros síntomas, en una incipiente depresión.

El experimento fue detenido después de solo seis días debido a los daños psicológicos de los 'presos' y a pesar de que se suponía iba a durar dos semanas.

El hecho cierto es que, aunque nos pese, todos podemos ser ángeles y demonios, y la conciencia del individuo puede incluir una amplia gama de rasgos tanto de bondad como de crueldad. Hacer frente a este potencial maligno intrínseco que tiene todo ser humano, es heroico.
La vergüenza y la negación alimentarán nuestro lado oscuro por una razón muy simple: si aceptamos nuestras debilidades, defectos y deficiencias como una parte natural de nuestra humanidad, tendremos la posibilidad de pedir ayuda cuando nos enfrentamos con un impulso que no sabemos cómo tratar. En cambio, si negamos nuestras carencias jamás vamos a poder conseguir el control sobre las emociones negativas.
Solo cabe esperar que cuando la vida nos ponga a prueba y nos haga elegir entre bien y mal, seamos lo suficientemente lúcidos para discernir y elijamos, aún sin premio, lo que es correcto. Porque lo incorrecto, y aparte de las implicaciones éticas, se convierte en una nefasta carga que deberemos acarrear, sin descanso y de por vida, de un lado para otro. Y la vida está para otras cosas y no para cargar fardos de pesadumbres.
Reflexión final: "Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos." (Jacinto Benavente)