54 ateos famosos que dejaron de serlo

Por Joseantoniobenito

54 ateos que dejaron de serlo

http://www.libroscatolicos.org/index2.htm

Amigo: Te comparto el índice de las 54 biografías de ateos famosos elaboradas con la erudición, sencillez y unción propias del P. Ángel Peña. Les comparto sus dos introducciones y les animo a leer y compartir.

Este libro es el primero de dos tomos en que trato de presentar los testimonios de algunos famosos ateos que cambiaron el rumbo de su vida y se convirtieron en creyentes para gloria de Dios y bien de sus almas. Han sido muchos los ateos convertidos a lo largo de los años. Solo presentaremos algunos pocos de los más conocidos y cuyo testimonio puede dar que pensar a los que todavía se mantienen en la ruta equivocada. Ciertamente que, mientras hay vida, hay esperanza; pero el tiempo se va agotando momento a momento y hay que dar el paso lo antes posible.

Si vives como si Dios existe y, al final, resultó que no existe, no has perdido nada. Más bien has ganado mucho, ya que el haber creído en un Dios bueno, te ha dado alegría y esperanza para vivir y, sobre todo, para llevar una vida ordenada y sin vicios. Por el contrario, si crees que Dios no existe y vives como tal y, al final, resulta que sí existe, has perdido todo, ya que has perdido el precioso tiempo de tu vida y has dejado de hacer mucho bien en el mundo, pensando que nadie te iba a pedir cuentas; y quizás decidas ir eternamente al infierno con los demonios, al rechazar a Dios en el momento de tu muerte. Y, en el mejor de los casos, el de una persona sincera y honrada, que ha vivido sin vicios y que sin saberlo, ha seguido la voz de Dios a través de su conciencia y se salva eternamente, lamentará eternamente no haber podido amar más a Dios y a los demás.

En una palabra, creer en Dios a nadie hace daño, sino todo lo contrario, mientras que no creer en él, puede hacer mucho daño y hacer perder un tiempo precioso para hacer el bien y ser al mismo tiempo más feliz en este mundo y en el otro. Recordemos que en el cielo no todos serán igualmente felices, sino de acuerdo a la capacidad de amar que hayan adquirido en esta tierra. Además todos los ateos convertidos reconocen que había en sus vidas un vacío existencial que los hacía infelices y buscaban desesperados cómo llenar este vacío y dar sentido a su vida.

Que los testimonios de estos hermanos nuestros, que fueron un tiempo ateos, te estimule a mejorar tu vida y a vivir enteramente al servicio de Dios y de los demás.

INTRODUCCIÓN

Este libro es el segundo tomo en que trato de presentar los testimonios de algunos famosos ateos que cambiaron el rumbo de su vida y se convirtieron en creyentes para gloria de Dios y bien de sus almas. Han sido muchos los ateos convertidos a lo largo de los años. Solo presentaremos algunos pocos de los más conocidos y cuyo testimonio puede dar que pensar a los que todavía se mantienen en la ruta equivocada. Ciertamente que, mientras hay vida, hay esperanza; pero el tiempo se va agotando momento a momento y hay que dar el paso lo antes posible.

Si vives como si Dios existe y, al final, resulta que no existe, no has perdido nada. Más bien has ganado mucho, ya que el haber creído en un Dios bueno, te ha dado alegría y esperanza para vivir y, sobre todo, para llevar una vida ordenada y sin vicios. Por el contrario, si crees que Dios no existe y vives como tal y, al final, resulta que sí existe, has perdido todo, ya que has perdido el precioso tiempo de tu vida y has dejado de hacer mucho bien en el mundo, pensando que nadie te iba  a pedir cuentas; y quizás decidas ir eternamente al infierno con los demonios, al rechazar a Dios en el momento de tu muerte. Y en el mejor de los casos, el de una persona sincera y honrada, que ha vivido sin vicios y que sin saberlo, ha seguido la voz de Dios a través de su conciencia y se salva, lamentará eternamente no haber podido amar más a Dios y a los demás.

En una palabra, creer en Dios a nadie hace daño, sino todo lo contrario, mientras que no creer en él, puede hacer mucho daño y hacer perder un tiempo precioso para hacer el bien y ser al mismo tiempo más feliz en este mundo y en el otro. Recordemos que en el cielo no todos serán igualmente felices, sino de acuerdo a la capacidad de amar que hayan adquirido en esta tierra.

Además, todos los ateos convertidos reconocen que había en sus vidas un vacío existencial que los hacía infelices y buscaban desesperados cómo llenar este vacío y dar sentido a su vida.

Que los testimonios de estos hermanos nuestros, que fueron un tiempo ateos, te estimule a mejorar tu vida y a vivir enteramente al servicio de Dios y de los demás.

TOMO I

1.   Fedor Dostoievski.

2.   León Tolstoi.

3.   León Bloy.

4.   Carlos de Foucauld.

5.   Félix Leseur.

6.   Wilibrordo Verkade.

7.   Eva Lavallière.

8.   Adolfo Retté.

9.   Charles Nicolle.

10.Paul Claudel.

11.Alexis Carrel.

12.Nicolai Berdiaev.

13.Gilbert Keith Chesterton.

14.Henri Gheón.

15.Manuel Azaña.

16.Jacques Maritain.

17.Giovanni Papini.

18.Manuel García Morente.

19.Peter Van der Meer.

20.Dietrich von Hildebrand.

21.Edith Stein.

22.Dolores Ibárruri (La Pasionaria).

23.Guillermo Rovirosa.

24.Dorothy Day.

25.Clive Staples Lewis.

26.Regina García.

TOMO II

1.   Maria Meyer Sevenich.

2.   Fred Copeman.

3.   Takashi Nagaï.

4.   Ignace Lepp.

5.   Armando Rodríguez.

6.   Douglas Hyde.

7.   John Moody.

8.   André Frossard.

9.   Carmen Laforet.

10.Solzhenitsyn.

11.Bernard Nathanson.

12.Kenneth Whitehead.

13.Evelyn Birge.

14.Sergio Peña y Lillo.

15.Maurice Caillet.

16.Sergei Kourdakov.

17.Tatiana Góricheva.

18.Joseph Pearce.

19.Sandra Elam.

20.Janne Haaland Matlary.

21.Vladimiro Roca.

22.Narciso Yepes.

23.Leonardo Mondadori.

24.Vittorio Messori.

25.Myroslav Marynovich.

26.Graham Greene.

27.Francis Collins

28.Antony Flew.