55 SEMINCI: Clausura. Balance (II). El momento de analizar lo visto

Publicado el 31 octubre 2010 por Davicine
Hace más de una semana, arrancaba la 55 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Este año, como os habíamos anunciado, y habréis notado, han contado con nosotros como medio de prensa acreditado y hemos podido seguir de cerca la evolución de todo lo que ha sucedido, pudiendo cubrir toda la sección oficial, ofreciéndoos las críticas de las películas y cortos de la misma, así como realizando entrevistas y acudiendo a ruedas de prensa. Todo ello ha sido gracias a la organización y, en especial, al departamento de prensa, desde donde nos han facilitado mucho hacer nuestro "trabajo".
Ahora, tras la "resaca" de la SEMINCI, y a falta de publicar todavía algunos vídeos con entrevistas que hemos realizado, y alguna otra persona a la que hemos dado la "chapa", podemos decir, con tranquilidad... que hemos visto todo lo que se tenía que ver para realizar un balance en toda regla de la SEMINCI.
Estos ochos días de cine nos hemos repartido la Sección Oficial entre el colaborador y amigo Carlos Cuesta y yo, de tal forma que entre ambos hemos ido subiendo al blog nuestra opinión personal de cada corto y película vista en esta sección, así que tampoco veo necesario ahora recordar cada una de ellas, pero sí evaluar, en comparación con el Palmarés, la conformidad o no con el jurado, así como un balance general de lo que por aquí se ha visto y pasado.
Este año arrancaba muy fuerte, con la presencia en Sección Oficial, aunque fuera de concurso, de También la lluvia, de Icíar Bollaín. La película, que es nuestra candidata española para competir en la carrera por una candidatura al Oscar a Mejor Película de Habla no Inglesa, ha sido un reclamo perfecto para poder hacer que este festival estuviera en boca de todo el país, impaciente por nuevas opiniones a la espera de su estreno nacional. Además, para presentarla, acudieron a Valladolid la directora, acompaña de parte del reparto, con Luis Tosar al frente, y el guionista Paul Laverty. Todos ellos pasearon por Valladolid, dieron glamour a la ciudad, ofrecieron entrevistas, ruedas de prensa y sonrisas a los medios... al igual que Antonio Banderas, que también hizo lo mismo el día de la inauguración, con motivo de la Espiga de Honor que recibía, pero todo esto quedó en la sombra tras la polémica suscitada en el arranque de la SEMINCI por culpa de las declaraciones del alcalde de la ciudad, algo que provocó que los medios de prensa nacionales hicieran más eco de ésto y de la decisión de no acudir la Ministra de Cultura a la Gala de inauguración por no estar cerca del alcalde. Una lástima que el cine quedara en un segundo plano el día que esta semana daba comienzo.
Ahora bien, pasado este momento extraño de polémica y política, por fin se abrió paso el séptimo arte, y arrancó de verdad lo que a nosotros nos interesa, el buen cine, las estrellas, los nuevos directores y el glamour... aunque de esto último menos.
Muchas son las películas que han pasado por la SEMINCI, y la gran mayoría dirigidas por debutantes en el largometraje. Quizás eso daba pie a pensar que este año veríamos como tomaban el relevo directores jóvenes a todos esos grandes directores del cine de autor que durante años han copado los galardones en festivales internacionales... y así ha sido a medias. La decisión de dar una Espiga de Oro ex-aequo a Copie conforme de Abbas Kiarostami y Sin Retorno de Miguel Cohan nos ha dejado helados. Ciertamente esperábamos que sobre el director iraní recayera algún premio, pero no creíamos que acabara siendo la Espiga de Oro, no por ser una mala película, que no lo es, sino por no aportar demasiado al cine, siendo más bien un homenaje a películas clásicas de amor, o más bien de enamoramiento, con grandes interpretaciones pero poca sorpresa en la dirección y el guión. Ahora bien, este tipo de directores saben que siempre se van sin las manos vacías. Eso sí, dar otra Espiga de Oro a un nuevo director nos parecía algo que debía hacerse, siempre y cuando fuera una gran película, grandes películas ha habido, por lo que no nos sorprendía demasiado ese premio compartido, pero sí que fuera a parar a Miguel Cohan, quien nos ofrecía una película que, si bien tenía un gran reparto, una historia de crítica social, de lucha por dar a conocer la verdad, y de golpes que te da la vida, nos parece excesivo la cantidad de premios que se ha llevado, pues no pasa de ser una historia que narra algo conocido por todos, demasiado visto en telefilms, y en la que sus grandes protagonistas no han estado a la altura de anteriores papeles. Demasiado reconocimiento para una película que ha sido respaldada por toda la prensa, a la que han estado haciendo "la pelota" durante toda la semana, y de la que quedaba claro desde un principio, y antes de concluir todos los pases de sección oficial, que ya se llevaría algo... y gordo.
La Espiga de Plata ha sido para el largometraje español La Mosquitera, segundo largometraje del director Agustí Vila. Esta película sí que nos parece justo que reciba una mención, pues, en sí, está repleta de personajes neuróticos, obsesionados con las minucias y sin caer en la cuenta de la realidad, que, tratada desde un punto de vista cómico, se convierte en una llevadera cinta que nos traslada a la inverosímil relación familiar entre los personajes, y dejando leer entre líneas mucho más de lo que se muestra.
En cuanto al Premio Especial del Jurado ha recaído en la película Na putu (En el camino), de Jasmila Zbanic, por la relevancia de su tema y la sensibilidad en su tratamiento, siendo un justo premio que podría haber ido a parar a otras muchas películas, pero que no discutiremos.
Al menos, en lo que respecta a los premios a los actores entregados por parte del jurado, estoy más que conforme, quizás por las casualidades de la vida. De todas las películas que me he encargado de cubrir, y como ya ha dicho Carlos en su balance anterior, la única cinta en la que había un personaje femenino con cierta relevancia era La mosquitera, y finalmente el Premio a Mejor Actriz ha recaído en manos de ella, Emma Suarez. El resto de películas visionadas por mí estaba centradas en personajes masculinos, al revés que en las películas visionadas por mi colaborador, quien disfrutó de películas con más peso femenino, y de ellas ha salido el Premio al Mejor Actor, Jesper Christensen, por En familie. Por tanto, aquí sí que creó que se trata de un merecido premio a Emma Suárez, al ser uno de los retos más importantes que ha podido encontrarse en su carrera, y no sólo por la parte interpretativa, sino por la dificultad añadida de tener que aprender catalán para rodar la película, donde ella debe llevar al límite a su personaje, pero sin que caiga en una locura irreal.
En lo referente al Premio a la Mejor Música Original, que ha ido a parar en manos de El director de Recursos Humanos, nos parece una gran elección por la forma perfecta con la que la música nos ayuda a viajar desde Israel a Rumania, sin tener demasiada notoriedad, pero si acompañar durante la película marcando los momentos dramáticos y de humor, que perfectamente conviven en la misma.
Por otra parte, en cuanto a los cortometrajes, ha sido galardonado con la Espiga de Oro, Laharog dvorah (Matar a un abejorro), de Tal Granit y Sharon Maymon, el cual es un corto que particularmente me ha gustado mucho, una verdadera reflexión sobre la vida, la amistad y el poder del miedo, que nos abre las puertas de par en par a una tragicomedia para tener en el recuerdo.
En general, salvo la elección de Sin retorno para compartir el Oro, que podría haber dado paso a otra galardonada con mucho más esfuerzo narrativo, como Incendies o Picco, películas que han mostrado en pantalla, y con gran crudeza, historias fuertes y desgarradoras. Es lo único que nos deja algo noqueados, aunque incluso el jurado ha declarado que a Incendies, ganadora al menos del Premio del Público, "le sobraba media hora" para alzarse con la Espiga de Oro. Es decir, han tenido que argumentar los motivos por lo que otra película no ha estado ahí, algo poco habitual pues con elogiar a las ganadoras suele ser suficiente. Eso sí, nos tranquiliza saber que, como también han declarado, las deliberaciones "han sido muy duras" y que todos los miembros "se han impuesto en alguna medida y han tenido que ceder en otra", donde, algo que es lo mínimo que se espera, no han primado los "amiguismos".
Quizás muchas veces vemos las películas desde su totalidad, desde lo que nos han transmitido al finalizar, analizando su fotografía, montaje, interpretación, guión y, por último, dirección, pero sí que es cierto que en ocasiones se nos olvida que una película se ha hecho más larga de lo deseado, o ha faltado algo a la misma, lo que no ha pasado con Sin retorno, siendo uno de los motivos por los que el jurado ha interpretado que merecía el máximo galardón, ya que "si una película es redonda, ni le sobra ni le falta". Picco me gustó, pero sobraban quizás algunas escenas de violencia, e, incluso, el final se hacía esperar demasiado. A l'origin d’un cri era una buena película, con buenos actores, que no se ha llevado ningún galardón, a pesar de tener un guión solido y una dirección magnífica, pero también, en ocasiones, se hacía un poco más larga de los esperado. Otras cintas como Cyrus o La misión del director de Recursos Humanos han aportado el toque de humor al certamen, y el humor es algo que muchas veces no se asocia al cine de autor que se suele galardonar. Por lo que, siendo justos, las galardonadas han sido aquellas a las que, efectivamente, no les sobraba metraje, independientemente aportaran frescura o novedad, independientemente no fueran guiones originales o desconocidos para nosotros... es decir, se han ido con galardón aquellas películas que han sabido aportar, en la totalidad de su duración, una trama y un entretenimiento apto para ser reconocido por uno de los festivales de cine con más renombre en el cine de autor.Muchas más noticias en No es cine todo lo que reluce.