A continuación, por su interés, reproducimos un escrito que nos han hecho llegar desde el Gremio de Valencia, donde podemos constatar que muchos de los conceptos que han servido para construir nuestra actual sociedad ya estaban impresos en el código genético del Gremio desde su fundación.
“Hace 550 años, el 23 de junio de 1462, els Jurats de la Ciutat i Regne de València aprobaron las primeras ordenanzas de este Gremio.
Unas ordenanzas que no sólo iban a operar como marco legal de organización del oficio de panadero sino también como mecanismo de defensa y socorro mutuo de los agremiados, sus familias y sus trabajadores, confiriendo a los agremiados obligaciones y derechos.
Los lazos de solidaridad que se establecían garantizaban incluso la existencia de ciertas formas de previsión.
Un sistema de aportaciones a la caja común del Gremio servía para atender las necesidades más apremiantes de los agremiados que caían enfermos y de sus familias. Con estos fondos se atendían también los gastos de funeral y entierro de sus miembros, se socorría a sus viudas y huérfanos y se mantenían hospitales en los que atender al colectivo.
Los Gremios establecieron, pues, unos mecanismos de funcionamiento interno que bien pudieran ser la base de lo que hoy en día entendemos como una sociedad avanzada y solidaria.
Formación, regulación de las condiciones laborales, desarrollo de políticas sociales, sistemas de previsión, son conceptos que ahora nos suenan como logros irrenunciables en una sociedad justa y desarrollada, y que fueron puestos en práctica por los gremios hace ya muchos siglos.
Esos mismos gremios jugaron, además, un papel destacado en la articulación de la sociedad urbana y contribuyeron a dotar de una particular fisonomía a la vida de ciudades en su máximo esplendor económico y social como nuestra querida Valencia”.
Fuente: Ceopan