5M Eficiencia Energética. Supervivencia básica

Por Paco Maestre @Elbiocultural

El próximo miércoles, cinco de marzo, tiene lugar la celebración del día mundial de la eficiencia energética.

En concreto, de lo que se trata en este día es de tomar conciencia de la importancia que tiene una buena administración de nuestro consumo energético, para preservar nuestros recursos económicos y naturales, reduciendo de manera eficiente el gasto energético que realizamos en nuestro día a día, y promover sustentabilidad económica, política y ambiental.

Hablar de este tipo de eventos esconde en la mayoría de los casos, la existencia de una dejadez, mas o menos consciente, en nuestras responsabilidades, en este caso tanto en nuestro ámbito individual y domestico, como en el colectivo a nivel empresas y legislativo, que en este país es una autentica sangría.

Eficencia enérgetica. Las renovables las olvidadas en España

Este ahorro energético es deseable desde varios puntos de vista. Uno de ellos es el económico, y es que a nadie se le escapa que con los precios actuales que sufrimos en los suministros energéticos que contratamos, en constante alza y con la inoperancia de nuestros políticos para frenar esta escalada constante que experimentan, el asunto se esta convirtiendo en una emergencia nacional, y es casi obligado ser eficiente en grado máximo, cuando no una cuestión de pura supervivencia. Pero el precio no es el único problema, tanto a nivel empresa como domestico.

Y es que esto de la eficencia energética a llegado tarde a España, y tratar de ser eficiente es muy complicado. Por ejemplo, en un reciente estudio realizado por Certicalia, una red de más de 2.000 técnicos que realizan certificados energéticos en toda España, se llega a la conclusión de que el 90% del parque de viviendas español derrocha energía.

Nuestras viviendas se clasifican, en función de su eficiencia energética, con una letra que van de la A a la G, siendo A la mejor puntuación, D el aprobado y E,F y G distintos grados de suspenso. Pues bien, es casi imposible encontrar ningún edificio que alcance la categoría A y solo un 10% se pueden clasificar con la B, la C o la D. El resto suspenden. Las razones de todo esto debemos buscarlas en una legislación prácticamente inexistente hasta el año 2006 en materia de eficiencia energética que regulara la construcción edificios, y que surge más como consecuencia de los tirones de oreja y multas reiteradas impuestas por Europa, que por un impulso real de nuestros dirigentes, que dicho sea de paso, tampoco se han visto muy agobiados por la ciudadanía a proponer y dictar legislaciones en esta materia.

Categorías de eficiencia de nuestros edificios

Es ahora cuando empieza a surgir con fuerza una cierta conciencia, mas a base de palos que de otra cosa, en este sentido en nuestro país, justo cuando estamos inmersos en una da las crisis económicas mas graves de nuestra historia más reciente, Estamos empezando a darnos cuenta del coste  económico real del derroche energético que hemos estado realizando durante demasiado tiempo.

Y es que hay países que nos llevan muchos años de ventaja en este sentido y que ya llevan tiempo legislando sobre esta materia y subvencionando la reforma de los edificios para mejorar su eficiencia energética, como por ejemplo Gran Bretaña o Alemania.

Y es que la rehabilitación de edificios es un punto capital, que España debe tomase muy enserio en el futuro próximo, si quiere cumplir con los objetivos marcados por la UE para el año 2050 en materia de reducción energética y de emisiones de gases invernadero. Es un gran reto, que en las condiciones actuales, parece difícil y complicado de conseguir.

Y es que no solo esta el problema económico, esta también el escaso carácter ecológico que tiene el actual gobierno, que ha puesto restricciones a las energías renovables, retirando subvenciones e inversiones, cuando debería de ser todo lo contrario, ya que estas son la base de la eficiencia y del ahorro, y las que representan un modelo sostenible a largo plazo, lo cual ya ha hecho preocuparse a la UE, muy pendiente de los desmanes del Ministro Soria y sus peajes eléctricos y su hambre de petroleo, como de nuestro Ministro de Medio ambiente el Sr. Cañete, así como a todo el colectivo de las organizaciones ecologístas.

Es por eso que este 5 de marzo, día declarado de la eficiencia energética, tendría que ser todos los días y debería ser tomado mucho más en serio en un país con la crisis que tiene encima, ya no solo por los beneficios ambientales que ello nos reporta a todos los habitantes del planeta, si no por puro sentido común y por pura supervivencia.

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