Recuerdo cómo empezó todo: un día simplemente quise compartir lo que escribía sobre aquello que leía. Vamos, una reseña en toda regla. El procesador de textos Word (creo del 2003) y el disco duro de mi ordenador fueron mis únicos testigos por aquel entonces, hasta que paré un momento y me dije:
"Si quieres compartirlo, has de ir a Internet"
Y luego Google me llevó a Blogger. Con Wordpress no me atrevía, lo veía demasiado para empezar. E insisto: qué pena que no hice un pantallazo del diseño del blog en los comienzos porque seguro sería de risa. Al principio escribía más como una forma de cristalizar mis pensamientos más que por compartir nada… básicamente porque nadie me leía. Lo mejor —y creo que esa fue la actitud— es que me importaba un pepino. Pero luego llegaron las visitas y el primer comentario y su consiguiente alegría. Iba por el buen camino.
Fui a contracorriente en una blogosfera donde la gente escribía posts muy currados, estilística y estéticamente, y llegaba yo con mis parrafitos de nada, con poca carga y siempre de lo mismo: reseñas de libros. Con el paso del tiempo fui mejorando y aprendiendo de esa blogosfera a la que estaba a punto de pertenecer. Las redes sociales las conocí tarde, como que me uní a Twitter a los dos años de empezar a bloggear creo. ¿Estarías tú dos años bloggeando sin promocionarte por Facebook, Google+ o Twitter? Te reto a hacerlo.
A partir de mi incursión en la social media empecé a tomarme mi papel de bloggera un poquito más en serio e incrementé, entre otras cosas, las secciones y la temática del blog, incorporando posts de cine, música y.... (mi mente sigue abierta a más cosas).
Otros llevarán más tiempo que yo, pero puedo decir que aguantar 6 años en Blogger no es fácil El escribir un post a diario, como hacen muchos, nunca me lo he planteado: los bajones y la desidia están ahí.
Pero mantener la actividad bloggeril es muy duro y conectar con la gente también; nunca sé, de verdad lo digo, si lo que escribo gustará o llegará a muchos confines de la Red. Ahora mismo me lo planteo con este post...
Escribir en un blog cada semana —que es lo que intento yo— es una tarea titánica, y no porque te falten temas o ideas (bueno, a veces sí), sino porque no todos los días tienes la energía suficiente para sentarte delante de un editor en blanco e inspirarte ante un teclado. Requiere corazón, motivación e inspiración. Yo lo llamo "mi pequeño chute de energía" y cada día lo necesito como aire para respirar. Día que no lo tengo, día que no bloggeo. Punto.
Así que, para paliar esos momentos de pesadez, de quiero-y-no-puedo, me valgo de estas 4 frases que me ayudan a seguir en la palestra y ser mejor bloggera. Si te sirven a ti, eso me llevo:
1. La verdadera creatividad surge siempre de la escasez
—Wolfgang Joop
A veces me quedo sin ideas para escribir un post. Pienso que no puedo escribir nada, que ya está todo dicho. Pero está demostrado que el ser humano se crece frente a la adversidad y agudiza su ingenio.
>> Post que escribí siguiendo este precepto: ¿Bliblioqué?
2. A veces se gana, y a veces se aprende
—John Maxwell
Sin perder de vista mi objetivo —compartir— eché mano de la constancia para seguir a flote, porque lo fácil es abandonar el barco a los dos días de zarpar. Si en Blogger no tienes un objetivo de por qué creaste un blog, quizá te quede grande. Mejor será que te lances al microblogueo.
>> Post que escribí siguiendo este precepto: mi 1ª reseña, "La Historia Interminable"
3. Lo perfecto es enemigo de lo bueno
—Voltaire
Mea culpa: soy una maniática algo cabroncilla de la perfección. Cosa que escribo, cosa que pulo como si de un diamante se tratase. No lo niego: me gusta escribir joyitas. Lo malo es que estresa bastante. Que sea bueno o no, lo dejo a juicio del lector.
>> Post que escribí siguiendo este precepto: Por siempre "Orgullo y Prejuicio"
4. Somos el resultado de la suma de todos los momentos de nuestra vida—Ethan HawkeLlegar a casa y ponerte el pijama, comerte un helado, ver una película, escuchar las olas del mar... Todos tenemos pequeños grandes momentos. Para mí, uno de ellos es bloggear. Así que puedo afirmar que Blogger forma parte de mi ADN: ya es una constante en mi vida.
>> Post que escribí siguiendo este precepto: ¿Hace falta que te lo diga? ¡Todo el blog!
Un #blog es un blog, por muy pequeño que sea. Lleves los años que lleves, disfruta de la aventura de ser #Blogger.
Click To Tweet
A por el 7º año.
(¯`• Filóloga Bibliófila •´¯)