6 características más comunes sobre la raza de perros Pitbull

Por Evolucion2015

La raza de perros Pitbull son perros notables, de tamaño mediano, estructura sólida, pelo corto y una musculatura bien definida. Aunque se conoce a esta raza con el nombre genérico de “Pitbull”, el nombre correcto en castellano es “Pit bull terrier americano”.

Si bien el nombre de la raza da a pesar que el pitbull se originó en Estados Unidos, que se forjó a partir de perros importados desde el Reino Unido. Se utilizaban como perros de pelea hasta que éstas fueron prohibidas en 1976; actualmente son criados como mascotas y atletas en deportes legales (aunque sigue siendo las razas predilectas en las peleas de perros, ahora realizadas de forma clandestina). Es parte de la Generación Bullenbeisser.

Como lo hemos mencionado fue originalmente para ser un perro de pelea, el pitbull presenta características físicas que le confieren gran fuerza y agilidad. También es un perro muy resistente al dolor físico y posee un coraje que supera cualquier expectativa.

Estas características han sido un arma de doble filo para la raza. Los aficionados al pitbull valoran su fuerza y agilidad, mientras que sus detractores opinan que es poco menos que una máquina de matar.

Debido a todo lo que se ha dicho, no hay duda de que esta pregunta debiera haberle venido a la mente al lector medio. ¿Por qué el Pitbull? ¿Por qué querría una persona normal y en su sano juicio un Pitbull? Después de todo, hemos admitido que esta raza es, en esencia, un perro de pelea, ¿no? Hemos admitido que esta raza muestra muy frecuentemente agresividad hacia otros perros, y que muchos pitbulls pueden mostrar cierta agresividad hacia las personas. Hemos visto cómo muchos países de todo el mundo no permiten la propiedad de pitbulls a sus ciudadanos. En algunas áreas del mundo, el Pitbull puede ser tenido legalmente, pero el propietario debe llevar una póliza de seguros para que le proteja en caso de que un vecino o cualquier otra persona que resulten heridos.

Cualquier raza puede ser sujeto del tipo de discriminación “racial” que el Pitbull sufre hoy en día. Hace algún tiempo fue el Dobermann el que tuvo esta reputación en los Estados Unidos. Y durante algún tiempo fue también el pobre San Bernardo. Después de todo, incluso el Bulldog inglés es un perro de orígenes puramente para pelea, pero en ningún lugar del mundo se está proponiendo que se ponga fuera de la ley a los Bulldogs. Dentro de un tiempo, la histeria generada por los medios de comunicación alrededor del Pitbull pasará y será otra raza la que centrará la atención de los medios. Los propietarios irresponsables que busque una raza que cause impresión desviarán su atención hacia cualquier otra raza y entonces nos preguntaremos por qué hubo un tiempo en que pensábamos que el pequeño Pitbull era un perro inherentemente peligroso. De todas maneras, hasta que llegue ese momento deberíamos discutir acerca de unas pocas cualidades muy positivas de esta raza.

¿Cuáles son las características más comunes de la raza de perros Pitbull?

1. Historia
Debemos conocer el origen de la raza Pitbull para así entender muchas de sus conductas y necesidades, debido a que fue criado para ser un perro de pelea o combate contra otros perros de su clase. Siempre eran sometidos a ejercicios fuertes y su alimentación base siempre era las carnes rojas. Como mencionábamos es originario de Reino Unido y Estados Unidos, donde buscaban un perro bastante fuerte con habilidades de caza, pero sólo consiguieron un buen luchador, aunque esta práctica es ilegal en la actualidad.

La raza de perros pitbull actuales tienen sus orígenes en la Gran Bretaña del siglo XIX, pero su historia se remonta a la época del Imperio Romano.

Esta raza es descendiente de perros molosos de pelea, que originalmente se usaban para peleas contra toros y osos. Con la prohibición de estas peleas en Inglaterra, los aficionados a estos supuestos deportes empezaron a criar perros más ligeros para hacerlos pelear entre ellos. Parece ser que se utilizaron perros de tipo terrier, consiguiendo así mayor agilidad sin perder la combatividad.

El pitbull fue reconocido en alguna época por el American Kennel Club (AKC), pero luego fue eliminado de sus registros debido a que dicha institución no quería la mala prensa que traía consigo una raza de pelea. Es así que los cinófilos norteamericanos desarrollaron una nueva raza a partir del pitbull de entonces, el American Staffordshire Terrier.

Hoy en día, el pitbull es reconocido por algunas organizaciones cinófilas, como el United Kennel Club y la American Dog Breeders Association, pero no es reconocido por la Federación Cinológica Internacional (FCI) ni actualmente la raza está considerada como una de las razas peligrosas, pero sigue siendo una de las más populares en todo el mundo.

La confusión comenzó cuando, a comienzos de los años 30, el American Kennel Club decidió separar a la raza de exposición canina como American Staffordshire Terrier, con el fin de diferenciarla del American Pit Bull Terrier que era la raza que se utilizaba como perro de pelea. El American Pit Bull Terrier no ha sido reconocido por el American Kennel Club, mientras que el American Staffordshire Terrier, que es ligeramente más grande, sí ha sido reconocido.

¿Los hechos? Se supone que el Pitbull tiene su origen en el Imperio Romano, o al menos lo tienen algunos de sus parientes que luchaban en los ejércitos de Roma. Tanta era su ferocidad y su desempeño al frente de las tropas, que estos canidos pasaron a formar parte de los espectáculos de divertimento para la sociedad de la época. “Pan y circo” para todos, y los perros luchando en la arena.

Siguiendo con las suposiciones, de alguna forma, ejemplares de este tipo de perros sanguinarios llegaron a Gran Bretaña y comenzaron a ser utilizados por los carniceros para manejar a los toros. Si traducimos la palabra “toro” del español al inglés, obtenemos un término que ha formado parte del nombre de esta y otras razas afines: “bull”. Conocidos como “bulldogs”, estos perros comenzaron a luchar contra los toros en peleas organizadas por sus propietarios, para así mostrar el desempeño de sus mascotas. En este punto es necesario aclarar algo: el bulldog en aquellas épocas poco tiene que ver con el Bulldog Inglés actual. En cambio, su fisonomía era muy semejante a los Pitbulls que conocemos en estos tiempos, aunque eran mucho más grandes y feroces.

A estos encuentros se les llamaba “bull-baitings” y tuvieron gran popularidad entre los siglos X y XVII. Además de los toros, el oso era uno de los oponentes preferidos por los seguidores de este sangriento “deporte”. Se cree que como muchos “criadores” de aquella época mantenían la discreción para no revelar cómo obtenían ejemplares tan fuertes, grandes y feroces, este secreto de sumario llevó a que no se pueda rastrear completamente el origen de este animal.

Por suerte, en 1835 el gobierno de Inglaterra prohíbe estas peleas. Pero la sed de sangre y acción no estaba acabada, y la nueva genialidad consistía en meter en una fosa a los animales para que luchen contra las ratas. El que más ratas mataba en menos tiempo era el ganador. La palabra “fosa” en inglés se traduce como “pit”, de aquí la unificación para formar la palabra “pitbull”.

La clandestinidad imperaba por aquella época, y rápidamente los antiguos organizadores encontraron otra manera de demostrar el coraje de sus perros, por lo que lograron hacerlos pelear entre ellos. Era el triunfador el que quedaba vivo. Este tipo de peleas era más simple de pasar desapercibida, pero para luchar en las mismas, se requerían perros más ligeros, aunque igualmente fuertes. En este punto hay muchas teorías circulando, sin embargo la más probable es la que asegura que para conseguir esta ligereza en los animales, se comenzaron a cruzar bulldogs con terriers, perros delgados y ágiles que se usaban para cazar bajo tierra, con el fin de que lograran introducirse en las madrigueras. De aquí surgiría la última palabra que compone el nombre oficial de estos perros: Pitbull Terrier.

2. Apariencia física
Cuando se trata de describir el aspecto físico de estos perros es difícil hacerlo, ya que es posible que nos hayamos topado en nuestra vida con muchos tipos diferentes de esta raza. Los hay de casi todos los colores; los ha más altos y más bajos; más musculosos y más delgados. Están los que parecen recién salidos del gimnasio y también aquellos que tienen un aspecto estilizado, pero fuerte.

Sin embargo, pese a esta diversidad de apariencias, hay ciertas características que esta raza debe poseer: ser de tamaño mediano, de estructura sólida y de pelo bien corto. El aspecto preferido forma parte de una detallada descripción conocida como “estándar”,

En primer lugar, establecer un estándar claro para el Pitbull, no es tan sencillo. La FCI (Federación Cinológica Internacional), lo cual es la institución europea donde se registran las características físicas y mentales de todas las razas de perros, no reconoce al Pitbull como una raza, así que no hay autoridad que marque cuál es el estándar que esta raza debe seguir. No obstante, hay dos asociaciones que sí marcan un estándar, que son, la ADBA (American Dog Breeders Asociations) y la UKC (United Kennel Club), ambas asociaciones americanas.

Como estas dos asociaciones no tienen una gran autoridad a la hora de establecer estándares para otras razas (aunque esto es, cuanto menos, discutible), y como no hay una autoridad europea que marque un estándar, muchas personas crían perros bajo el nombre de Pitbulls, sin adaptarse realmente a ninguno de los dos estándares.

Cabeza: Posee una cabeza exagerada, simplemente le hará llevar un peso excesivo que le restará funcionalidad a la hora de realizar cualquier tipo de trabajo. Un pitbull, a todos los efectos proporcionado en la cabeza, debe aparentar las dos terceras partes la anchura de los hombros y ser un 25% más ancho en las mejillas que en el cuello a la base del cráneo. Desde la parte trasera del cráneo hasta el stop, debe ser la misma distancia que desde el stop hasta la punta de la nariz. El hocico tiene que ser recto y de forma cuadrada. La profundidad desde la parte más alta de la cabeza hasta la parte más baja de la mandíbula es muy importante. La mandíbula se cierra por el músculo fosa temporal, ejerciendo la presión que necesita el animal sobre la apófisis corónoides mandibular. La cabeza tendrá una forma de cuña vista desde arriba o de lado, y cuando es vista de frente es redonda. No se aceptan perros con mucho labio.

Ojos: Los ojos son redondos, separados entre sí y situados en una posición baja.

Orejas: Insertadas altas en la cabeza, pueden ser operadas o no, sin preferencia. Si fueran dejadas al natural, preferentemente semirrectas o en forma de rosa. No son deseables las orejas puntiagudas, achatadas en el cráneo o largas.

Dentadura: Se admite el cierre en tijeras (preferiblemente), en tenaza y el prognatismo leve. Lo más importan en la dentadura de un pitbull, que además, los jueves oficiales de esta raza canina es lo que tienen en cuenta en un examen del estándar, son los colmillos, que deben deslizarse los superiores por detrás de los inferiores

Nariz: La nariz depende del color del perro, si es blanco debe ser roja, si es gris la debe de tener gris hasta el labio de abajo.

Cuello: El cuello debe estar fuertemente musculado hasta la base del cráneo.

Extremidades anteriores: Las escápulas (omóplatos) son largas, musculosas y bien inclinadas. El húmero es casi igual al largo de la escápula, formando en su articulación un ángulo aparentemente recto. Los miembros son fuertes y musculosos. Los codos bien pegados al cuerpo. Vistos de frente, los miembros delanteros se colocan moderadamente separados y perpendiculares al suelo.

Extremidades posteriores: Son fuertes, musculosos y moderadamente largos. La angulación de los huesos y la musculatura de las extremidades posteriores deben estar en armonía con la de las anteriores. Muslos bien marcados, con músculos fuertes y bien definidos. Vistos de perfil, deben presentar una buena angulación y con garrones perpendiculares al suelo. Vistos de atrás, estos son rectos y paralelos entre sí. Los pies son redondos, deben estar en proporción con el tamaño del perro, y deben ser bien arqueados y apretados. Las almohadillas son duras, resistentes y bien acolchadas. El quinto dedo o espolón puede ser removido.

Cuerpo: El pecho es profundo, lleno y moderadamente largo. El ancho no debe superar la profundidad. El antepecho no se extiende más allá de la punta del hombro. Las costillas se extienden bien hacia atrás desde la espina dorsal, presentando un buen arqueamiento y formando un cuerpo profundo hasta la altura de los codos. La línea superior es recta, firme y levemente descendiente. El lomo es corto, musculoso y arqueado. Los flancos son levemente retraídos.

Cola: La cola estará insertada baja; debe ser de larga hasta un poco antes de llegar a los corvejones. Esta tiene una base gruesa disminuyendo hasta el final. Debe tener forma de manivela cuando el perro está relajado.

Manto: El manto puede ser de cualquier color o combinación de los mismos, como por ejemplo el Blue Fawn. Debe ser corto y fuerte. El lustre del manto normalmente refleja la salud del perro, señal de vital importancia.

Color: Cualquier color y distribución de colores y combinación son aceptados, excepto el color merle o mirlo (fondo veteado con parches de color sólido).

Piel: Debe ser gruesa y suelta, pero no con pliegues, a excepción del cuello y pecho, que debe estar lo suficientemente suelta para mostrar algunos pliegues verticales.

Altura a la cruz: La altura a la cruz de los machos puede variar entre los 38 cm y los 48 cm, y en las hembras, desde los 35 cm hasta los 45 cm.

Peso: A pesar de lo que mucha gente cree, los pitbull son una raza canina pequeña, a lo sumo mediana, encontrando el peso de los machos que puede variar entre los 16 kg y los 28 kg, y las hembras desde los 13 kg hasta los 27 kg. Uno puede tener un ejemplar puro de esta raza que pese tres o cuatro kilogramos por encima de estos pesos, pero desde luego tendría que estar gordo.

Aspecto general: El pitbull deberá ser cuadrado visto de lado, que la distancia desde el hombro hasta el punto de la cadera sea igual a la distancia del hombro hasta el suelo. El animal pisará alto y tendrá un máximo punto de apoyo para su peso corporal.

Hay determinados defectos que se pueden notar en algunos ejemplares de la raza Pitbull, muchos de estos son considerados faltas. Podemos hablar de un hocico puntiagudo, las comisuras de los labios pendientes o de una mandíbula débil. También de un cuello corto o grueso, fino o delgado.

Los ojos saltones, los ojos de color azul o los que presentan dos colores distintos son consideradas faltas graves, al igual que la cola que presenta quebraduras. En el mismo nivel entra el pelo crespo y ondulado, que también juega en contra, aunque la presencia de pelo largo es directamente una falta que lleva a la descalificación del animal.

Otros motivos de descalificación pueden ser: la cola cortada, la sordera (tanto unilateral como bilateral), el albinismo y el enognatismo (acortamiento de la mandíbula inferior con relación a la superior). En cuanto a su carácter, la agresividad o una extrema timidez pueden contribuir a su reprobación.

3. Carácter y temperamento
Los medios de comunicación y la sociedad en general, se han encargado de difundir muchos mitos y leyendas sobre el carácter de los perros pitbull. Hoy en día la gran mayoría de las personas piensan que los pitbull son perros peligrosos, inestables y muy agresivos. Y aunque esa idea puede ser cierta para algunos casos particulares, no lo es para la raza en general.

Esa idea es incorrecta, pero sus partidarios tratan de apoyarla basándose en la historia del perro pitbull y en datos de ataques ocasionales causados por pitbulls o perros semejantes.

La verdad es que el pitbull es un perro con un impulso de presa muy desarrollado, pero no es un asesino por naturaleza. De hecho, tiende a ser un perro muy sociable con la gente. Por lo general, éste es un perro que, cuando se encuentra bien socializado, puede llevarse muy bien con los niños y adultos, y hasta puede ser una mascota única y excepcional.

Sin embargo, el buen carácter de cualquier perro (incluyendo el pitbull) depende de su correcta socialización desde sus primeros meses de vida.

A pesar de todos los malos comentarios, el pitbull es un perro increíblemente fiel. La raza se vuelve muy unida a su familia humana y no aceptará a otros a no ser que perciba que son bienvenidos en casa como si fueran parte de la familia. Como extensión de dicho atributo, también puede ser un perro muy poderoso y protector, aunque pequeño y manejable, y puede ser muy útil en las manos adecuadas y con un propietario responsable. De todas formas, al contrario que muchos perros muy fieles, el pitbull puede aceptar los cambios. Si se da la desafortunada situación de que una familia tenga que renunciar a su pitbull, el perro se puede entregar a su nuevo propietario con el tiempo. De la misma forma, un pitbull “de segunda mano” puede ser una opción que usted podría considerar, particularmente si conoce a sus antiguos propietarios y su estilo de vida.

Sobre todo, el pitbull es un excelente perro compañero. Aquellos que conocen la raza dirán con frecuencia que, en su opinión, no puede haber mejor perro compañero que el pitbull. Es un perro que formará lazos con toda su familia humana, pero siempre guardará un lugar muy especial en su corazón hacia la persona que él decida que es su mejor amigo. Es un perro lo cual siempre estará ahí para su amo. Es una raza que perdona, sumamente leal, amante de la diversión y es un amigo para toda la vida.

Por lo general, estos perros son amigables, juguetones y confiables con la gente. De cualquier forma, aunque se lleven bien con los más pequeños, nunca debes dejar a un niño a solas con un pitbull o con cualquier otro perro ya que eso es una invitación a los accidentes.

De acuerdo con las estadísticas de la sociedad americana de evaluación del temperamento (ATTS por sus siglas en inglés), la raza pitbull tiene un temperamento más estable que el promedio de los perros. Más aún, en las evaluaciones llevadas a cabo por esa organización en el año 2006, el pitbull obtuvo una mejor “calificación” que razas tales como el Beagle y el Golden Retriever.

Ahora bien, aun cuando esta raza no tiende a ser agresiva con las personas, sí existen algunos pitbull que son agresivos. Esto se debe al mal cuidado o al cuidado inadecuado y la irresponsabilidad de sus propietarios, y puede suceder con cualquier raza de perros.

Por otro lado, aunque un pitbull puede ser socializado con otros perros y quizás con otros animales, ésta no es la raza más ajustable o más recomendable si quieres tener más de un perro. Un perro pitbull puede tener amigos perros, pero el fuerte impulso de presa y la capacidad combativa de esta raza tienden a causar serios conflictos entre perros.

La inteligencia de estos peculiares perros los hace fácilmente adiestrables. Los pitbulls se adaptan muy bien a las diferentes técnicas de adiestramiento canino, pero responden mucho mejor con el adiestramiento en positivo.

Son, aunque mucha gente piense lo contrario (basándose en la mitología popular), perros muy dedicados a sus dueños, interesados en satisfacer todo aquello que se le pida.

Por último, sólo decir que, pese a lo anteriormente dicho, el Pitbull sigue siendo un perro naturalmente dominante y muy testarudo. Es por ello que, en malas manos, se puede convertir en un peligro real.

Si no recibe el trato que merece, puede volverse agresivo, impetuoso y nervioso. Por desgracia, aunque estos ejemplares son los menos, son los que más frecuentemente aparecen en las noticias por protagonizar ataques a otros perros o personas, dando así pie a que los mitos y las leyendas sobre la “naturaleza malvada” de la raza sigan extendiéndose.

4. Aspectos de salud
El pitbull es, por lo general, una raza sana, y cuanto más cerca esté el perro de una línea de trabajo, más sano será. Esta raza no suele presentar enfermedades específicas, y en sí los ejemplares del pitbull suelen ser muy sanos y resistentes, quizás esto se deba a sus orígenes y a los perfeccionamientos en la raza que se fueron dando con el correr de los años, con el fin de crear perros más fuertes y macizos. Esto no quita, de todas maneras, una visita regular al veterinario en los primeros meses de vida del cachorro, para comprobar que esté creciendo saludable, y tenerlo controlado luego, cuando ya es adulto, para asegurarnos de que todo marcha sobre rieles.

No obstante, puede ser aquejado por cualquiera de las enfermedades propias de la raza canina. Una situación que merece una especial mención aquí es la displasia de cadera y su relación con el pitbull de trabajo. Mientras que no hay duda de que ésta es una condición seria para muchas razas y que la selección de un cachorro debería, por lo general, incluir preguntas acerca de la condición de las caderas de los animales reproductores, en algunos casos, la preocupación puede ser exagerada. En el caso de los pitbulls de trabajo, éste suele ser el caso.

Poco después de que el United Kennel Club se involucrara en organizar certámenes de belleza para pitbulls inscritos en su libro de orígenes de los mismos, los criadores de pitbulls de exposición empezaron a examinar a sus animales para descartar la displasia de cadera. Se extendió un grito de alarma por todos los Estados Unidos, ya que la mayoría de los pitbulls que estaban siendo examinados resultaban ser muy displásicos. Ninguno de estos perros displásicos mostraba ninguna evidencia externa de sufrir este mal, y todos los animales reproductores de los que descendían estos perros habían sido perros luchadores muy trabajadores, de larga vida y súper atléticos.

Además, también hay que estar atentos a posibles problemas relacionados con el corazón, y también a los parásitos. Las pulgas y las garrapatas son un problema común a todos los animales, por lo que el pitbull no es la excepción, al igual que lo que sucede con algunas enfermedades de la piel que pueden ser contagiosas.

Si hablamos de piel no podemos dejar de lado algunas afecciones a la que esta raza es propensa, como por ejemplo la piodermia o la demodeccia. Algunos ejemplares pueden llegar a resultar alérgicos a las pulgas o a determinados alimentos, generando una dermatitis que los hace rascarse de forma continua.

Por último, no podemos dejar de lado la salud dental de nuestro pitbull. El cepillado de los dientes, aunque suene un poco extraño, es muy importante en todos los perros, y se les debe acostumbrar desde pequeños. De esta manera, se evita la formación de sarro, la halitosis (mal aliento) y algunas enfermedades en las encías, cuyos tratamientos no son nada agradables. Por ello, como dicen siempre, “mejor prevenir que curar”.

5. Cuidados
Existen cuidados que son comunes a todo tipo de perros y que debemos tener en cuenta desde que llevamos al cachorro a nuestra casa, digamos, a su nuevo hogar. Mantener el régimen alimentario que el perro adoptó en el criadero donde lo adquirimos es un punto importante De ahí en más, a medida que crece, el animal irá cambiando paulatinamente la alimentación y aumentando las cantidades de alimento balanceado. De rigurosa necesidad es desparasitar al cachorro en la primera visita al veterinario, donde también comenzará con el plan de vacunación. Hasta que este no esté completo, no podrá salir a la calle ni estar en contacto con perros desconocidos.

El baño y el cepillado son siempre requeridos para mantener limpio y prolijo a nuestra mascota. Como en este caso estamos hablando de un perro de pelo corto, como lo es el pitbull, mantener su pelaje no es para nada complicado. Un baño cada tanto (según la época del año) o cada vez que se ensucie y cepillado cada dos o tres día, así el perro estará siempre presentable.

Además, también es importante para todos los perros el ejercicio diario. Hay ciertas razas que no precisan gastar tantas energías, pero en otros casos la única forma de evitar que destrocen la casa y se conviertan en seres hiperkinéticos es que realicen mucha actividad física. Cuando hablamos de los pitbull, su necesidad está relacionada con su físico. El pitbull necesita que lo saquen a pasear al menos una vez al día por períodos prolongados (1 hora como mínimo). Y también será la única manera de mantenerlo en forma. Son muy importantes las largas caminatas, para que el perro queme todas las grasas y calorías que adquirió al comer, y así las convierta en músculos. Cabe destacar, que, al pasearlo tienes que cuidar que no pelee con otros perros, ya que esto es algo frecuente en la raza. También tienes que proporcionarle el adiestramiento canino básico para poder controlarlo cuando sea necesario.

6. El propietario ideal
Ser el propietario perfecto de un pitbull implica entender a su perro y ajustarse a ciertas necesidades de la raza, pero también implica seleccionar esta raza porque simplemente encaja en su estilo de vida. Por ejemplo, si usted tiene otro perro y usted sabe que sus perros van a estar desatendidos durante algunas horas al día, quizás el pitbull no sea la raza adecuada para usted. Después de todo, las peleas entre el pitbull y otros perros con los que puede encontrarse en la calle, pueden ser desalentadas con facilidad. Dejar solos de forma regular a dos perros durante horas, cuando uno de ellos es un pitbull, quizás sea pedirle demasiado a esta raza. Debemos comprender que, a pesar de todo, el pitbull es un perro de pelea.

Si es usted una persona con trabajo “la otra mitad” de una pareja con trabajo, y desean una mascota a la que puedan dejar sola durante todo el día y prácticamente todos los días, cualquier perro de cualquier raza no será su mascota adecuada. Habrá otros momentos en su vida para tener un perro, pero éste no sería el momento adecuado.

Inclusive si es usted una persona que sencillamente odia dar paseos de forma regular, el pitbull puede ser la raza equivocada para usted. Hay otras razas que pueden vivir en un ambiente así. Se haría usted un favor y se lo haría también al pitbull si escogiese en su lugar una de estas otras razas.

El propietario perfecto para un pitbull es aquel que le devolverá la devoción que el perro le dedicará. Este propietario querrá al perro, en primer lugar, debido al fantástico compañerismo que le proporcionará y no por la imagen que transmite. Este propietario disfrutará, tanto como el perro, del ejercicio que le hace falta a esta raza. Este propietario comprenderá la reputación por la que se han tomado represalias contra este perro y trabajará para mejorar esto. Este propietario estará en disposición de hacerse cargo de un perro que puede vivir con él 15 años, sin esperar que el perro pueda hacerse cargo de excesivos cambios durante su vida. Este propietario será aquel que pueda proporcionarle una rutina muy regular en todos los aspectos.

Si es usted esta persona, el pitbull puede ser una mejor elección de entre los perros de raza pura que lo que usted hubiera pensado en un principio.

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