Esa vocecilla cabrona en tu cabeza que no dejaba de susurrarte: “¿Y tú quién te crees que eres para intentar lograr eso?”
Igual querías montar un nuevo negocio, desarrollar un proyecto ambicioso, apuntarte a crossfit o aprender a bailar. Pero esa voz no dejaba de insistir y de recordarte que no eres lo suficientemente bueno.
Yo tampoco soy inmune a esta voz. A veces, cuando empiezo a trabajar en un proyecto importante, esta banda sonora intenta instalarse en mi cabeza. Casi antes de darme la oportunidad de intentarlo, la banda sonora comienza su bucle, y las dudas empiezan a surgir.
“Jamás tendrás éxito. ¿Quién te crees que eres para tan siquiera pensar en algo así?”
En el pasado, cuando aún ni sabía de la existencia de este monstruo interior que te llena de inseguridades, he permitido que me convenciera de dejar de hacer muchas cosas, que apagara la llama de varios proyectos.
Hasta que hace unos años, leí este artículo de Michael Hyatt en el que hablaba de creencias limitantes. Y me dio esperanzas. Me hizo darme cuenta de que esas inseguridades no eran sólo mi cerebro racional intentando convencerme para no hacer algo irrealizable. Me mostró que mi baja autoestima no era más que miedo.
Igual que me ha ocurrido a mí, la baja autoestima y las inseguridades tratarán también de apagar tus sueños. Intentarán contener todo lo que llevas dentro para evitar que te desarrolles y florezcas. Pero no se lo permitas. Eres capaz de conseguir lo que quieras, pasito a pasito.
Usa estos consejos, cuando acecha el monstruo interior, para recuperar tu confianza:
1. Date cuenta de que lo que sientes es baja autoestima
No puedes deshacerte de algo si no sabes que está ahí. Si no admites que la razón principal por la que no estás cumpliendo tus sueños es porque no confías en ti mismo, te va a costar mucho romper ese hábito.
Lo que tú percibes como un obstáculo, lo más seguro es que sea tu monstruo interior asomando su fea cabeza para justificar por qué no puedes o no deberías hacer algo. Todos hemos dicho eso de, “no tengo tiempo” o, “no sé cómo hacerlo” o, “no tengo energía”. Pero sinceramente, esas son las cosas que nos decimos cuando pensamos que no somos capaces.
Tienes que ser consciente de lo que sientes y enfrentarte a la realidad. Cuando reconoces que lo que te está frenando es tu falta de autoestima, y no tu ocupada agenda, estás un paso más cerca de recuperar la confianza en ti. (Lee The Big Leap)
“No tengo tiempo, no sé hacerlo.” Puede que quien esté hablando sea tu baja autoestima
2. Crea un sistema de respuesta a tus inseguridades
La autoestima baja es una emoción negativa. Como ocurre con cualquier emoción, hay acciones, ideas o frustraciones que la pueden desencadenar. Para muchas personas, una idea que requiere de un nivel de experiencia que todavía no se tiene puede provocar sensaciones de inseguridad y crear obstáculos que nos parecen infranqueables.
Cuando nos sentimos estresados o desbordados, nos resulta más fácil darnos por vencidos que tirar para adelante. Por ejemplo, cuando vemos que otros consiguen objetivos parecidos a los nuestros, tenemos tendencia a comparar nuestro camino con el suyo. Si no estamos a la altura de su éxito, se disparan las inseguridades, y es más probable que aceptemos nuestro fracaso, incluso antes de haber empezado.
Crear un sistema para ocuparnos de estos detonantes nos ayuda a identificar tanto la causa como la solución de nuestra baja autoestima.
Yo tampoco soy inmune a estos detonantes. Cuando tengo ideas, a menudo comparo mi capacidad o mi progreso con el de otros. Entonces empiezo a sentirme desbordada por intentar estar a su altura, y siento ansiedad por todo el trabajo que tendré que hacer para llegar a ese punto.
En el fondo, lo que estoy haciendo es convencerme para no hacerlo.
Cuando noto que empiezo a pensar así, utilizo mi sistema:
- Pienso en cada acción que tendría que tomar para tener éxito con mi proyecto y las escribo.
- Resalto todo lo que ya sé hacer o podría aprender rápidamente.
- Comienzo a establecer un hábito diario para poner en movimiento el plan.
Al tener una forma de reducir mis inseguridades de manera sistemática, es más probable que lleve a cabo mi idea. (Lee La Liberación del Alma)
3. Reprograma tu cerebro
El ser humano es esclavo de sus hábitos, es por ello que es mucho más fácil no cambiar nada que intentar avanzar. Y también es por ello que seguramente te resulte más fácil aceptar los pensamientos negativos creados por tu voz interior.
Pero hay una buena noticia, y es que nuestro cerebro es un órgano altamente programable gracias a una cosa que se llama neuroplasticidad. Esto significa que ciertos aspectos del cerebro se pueden reprogramar incluso en la edad adulta.
Para transformar nuestras inseguridades en una fuerza positiva, primero tenemos que ser conscientes de los pensamientos negativos para poder redirigirlos conforme avanzamos.
La clave aquí es la constancia. Cada vez que te pilles pensando que no puedes hacer algo o que no eres lo suficientemente bueno para ello, reconoce esos pensamientos y sustitúyelos, de manera consciente, con pensamientos opuestos, tantas veces como haga falta.
Con el tiempo, tu cerebro tirará de pensamiento positivo automáticamente, convirtiendo cada “no puedo” en “puedo” y cada “no haré” en “voy a hacer”
Aprende cómo reprogramar tu cerebro para mejorar tu autoestima
4. Demuéstrale a tu baja autoestima que se equivoca
Cuando dejamos que las inseguridades estén al mando, ponemos excusas por nuestra incapacidad para alcanzar todo nuestro potencial. Nos valemos de estas excusas para darle la razón a esa voz interior al no intentar siquiera conseguir algo que merezca la pena. Procrastinamos y nos escondemos del mundo hasta que tenemos que tomar acción a la fuerza, y una vez actuamos, no lo hacemos de forma óptima.
¿Cómo actuar? El siguiente paso para eliminar la baja autoestima es demostrarle que se equivoca.
Es hora de poner en movimiento tus planes y trabajar hacia los pequeños éxitos. Si no te demuestras que puedes tener éxito, es más probable que en el futuro caigas repetidamente en esos patrones autodestructivos.
Cuando propicias pequeñas victorias en tu vida, te ayuda a coger impulso, y esto acaba desmontando tus inseguridades. Tu baja autoestima no puede discutir contigo cuando le estás demostrando, con tus pequeñas victorias, que se equivoca.
Por esta razón, en la Comunidad de Eva Muerde La Manzana, tenemos un día temático en el que compartimos nuestros logros. Porque todos esos logros suman. Sentirás más confianza en tus capacidades y empezarás a creer en ti.
5. Usa las dudas de los demás como combustible para tu motivación
Como si no fuera lo suficientemente duro cambiar la manera en la que piensas de ti mismo, encima se supone que tienes que intentar cambiar las opiniones de los que te rodean.
Cuando las personas no comprenden tu camino, no se sienten identificados con cómo te sientes, o no les gustan tus ideas, es muy fácil que duden de ti. Pero no te lo tomes como algo personal. La mayoría de la gente sólo dudará de ti cuando reflejas una característica concreta de la que dudan en sí mismos. Para ellos no eres más que un recordatorio viviente de sus propias inseguridades.
No te tomes lo que te dicen al pie de la letra. Siempre que hagas algo, a algunas personas les encantará y otras lo odiarán.
El hecho de que otros no confíen en tu potencial no significa que seas menos capaz de conseguir tus sueños. Si un amigo o familiar te dice que no puedes o no deberías cambiar tu dieta para mejorar tu salud, o montar un negocio, o conseguir cualquier objetivo importante, lo más seguro es que ellos crean de sí mismos que no serían capaces de lograr lo que tú estás intentando conseguir.
Tienes que comprender que los que expresan dudas no siempre vienen de un lugar negativo. A menudo, estas personas son personas que te quieren y sólo desean para ti lo que piensan que es mejor – quieren que tomes el camino más seguro en la vida.
Pero tienes que hacer lo mejor para ti, y a tu manera.
Y si te das cuenta de que has permitido que las opiniones de otros guíen tus acciones, tómatelo como una señal de que todavía no has vencido tus inseguridades, y comienza otra vez en el punto 1.
Evita caer en patrones autodestructivos al trabajar y reconocer tus pequeños logros
6. Invéntate un mantra positivo, y repítelo
Todos necesitamos motivarnos de vez en cuando, así que cuando estés trabajando en reducir tus inseguridades, conviértete en tu propia animadora.
Cuando noto que estoy dudando de mis capacidades, me repito el siguiente mantra: “Lo han conseguido personas más tontas que yo.”
No lo digo para hacer de menos a nadie, pero a veces necesito recordarme que soy una mujer inteligente y competente, y que muchas personas han conseguido cosas increíbles con menos conocimientos, oportunidades y experiencia de la que yo tengo.
Búscate un mantra que te ayude a apagar tus inseguridades, y una vez lo hayas encontrado, úsalo siempre que lo necesites para que lo único que escuches en tu interior sea a ti gritando, “¡Siiiii, tú puedes!”
En resumen: no le des poder a tus inseguridades
Tus inseguridades no serán más fuertes de lo que tú se lo permitas.
Si estás continuamente justificando por qué no puedes hacer algo, les estás dando el control total de tus emociones, acciones y, como resultado, tu futuro.
No permitas que esa vocecilla en tu cabeza te frene. La próxima vez que la escuches, bájale el volumen dándote cuenta de que está ahí. Y sigue los pasos que he compartido contigo. Antes de lo que te imaginas, habrás reprogramado tu cerebro para que no te dé más que respuestas positivas.
Utiliza este sistema para empezar a eliminar tus inseguridades
Y por último, recuerda tener cuidado con los que te critican; sus propias inseguridades amenazan con limitar tus esfuerzos. Pasa de largo, tanto de sus dudas como de las tuyas propias, elaborando un sistema que demuestre que tu monstruo interior está equivocado.
Con esto no te quiero decir que no volverás a sentir una baja autoestima jamás. Es normal que a veces nos cuestionemos a nosotros mismos. Pero si sigues estos pasos, estarás preparado para combatir tus inseguridades e ir hacia adelante en todos los aspectos de tu vida. Porque te lo mereces.
Y ahora tú
¿Qué añadirías a la lista? ¿Qué haces para motivarte y volver a confiar en ti mismo, incluso cuando te vencen las inseguridades?