Por fin llegó el invierno, "and with a vengeance", como dicen los ingleses. Casi de repente, hemos pasado de ir en manga corta a abrigarnos con bufandas y plumones. Pronto se hace de noche, y la caída de las temperaturas invita a refugiarse en casita, con una bebida caliente y frente a un fuego crepitante. Igual que en verano apetece tomar zumos, ensaladas o gazpacho, ahora nuestro organismo pide espesas sopas humeantes y guisos de los que han estado muchas horas cociendo. Y si el frío condiciona el alimento de nuestro cuerpo, también nuestro espíritu requiere lecturas adecuadas a la estación más inclemente del año. Novelas donde hace frío, para que el contraste entre lo de fuera y el cálido interior donde las leemos sea más pronunciado. Novelas donde suceden terribles tragedias, o quizá sólo dolorosos desgarros personales, donde reina la oscuridad y, a veces, la traición. Si a ustedes les sucede como a mí, si su yo lector reclama devorar libros invernales, en el más amplio sentido de la palabra, aquí tienen algunas sugerencias. ¡Abríguense bien! Jack London-La llamada de la selva
Emily Brontë-Cumbres borrascosas
E. Annie Proulx-Atando cabos
Nikolai S. Leskov-Lady Macbeth de Mtsensk
Si se trata de ambientes fríos, por supuesto no podían faltar los autores rusos. La lady Macbeth eslava del relato que da título a este libro resulta tan sangrienta como la original, en versión rusa. Es decir, más rústica y aún más brutal. Y el resto de relatos son también representativos del país, desde los refinados ambientes peterburgueses hasta alguna sórdida historia de desavenencias matrimoniales.
Anton Chejov-La isla de Sajalín
Caroline Alexander-Atrapados en el hielo
Para frialdad máxima, las expediciones polares. No podía faltar en este paseo por los lugares inhóspitos -qué bien se está acurrucado en el sofá bien calentito, ¿verdad?- un vistazo a la odisea de Shackleton y sus hombres entre los hielos de la Antártida. La edición cuenta además con las fotos originales de uno de los integrantes de la expedición, Frank Hurley. Eso es como ver los hielos en primera fila.