Hablar de Menorca es hablar de un paraíso donde no ha llegado el turismo masivo y donde puedes encontrar la calma que serene tu mente y tus sentidos. La belleza de sus paisajes, de sus calas, de sus pueblecitos te llevan al relax más total, y su caldereta de langosta te repone de tanto disfrute. Te propongo en este post 6 lugares para perderte y no querer volver.
Cala Galdana
Junto con la primera foto que puedes ver en la portada del post esta cala es ideal para bañarte en medio de aguas cristalinas, tanto de día como cuando cae la tarde y puedes disfrutarla prácticamente en soledad.
Cabo de Cavalleria
Los turistas construyen estos inestables montones de piedras mirando al mar y pidiéndole al faro volver a Menorca, como dice la tradición
Ciudadela
Una cena bajo las amarillas luces que alumbran el señorial paseo marítimo del puerto natural no la olvidarás nunca. Los restaurantes flanquean toda la orilla del puerto bajo el edificio del Ayuntamiento iluminado y en ellos podrás degustar deliciosos platos de pescado y verduras, además de la Caldereta de Langosta las Berenjenas rellenas, que son los platos más típicos de la isla.
Fornells
La blanca construcción menorquina al borde de las cálidas aguas de la isla es un refugio perfecto para el relax. Disfruta aquí de la caldereta de langosta ya que se dice que en Fornells se cocina este plato como en ningún otro sitio de la isla.
Cueva Xoroi
La puesta del sol invita a verla desde la terraza de la Cueva Xoroi. Un cóctel, la vista y ya no pidas más a la vida. Puedes ver más fotos en este post.
Poblado de pescadores de Binibeca
Lo que antaño fue un pueblo pescador ahora es un lugar con residencias lleno de rincones donde poder deambular sin rumbo entre sus vericuetos, sin molestar al vecino, ni que te este te moleste. La luz que desprende sus encaladas casas te llena de energía y te renueva por dentro.